Roma – Los responsables de la formulación de políticas deben encontrar la forma de “alimentar al mundo y salvar el planeta al mismo tiempo”, dijo el Sr. QU Dongyu, Director General de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en la
Cumbre de Líderes del G-20 el domingo en Roma.
“El cambio climático comprometerá nuestra capacidad de producir cantidades suficientes de alimentos nutritivos, con lo que aumentará la pobreza y se agravarán las desigualdades”, advirtió el Sr. QU en vísperas de la Conferencia de las Partes en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de Glasgow.
El Sr. QU intervino en dos sesiones —una centrada en el cambio climático y el medio ambiente y la otra en el desarrollo sostenible— de la Cumbre hospedada por el Sr. Mario Draghi, Primer Ministro de Italia, a la que asistieron, en su mayoría en persona, presidentes y jefes de gobierno de países que representan alrededor de dos tercios de la población del mundo y una proporción aún mayor de la actividad económica de este.
El Sr. QU expresó su agradecimiento a Italia por su apoyo a la iniciativa de la
Coalición alimentaria frente a la enfermedad por coronavirus (COVID-19) y por asegurarse de que la seguridad alimentaria mundial ocupara un lugar destacado en la agenda durante la presidencia italiana del G-20 en 2021. La Cumbre de Líderes culminó un año con 175 actos, 20 reuniones ministeriales y otras dos reuniones de líderes del G-20 —una dedicada a la sanidad y la otra al Afganistán—, así como docenas de sesiones de grupos de trabajo que han dado lugar, entre otros resultados, a la
Declaración de Matera sobre la seguridad alimentaria, la nutrición y los sistemas alimentarios, a la que la FAO contribuyó de forma destacada.
“Los sistemas agroalimentarios de todo el mundo se ven amenazados por una serie de factores que van desde conflictos civiles a la pérdida de biodiversidad, y la pandemia de la COVID-19 ha empeorado la situación, abocando a más de 800 millones de personas al hambre crónica, mientras que otros 3 000 millones no pueden permitirse una alimentación saludable”, dijo el Director General. “No vamos camino de limitar el aumento de la temperatura mundial a 1,5 ºC”, dijo.
Se prevé que muchos de los participantes en la Cumbre de Roma asistirán a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, conocida como
COP 26, que tendrá lugar del 31 de octubre al 12 de noviembre en Glasgow (Escocia).
Cuando quedan solo nueve campañas agrícolas hasta la fecha de 2030 prevista para cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), “la urgencia de la acción por el clima es más extrema que nunca”, dijo el Director General a los líderes del G-20. “Los políticos tienen que asumir un liderazgo más firme, las personas tienen que responsabilizarse y toda la sociedad debe trabajar en asociación de forma coherente basándose en la ciencia y la innovación”.
En la Declaración de Roma emitida por los líderes del G-20 como culminación de la Cumbre se alienta a los asociados y las partes interesadas de todo el mundo a “colaborar con la Coalición alimentaria establecida por la FAO para responder a las repercusiones de la COVID-19 en la seguridad alimentaria y la nutrición o unirse a ella”. Los líderes del G-20 reconocieron también la importancia de sistemas agroalimentarios sostenibles no solo para combatir el hambre, sino también para “hacer una contribución significativa a fin de afrontar los desafíos mundiales interrelacionados del cambio climático y la pérdida de diversidad biológica”.
Lo que hace la FAO“La FAO está firmemente comprometida a trabajar junto con sus Miembros y todos los asociados de forma coherente con miras a la consecución de la Agenda 2030 y los ODS”, recalcó el Sr. QU.
Impulsar las inversiones públicas y privadas, aumentar el acceso de los agricultores y las personas vulnerables a infraestructura adecuada y recursos financieros y aplicar reformas de las políticas a fin de ofrecer incentivos a los actores del sector privado para apoyar la transformación de los sistemas agroalimentarios y el desarrollo rural son principios fundamentales de lo que hay que hacer concretamente para que los sistemas agroalimentarios sean “más eficientes, más inclusivos, más resilientes y más sostenibles”, dijo.
“Debemos creer en la ciencia, aprender la ciencia y aplicar la ciencia; debemos renovar nuestro modelo operativo... ¡La ciencia, la tecnología y la metodología son nuestras soluciones definitivas!”, declaró. “Las cuatro erres (reducir, reutilizar, reciclar y reponer) deberían ser el punto cardinal de los responsables de las políticas”, añadió.
La FAO ha puesto en marcha la
Iniciativa Mano de la Mano para promover asociaciones sólidas y eficaces con las que mejorar el potencial agroalimentario de los países, así como la
Iniciativa ciudades verdes dirigida a mejorar los entornos urbanos. La FAO creó un
Jardín verde del G-20 en Roma en apoyo de su programa común con Italia
La Organización aplica un enfoque holístico a los sistemas agroalimentarios y se basa en datos científicos, macrodatos e innovaciones, así como en políticas propicias para garantizar que dichos sistemas contribuyan a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y al mismo tiempo aumenten los beneficios socioeconómicos y ambientales. “El desarrollo rural debe ser una de las principales prioridades nacionales en materia de desarrollo”, recalcó el Director General.
Las “cinco efes” —iniciales en inglés de alimentos (food), piensos (feed), fibra (fiber), combustible (fuel) y entorno favorable (friendly environment)— de los sistemas agroalimentarios “son ámbitos cruciales para mejorar los medios de vida de las personas, y el nuevo
Marco estratégico de la FAO para 2022-2031 ayuda a los Miembros a elaborar vías para lograr las cuatro mejoras: una producción, una nutrición, un medio ambiente y una vida mejores para todos sin dejar a nadie atrás”, afirmó el Sr. QU.