Paseano Gómez López, agricultor del estado de Chiapas, México, de camino al trabajo. Con la ayuda del proyecto PESA de la FAO, ahora Paseano puede ganarse la vida en su propia granja. ©Alex Webb/Magnum Photos for FAO
Paseano Gómez López es un agricultor de Nuevo Sonora, estado de Chiapas, México.
Cultiva maíz y chiles (pimientos picantes o ají como se llama en otro países de América Latina).
Sin embargo, para cultivar los campos, los agricultores necesitan comprar insumos. Muchas veces se ven obligados a pedir préstamos con altos tipos de interés (de entre el 10 y el 20%). A veces ni siquiera pueden cubrir los costos y se endeudan.
Los agricultores en México también lidian con suelos poco fértiles y elevadas altitudes. Resulta difícil cultivar.
“Es entonces cuando piensas en migrar, para mejorar tu vida, para poder mandar tus niños a la escuela”, explica Paseano. “La situación es muy difícil por la pobreza que hay aquí en este país”.
Como parte del proyecto PESA, los agricultores aprendieron cómo mejorar la fertilidad del suelo con compost. También recibieron capacitación en crianza de ganado. ©Alex Webb/Magnum Photos for FAO
Es por eso que Paseano decidió irse. Fue a Virginia y Florida, en los Estados Unidos, donde trabajó durante 10 meses recolectando distintos tipos de tomates.
“Uno se siente triste cuando está lejos de casa. Cuando se está muy lejos de la familia."
Yo me preocupaba por ellos, por mi esposa y mis hijos, y ellos también estaban preocupados por mí. Uno continúa siempre preguntándose por cómo están”, dice.
Después de 10 meses, regresó a México. Paseano se involucró en el Proyecto Estratégico para la Seguridad Alimentaria (PESA), apoyado por la FAO. El objetivo del proyecto es simple: mejorar la vida de los agricultores ayudándoles a encontrar formas de subsistencia en actividades agrícolas y no agrícolas.
Ahora, Paseano ha podido ahorrar dinero. Espera que con su nueva situación pueda ayudar a su familia en el futuro. ©Alex Webb/Magnum Photos for FAO
“Ahora, puedo quedarme aquí para cuidar mis cultivos, gracias al apoyo que recibí. Tengo todo aquí y puedo ahorrar algo de dinero”.
Además del apoyo para tener mejores cultivos, la familia de Paseano también recibió gallinas y ovejas.
“Ya no necesitamos comprar pollos, ovejas o huevos. Algunas veces, también podemos vender el excedente. Nuestra vida ha cambiado. Ya no tengo que pedir dinero prestado. Ahora tengo mis propios recursos. Mi hijo terminó la escuela secundaria y ahora está estudiando en la universidad”, concluye.
El proyecto PESA se implementó en áreas rurales pobres de los estados de Oaxaca y Chiapas. En estos dos estados, con las tasas más altas de migración en el país, muchas personas emigran a los Estados Unidos o dentro de México para encontrar trabajo.
Con el apoyo del Ministerio de Agricultura de México, se implementó el proyecto PESA para mejorar la seguridad alimentaria de los grupos más vulnerables en las regiones más marginales del país. Este enfoque busca mejorar la producción de alimentos y a la vez mejorar las condiciones de vida y los hábitos alimenticios.
Gracias a este proyecto, los agricultores aprendieron a usar compost para aumentar la fertilidad del suelo, a producir miel, criar ganado o construir invernaderos. Además, ahora tienen mejor acceso al agua para regar sus cultivos.
La migración no debería ser la única forma de subsistir y cubrir las necesidades. La FAO invierte en los medios de subsistencia de las personas para brindar a las personas la opción de permanecer en sus países con sus familias. Salir o quedarse debería siempre ser una cuestión de elección.