Las Directrices Voluntarias para lograr la sostenibilidad de la pesca buscan visibilizar, reconocer y fomentar el valioso papel de la pesca en pequeña escala y contribuir a erradicar el hambre y la pobreza.

Sonia Medina, presidenta de la Asociación local de pescadoras y pescadores de la Florida en Isla Venado, Puntarenas, comparte en Brasil los desafíos y experiencias del sector pesquero artesanal costarricense.

 Según Medina, una de las situaciones más críticas que está enfrentando el sector pesquero es el calentamiento de las aguas, la pesca ilegal y el poco acceso a los mercados.

 Sonia tiene 44 años de edad y es parte de la quinta generación de su familia que se ha dedicado tradicionalmente a la pesca, asimismo es jefa de hogar y madre de dos mujeres y un hombre.

 La pescadora participa en un encuentro que se lleva a cabo en esta semana, con organizaciones de las Comunidades Tradicionales Pesqueras de Brasil y de otros países de América Latina y el Caribe.

 “Me invitaron para representar al país junto a otro compañero para dar a conocer nuestra experiencia en el sector pesquero y también para contar sobre cómo el país ha puesto en práctica las Directrices Voluntarias para lograr la sostenibilidad de la pesca en pequeña escala (PPE)”, comentó entusiasmada la costarricense.

 Las Directrices fueron desarrolladas como complemento al Código de Conducta para las Pesquerías Responsables presentado en el marco de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en 1995. Además, son un instrumento orientador para identificar y abordar las necesidades del sector pesquero y enfrentar la variabilidad climática.

 Las Directrices priorizan la pesca de pequeña escala frente a otros tipos de pesca, en la que se engloban todas las actividades a lo largo de la cadena de valor, realizadas por mujeres y hombres, la cual desempeña una importante función en la seguridad alimentaria y la nutrición, la erradicación de la pobreza, el desarrollo equitativo y la utilización sostenible de los recursos.

 Según Medina, mediante un decreto de Gobierno, las Directrices fueron incluidas en el Plan Nacional de Desarrollo, lo que ha permitido la participación de un pescador en la junta directiva del Instituto Costarricense de Pesca y Acuicultura (INCOPESCA), para visibilizar el plan de trabajo que está impulsando el sector pesquero artesanal.

 El INCOPESCA y la Red de Áreas Marinas de Pesca Responsable (AMPR) con el apoyo de la FAO y CoopeSolidar R.L, han promovido el proceso de implementación de las Directrices Voluntarias para lograr la sostenibilidad de la pesca artesanal a nivel nacional.

 “Hemos aprendido sobre la gobernanza compartida y a trabajar de la mano con el INCOPESCA, igualmente hemos avanzado en el reconocimiento de la labor de la mujer en la pesca. Se están rompiendo los estereotipos, mucha gente se sorprendía de que yo fuese nombrada como presidenta de la Asociación, pero aquí estoy ocupando el puesto”, comentó Medina.

 La Asociación local de pescadoras y pescadores de Florida, Isla Venado y Puntarenas se fundó en el 2010 y está integrada por 65 personas. La Asociación forma parte de la Red de AMPR que busca regular la actividad pesquera para asegurar el aprovechamiento de los recursos a largo plazo.

 La pescadora, enfatizó que en Isla Venado hay un aproximado de 30 mujeres que se dedican a la pesca artesanal.

 Las Directrices enfatizan la importancia de asegurar la participación igualitaria de las mujeres en los procesos de toma de decisiones, organizaciones, uso de tecnologías adecuadas, legislaciones y políticas favorables.

 También, poseen un estrecho lazo con la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, específicamente con el Objetivo 5, lograr la igualdad de género y el empoderamiento de todas las mujeres y niñas y el Objetivo 14, conservar y utilizar en forma sostenible los océanos, los mares y los recursos marinos para el desarrollo sostenible.

 “La situación de la mujer en las pesquerías no es fácil, porque por muchos años se ha considerado un trabajo de hombres. Sin embargo, vamos tomando un rol protagónico dentro de las organizaciones y en nuestras comunidades. La lucha más grande es que también se reconozca nuestra labor después de la pesca, en el proceso de limpieza y descabezado de camarón”, aseguró Medina.

 Los efectos del cambio climático cada vez son más visibles en el mar

 Debido al calentamiento del mar muchas especies marinas tienden a migrar hacia aguas menos cálidas.

 El cambio climático está teniendo un gran impacto en la seguridad alimentaria y nutricional. Muchas de las personas que sufren subalimentación crónica, son agricultores familiares y pescadoras y pescadores, quienes, a su vez, son los más afectados por las altas temperaturas y los desastres relacionados con el clima.

 Octavio Ramírez, Coordinador Residente de la FAO en Costa Rica, señaló que la Organización, trabaja en identificar y reducir la vulnerabilidad de los sistemas pesqueros para mejorar su resiliencia y capacidad de adaptación a las crisis, el cambio climático, la acidificación del océano y los desastres naturales.