FAO en Paraguay

El monte, garantía de bienestar y salud para una comunidad indígena de Paraguay

23/05/2024

La esperanza de que el cultivo de yerba mate fortalezca la comercialización del producto y paralamente su entorno mantenga viva la medicina tradicional de la comunidad, es la visión que nos comparte una de las últimas guardianas de las tradiciones del Pueblo Ava Guaraní.

Juliana Vera (44) vive en Río Verde, una comunidad indígena Ava Guaraní ubicada a más de 300 kilómetros de la ciudad de Asunción, en el distrito de Capiibary, departamento de San Pedro.

En Río Verde las familias eligieron trabajar en el modelo agroforestal de plantines de yerba mate cultivados bajo monte, en el marco del proyecto PROEZA, que es liderado por el Gobierno con la cooperación técnica de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), con financiación del Fondo Verde del Clima (FVC). 

La yerba mate es comercializada por la comunidad y se convierte en uno de los ingresos más seguros para las familias. Pero no solo queda ahí. El entorno en el que se cultiiva permite otras alternativas, como mantener la medicina tradicional que, a la vez, no solo sirve para la comunidad, sino también para la comercialización.

Por su experiencia de vida y el conocimiento que tiene de la cultura de su pueblo se ha convertido en una lideresa comunitaria, y es reconocida como Oporaiva, mujer sabia (lideresa espiritual).

En su rol de lideresa espiritual, Juliana resguarda conocimientos ancestrales de medicina de su pueblo. Cuando alguien enferma en la comunidad, luego de escuchar la dolencia, Juliana se adentra en el monte, que está a solo metros de su casa y extrae hierbas, raíces, cortezas, hojas, semillas, y frutos, los cuáles se maceran, hierven y mezclan para tratar las afecciones.

“Mi abuela me enseñó sobre conocimientos de hierbas medicinales. Cuando era una niña yo convivía alrededor de los líderes espirituales y las abuelas de mi comunidad. A quienes yo les hacía muchas preguntas”, recuerda Juliana respecto a sus inicios.

En el presente, Juliana lamenta que la juventud ya no pregunta cómo lo hacía ella en el pasado. Esta falta de curiosidad plantea el desafío de la transmisión de conocimientos entre generaciones.

“Parecería que estos árboles alrededor de mi casa están en vano, nadie me pregunta qué utilidad tienen. Si viene junto a mí alguien que enfermó, las demás personas no tienen idea de a dónde voy y traigo los remedios naturales para darle. No hay más quien se interese, al parecer ya va terminando la curiosidad por este conocimiento”, dice.

Generación de ingresos, alimentación y medicina

La comunidad de Río Verde se fundó en el claro de un bosque cercano a un yerbal natural, que desde un principio fue protegido y aprovechado por las familias.

“La yerba mate la consumimos, la vendemos y además es medicina para nosotros”, explica Juliana.

Como ejemplo, comenta que un puñado de hojas y brotes de la planta maceradas en agua fría alivia el dolor de la cabeza.

En referencia a la producción de yerba mate para consumo de la comunidad, comenta que conoció tres distintas técnicas de tostado en el proceso de elaboración, el carijó es la técnica más antigua, la técnica del sobrado fue incorporada posteriormente y la barbacuá, es latécnica artesanal más utilizada en la actualidad.

Juliana ve de manera positiva la iniciativa que las familias de la comunidad implementan desde hace un año, consistente en el cultivo de yerba mate bajo monte.

Para ella, esta es la opción más acertada en función de obtener ingresos económicos, seguir promoviendo su cultura y responder a las necesidades de alimentación y de salud, a la vez que se regenera el bosque.

“La yerba es muy rentable para nosotros, es lo que mejor va a funcionar en nuestro monte”, dice.

Esta planta con múltiples usos forma parte de la vasta cultura botánica de los pueblos guaraníes.  

El monte para sanar y seguir viviendo

Juliana recorre el monte contiguo a su casa y va señalando cada planta, qué parte de ella se usa, cómo se prepara y para qué dolencias se utiliza.

“Acá demasiados remedios naturales tengo, para todo tipo de enfermedades y dolencias”, afirma con seguridad.

Hay hierbas para dolores estomacales, de cabeza, de articulaciones, también para afecciones respiratorias, hemorragias y parásitos, comenta haciendo referencia a los nombres de las dolencias en el idioma guaraní.

Los recursos y medios de vida de los pueblos guaraníes, vinculados al monte, como animales silvestres, leña, plumas y otros ornamentos rituales, se pierden conforme avanza la deforestación. Uno de los pocos recursos que perviven en él son las plantas medicinales.

“El monte es la garantía de que sigamos estando vivos, es lo que nos da salud”, refiere por último promoviendo el cuidado de los bosques.

Proyecto PROEZA

Las familias que empezaron el cultivo de yerba mate participan del proyecto PROEZA, Pobreza, Reforestación, Energía y Cambio Climático, uno de los esfuerzos oficiales más innovadores que realiza Paraguay para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, mitigar y mejorar la capacidad de adaptación a los impactos del cambio climático en comunidades rurales, dando cumplimiento a los acuerdos de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.

PROEZA combina objetivos de generación de ingresos económicos, reforestación, generación de energías renovables y mitigación de los efectos del cambio climático en familias rurales que viven en la pobreza y la extrema pobreza.

Las familias participantes eligen uno de los seis sistemas agroforestales, que combinan yerba mate, árboles nativos, especies exóticas y cítricos. Estos sistemas se asocian a rubros de autoconsumo para las familias, contribuyendo a la seguridad alimentaria de las mismas. 

PROEZA seguirá promoviendo el trabajo con las comunidades indígenas, guardianes de la biodiversidad y de los saberes ancestrales, por su conexión con el bosque como parte de su identidad y sus medios de vida.   

Galería de fotos de PROEZA Paraguay