Nota informativa de la FAO sobre la oferta y la demanda de cereales
La nota informativa de la FAO sobre la oferta y la demanda de cereales ofrece una perspectiva actualizada del mercado mundial de cereales. La nota de este mes se complementa con una evaluación detallada de la producción de cereales y de las condiciones de la oferta y la demanda por países y regiones incluida en la publicación trimestral Perspectivas de cosechas y situación alimentaria. En Perspectivas alimentarias se publican bianualmente análisis más detallados de los mercados mundiales de cereales así como de otros productos alimentarios importantes.
Fechas mensuales de publicación en 2025: 7 de febrero, 7 de marzo, 4 de abril, 2 de mayo, 6 de junio, 4 de julio, 5 de septiembre, 3 de octubre, 7 de noviembre, 5 de diciembre.
Las perspectivas iniciales sobre la producción de trigo en 2025 apuntan a un posible aumento
Fecha de publicación: 07/03/2025
La producción mundial de cereales para 2024 se ha revisado modestamente al alza este mes, cifrándose en 2 842 millones de toneladas, con lo que se ha reducido la diferencia respecto de la producción de 2023, que sigue superando el nivel de 2024 en más de 14,4 millones de toneladas. Los ajustes introducidos a la producción de 2024 se refieren principalmente al trigo, en su mayor parte a raíz de los datos oficiales de los últimos tiempos que apuntan a una cosecha más abundante en la República Islámica del Irán, y al arroz. Desde febrero, la FAO ha incrementado en 3,6 millones de toneladas su pronóstico sobre la producción mundial de arroz en 2024/25, que alcanzará un nuevo máximo de 543,0 millones de toneladas (arroz elaborado). La revisión obedece en gran medida a las perspectivas de cultivos más abundantes en la India, donde, tras registrarse una cosecha kharif sin precedentes, hasta la fecha la siembra de cultivos secundarios viene avanzando a un ritmo dinámico. No obstante, la siembra de cultivos fuera de temporada superior a lo previsto anteriormente también ha reforzado las perspectivas acerca de la producción en Camboya y Myanmar. Estos aumentos en relación con el trigo y el arroz compensan la reducción del pronóstico sobre la producción mundial de cereales secundarios, realizada fundamentalmente a causa de una cosecha de cebada menos cuantiosa de lo previsto en la Federación de Rusia.
Este mes el pronóstico acerca de la utilización mundial de cereales en 2024/25 se ha reducido en 1,9 millones de toneladas, pero sigue indicando un aumento del 1,0 % respecto del nivel de 2023/24, con lo que alcanza los 2 867 millones de toneladas. El pronóstico acerca de la utilización mundial de trigo en 2024/25 se mantiene prácticamente sin variaciones, al compensarse la disminución del consumo alimentario con un aumento de los otros usos, sobre todo en China (continental). El pronóstico relativo a la utilización mundial de cereales secundarios en 2024/25 se ha rebajado en 3,2 millones de toneladas, situándose en 1 531 millones de toneladas, lo que supone un descenso del 1,0 % respecto de 2023/24. Esta reducción se debe a una rebaja de la utilización del maíz como pienso (principalmente en Indonesia), así como de los otros usos de la cebada (en el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, Sudáfrica y Tailandia). Por otra parte, se prevé que la abundancia de la oferta facilitará el crecimiento de la utilización mundial de arroz en 2024/25, que se producirá a un ritmo acelerado del 2,2 % hasta alcanzar los 539,0 millones de toneladas. Este nivel, que representaría un máximo histórico, se sitúa 1,7 millones de toneladas por encima de las expectativas de febrero.
Pese a la revisión al alza de 2,7 millones de toneladas de este mes, aún se prevé que las reservas mundiales de cereales a finales de 2025 disminuirán un 1,9 % en comparación con los niveles de apertura y se ubicarán en 869,3 millones de toneladas. Se prevé que la relación entre las reservas mundiales de cereales y su utilización disminuirá del 30,9 % en 2023/24 al 31,1 % en 2024/25, lo que seguiría indicando una situación holgada de la oferta mundial. Se calcula que las reservas mundiales de trigo disminuirán un 1,6 % y se ubicarán en 312,8 millones de toneladas, pese a la revisión al alza de 4,4 millones de toneladas de este mes, fundamentalmente a causa del aumento de las importaciones en Egipto, un incremento de la producción en la República Islámica del Irán y una reducción de las exportaciones de la Federación de Rusia. Por el contrario, las existencias mundiales de cereales secundarios se han reducido aún más, en 3,7 millones de toneladas, y ahora se estima que se ubicarán un 4,8 % por debajo de sus niveles de apertura. La rebaja obedece principalmente al descenso de las importaciones en China (continental) y a la disminución de la producción interna en la Federación de Rusia e Indonesia. Se estima que las reservas mundiales de arroz al cierre de las campañas de comercialización de 2024/25 aumentarán en un 3,1 % respecto del año anterior y alcanzarán el nivel sin precedentes de 206,0 millones de toneladas. Este nivel se sitúa 2,0 millones de toneladas por encima de las expectativas de febrero, ya que la mejora de los pronósticos sobre las reservas de Camboya y, sobre todo, de la India, compensó las reducciones de las reservas previstas, concretamente en Myanmar.
Según el pronóstico, el comercio mundial de cereales en 2024/25 se cifra en 484,2 millones de toneladas, lo que, si bien supone un ligero aumento de 0,7 millones de toneladas respecto del mes precedente, sigue indicando un descenso del 5,6 % respecto de la campaña anterior. El comercio mundial de trigo en 2024/25 (julio/junio) se ha revisado ligeramente a la baja, en 0,4 millones de toneladas, desde que se presentó el último informe y las previsiones actuales lo ubican un 6,4 % por debajo de su nivel de 2023/24. La revisión de este mes obedece principalmente a una reducción del pronóstico relativo a las exportaciones de la Federación de Rusia y a una rebaja de las importaciones de Türkiye. El pronóstico acerca del comercio mundial de cereales secundarios evoluciona ligeramente al alza (0,3 millones de toneladas), motivado por las perspectivas de incremento del comercio de maíz a raíz del aumento de las exportaciones del Brasil y el mayor volumen de las importaciones de Türkiye, aunque sigue estimándose una contracción del 6,7 % a partir de 2023/24. La mejora de las perspectivas de importación en Bangladesh, Madagascar y varios otros países ha llevado a incrementar en 800 000 toneladas el pronóstico de la FAO acerca del comercio internacional de arroz en 2025 (enero-diciembre) hasta ubicarse en 59,9 millones de toneladas, lo que supone un aumento del 1,5 % respecto de 2024 y un nuevo máximo para el comercio.
Perspectivas iniciales para las cosechas de 2025
El pronóstico preliminar de la FAO sobre la producción mundial de trigo en 2025 indica un modesto incremento, con una producción mundial estimada en 796 millones de toneladas, es decir, una subida interanual cercana al 1 %. Este crecimiento se debe en gran medida al aumento previsto de la producción en la Unión Europea tras una disminución en 2024. Las estimaciones sugieren un aumento de la siembra, fundamentalmente de trigo blando, que se centrará en Alemania y Francia en su mayor parte. Se prevé asimismo que subirá el rendimiento promedio del trigo en los países de la Unión Europea en términos interanuales; sin embargo, es posible que las condiciones secas que están desarrollándose en la zona oriental y el exceso de precipitaciones en la zona occidental, especialmente en Francia, limiten este aumento. Se estima que la superficie sembrada con trigo de invierno en el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte repuntará tras la disminución de 2024 provocada por las condiciones excesivamente húmedas que se produjeron durante el período de siembra del otoño, lo que dará lugar a un modesto aumento de la producción en 2025. En los Estados Unidos de América, se prevé que la superficie total sembrada con trigo se ampliará en 2025, como consecuencia de un incremento de la siembra de invierno y un probable aumento de la superficie sembrada con trigo de primavera que podría sustituir a algunas plantaciones de soja. Las previsiones señalan una disminución interanual moderada de los rendimientos, a raíz de que, en comparación con 2024, una mayor parte de los cultivos de trigo de invierno se enfrentará a unas leves condiciones de sequía. En consecuencia, se prevé que la producción total de trigo disminuirá ligeramente y se ubicará en 52,5 millones de toneladas. En el Canadá, las previsiones iniciales indican una ampliación de la siembra de trigo, favorecida por la mejora de las condiciones de humedad del suelo y por unas expectativas de solidez de los precios más avanzado el año. Suponiendo que los rendimientos vuelvan al promedio, se estima que la producción de trigo ascenderá a 35 millones de toneladas, en consonancia con la producción de 2024. En la Federación de Rusia, la superficie dedicada al trigo de invierno ha disminuido por tercer año consecutivo. En combinación con el bajo nivel de humedad del suelo y la tenue cubierta de nieve, que aumenta el riesgo de daños por heladas, se estima que la producción registrará una caída interanual del 2 % y se ubicará en 80 millones de toneladas. La superficie sembrada con trigo en Ucrania en 2025 se mantiene por debajo del promedio debido a la guerra en curso, que sigue limitando el acceso a los campos, planteando dificultades financieras y dañando las infraestructuras, lo que reduce la rentabilidad del sector. El déficit de precipitaciones ha debilitado aún más las perspectivas de rendimiento, y se pronostica una disminución interanual moderada de la producción. En la India, la siembra de trigo ha alcanzado un nivel sin precedentes en 2025, respaldada por los fuertes incentivos de precios y las subvenciones gubernamentales a los insumos agrícolas. Sin embargo, se estima que los rendimientos disminuirán ligeramente y que la producción se mantendrá invariada, en 113 millones de toneladas, respecto del año anterior. En China, las evaluaciones sobre el terreno realizadas a mediados de febrero señalan unas condiciones favorables para el cultivo de trigo. El cultivo ha terminado recientemente su latencia en las regiones septentrionales, mientras que en las orientales y las centrales avanza en las etapas de amacollamiento y crecimiento de tallos. Se prevé que la producción ascenderá a 140 millones de toneladas, manteniéndose estable en términos interanuales y por encima del promedio quinquenal. En el Pakistán, se estima que la producción de trigo en 2025 disminuirá acercándose a un nivel promedio, fundamentalmente a causa de una reducción de los rendimientos. Esto obedece a las condiciones secas que afectaron a los cultivos de trigo de secano y provocaron la escasez de aguas de riego en las regiones septentrionales. En los países asiáticos del Cercano Oriente, principalmente en la República Islámica del Irán y Türkiye, el déficit de precipitaciones desde finales de 2024 ha limitado la siembra y reducido las expectativas de rendimiento. En consecuencia, en ambos países se estima que la producción de trigo descenderá en 2025, posiblemente deslizándose por debajo del promedio quinquenal. En África del Norte, se calcula que la producción total de cereales se mantendrá por debajo del promedio en 2025, dado que la escasez de precipitaciones durante el inicio de la campaña retrasó la siembra y redujo el potencial de rendimiento, especialmente en las áreas de secano.
Al sur del ecuador, la subida repentina de los precios internos del maíz en el Brasil a finales de 2024 alentó a un aumento de la siembra de maíz en la campaña principal, después de que la siembra relativa a la cosecha menor de maíz, que está recogiéndose actualmente, hubiera sido inferior al promedio. Suponiendo que los patrones meteorológicos sean normales hasta el período de cosecha que comienza en junio, las expectativas de producción se mantienen positivas para 2025. En la Argentina, el potencial de rendimiento se ha visto limitado por las condiciones secas durante la siembra y las primeras etapas de crecimiento. Por ello, junto a la disminución de la siembra debido a la preocupación acerca de los brotes de la enfermedad de achaparramiento del maíz (Spiroplasma kunkelii), se estima que la producción de maíz en 2025 será inferior al promedio. En Sudáfrica, se estima que la producción total de maíz en 2025 aumentará gracias a la ampliación de la superficie dedicada al maíz blanco —impulsada por unos precios sin precedentes— y a una probable recuperación de los rendimientos tras el descenso provocado por la sequía en 2024.
Cuadros resumidos
