La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, FAO, lanzó cuatro publicaciones sobre acción anticipatoria ante amenazas de desastres en América Latina y el Caribe. Con ello, busca impulsar acciones concretas de corto plazo ante pronósticos o alertas de desastre, vital para reducir impactos de desastres, en un contexto de clima cambiante.

Los fenómenos meteorológicos extremos, junto a otro tipo de amenazas, están teniendo un impacto directo en la seguridad alimentaria. De hecho, son uno de los tres principales impulsores de las crisis alimentarias, junto con los conflictos y las crisis económicas, según el Reporte Global de Crisis Alimentarias 2023, que publica la Red de Información sobre Seguridad Alimentaria.

América Latina y el Caribe es altamente sensible al impacto de los desastres y el cambio climático. Según datos de la Oficina de Naciones Unidas para la Gestión del Riesgo de Desastres, entre 1997 y 2017, uno de cada cuatro desastres en el mundo ocurrió en la región; y cerca del 53% de las pérdidas económicas mundiales por desastres relacionados con el clima fueron en América Latina y el Caribe. 

“En un contexto de necesidades humanitarias en aumento y el flagelo creciente de la inseguridad alimentaria, es urgente reducir los riesgos. Las acciones anticipatorias son una excelente opción de corto plazo para mitigar el potencial impacto de amenazas antes de que se materialicen los desastres. Permite salvar vidas y medios de vida, además de proteger la dignidad de las personas”, explicó Marion Khamis, Especialista en Gestión del Riesgo de Desastres de la FAO para América Latina y el Caribe.

Estudios de la FAO indican que, por cada 1 USD invertido en acciones anticipatorias, se pueden generar hasta 7 USD en pérdidas evitadas.

Publicaciones: acción anticipatoria con foco en protección social

Las cuatro publicaciones lanzadas se basan en las lecciones aprendidas de un proyecto regional de la FAO con trabajo en Colombia, Nicaragua y República Dominicana. La serie de documentos aborda distintas dimensiones de cómo y por qué la acción anticipatoria debe integrarse en mecanismos de protección social -como los que se activaron para la respuesta ante COVID19-, que en muchos países de la región se siguen usando para asistir a las personas afectadas por choques y desastres.

La propuesta es un cambio de paradigma que lleve a una acción anticipada, antes de que se materialice el desastre.

El informe Acciones anticipatorias a través de los sistemas de protección social, explica cómo la protección social puede ser un mecanismo efectivo para implementar acciones anticipatorias ante alertas de desastres o crisis cuando se presentan amenazas o choques que afectan a las poblaciones rurales.  explica cómo la protección social puede ser un mecanismo efectivo para implementar acciones anticipatorias ante alertas de desastres o crisis cuando se presentan amenazas o choques que afectan a las poblaciones rurales.

El documento Hacia una acción anticipatoria inclusiva, basado en la investigación de campo en esos tres países, destaca la importancia de trabajar con un enfoque inclusivo, considerando desde el inicio las diferencias entre personas al interior de las comunidades en riesgo, determinadas por categorías como el género o el origen étnico/racial, para poder entender y dar mejor respuesta a las necesidades. Los pueblos indígenas y afrodescendientes conforman una alta proporción de la población rural en América Latina y el Caribe y, al igual que las mujeres rurales, se encuentran en una situación especialmente vulnerable ante amenazas de desastre, crisis y cambio climático.

Las orientaciones prácticas ¿Cómo articular la acción anticipatoria y la protección social desde un enfoque inclusivo?, indican cómo los actores de Gobierno y de la cooperación pueden planificar y materializar procesos de vinculación entre las políticas gubernamentales, la protección social y las acciones anticipatorias con enfoque de inclusión.

Finalmente, la Metodología para analizar la viabilidad de articular la acción anticipatoria con la protección social desde un enfoque inclusivo, ayudará a producir evidencia clave para dicho proceso; con énfasis en las inclusiones de personas rurales vulnerables cuyos medios de vida agrícolas y seguridad alimentaria se ven amenazados por desastres.

Acción anticipatoria ante El Niño

La FAO da apoyo en acciones anticipatorias a un total de 18 países alrededor del mundo en el marco de un programa global de acción anticipatoria ante el Fenómeno de El Niño, 8 de los cuales se encuentran en América Latina y el Caribe: Honduras, El Salvador, Guatemala, Nicaragua, Bolivia, Venezuela, Colombia y Ecuador, movilizando USD 6,28 millones, y llegando a 121.437 personas rurales en la región. Además, presta asistencia técnica a Paraguay y República Dominicana en estas materias.

Las acciones incluyen diversas medidas para paliar el potencial impacto de sequías e inundaciones en medios de vida rurales y seguridad alimentaria, además de fortalecer sistemas de alerta temprana y otras capacidades esenciales para la resiliencia de los países.