SEMILLAS OLEAGINOSAS, ACEITES Y HARINAS^1/

PRECIOS2/

La difícil situación del mercado debería mejorar en los meses venideros, y los precios bajarían algo

El aumento constante de los precios internacionales de las semillas oleaginosas, aceites y harinas que comenzó en 2006 ha continuado durante la primera mitad de la temporada actual (octubre de 2007-septiembre de 2008). En enero-marzo de 2008, en correspondencia con el segundo trimestre de la campaña 2007/08, los precios alcanzaron nuevas máximas: por término medio, el índice de precios de la FAO para las harinas y tortas subió un 29 por ciento y 70 por ciento respecto a los valores correspondientes a 2006/07 y 2005/06, respectivamente. Para las semillas oleaginosas y los aceites y grasas el aumento fue incluso mayor, habiendo el índice subido en un 94 por ciento con respecto al año pasado y en un 140 por ciento con respecto a 2006.

 

La fuerza persistente de los precios desde principios de 2007/08 se debe a unas perspectivas mundiales más difíciles para la oferta y la demanda de semillas oleaginosas y productos derivados, así como a las repercusiones de los mercados mundiales de cereales. En 2007/08, la merma de la producción mundial de semillas oleaginosas comporta un crecimiento menor de los suministros mundiales de aceites y grasas y un descenso sin precedentes de los suministros de harina. Si a ello se suma una ulterior expansión de la demanda mundial de aceites y harinas para el consumo humano, piensos y energía, es inevitable que hayan disminuido las reservas (especialmente de harinas oleaginosas), y que las relaciones críticamente bajas entre las existencias y la utilización correspondientes tanto a los aceites como a las harinas hayan hecho subir los precios internacionales. En los últimos meses, los precios internacionales también han sido particularmente volátiles, ya que el mercado respondió de forma brusca a fenómenos meteorológicos imprevistos y a los ajustes repentinos de las políticas comerciales en algunos países exportadores e importadores. Además, las alzas de los precios y sus fluctuaciones irregulares han hecho menos previsibles las importaciones de países como China y la India, y han aportado mayor inestabilidad a los mercados mundiales.

 

Dado que los pronósticos actuales para la próxima campaña comercial apuntan a una marcada recuperación de las plantaciones mundiales de semillas oleaginosas y, por consiguiente, de la producción en 2008/09, la producción total de aceites y harinas sería suficiente para satisfacer la demanda. Como consecuencia, los precios de las semillas oleaginosas y de los productos derivados podrían estabilizarse y, posiblemente, debilitarse durante el resto de la presente campaña y a principios de 2008/09, siempre que se realice efectivamente el aumento previsto de las plantaciones y las condiciones atmosféricas evolucionen normalmente. El mercado de futuros parece apuntar en la misma dirección: después de subir constantemente en marzo pasado, los precios de los futuros de soja (contratos CBOT para septiembre de 2008) comenzaron a bajar, y a principios de mayo se comercializaron a niveles semejantes a los de cuatro meses antes, es decir, alrededor de 460 USD por tonelada, cerca de 100 USD menos que el nivel máximo registrado en marzo. Considerando, sin embargo, que los aumentos previstos en la producción no permitirían más que una recuperación parcial de las existencias mundiales y de las relaciones entre las existencias y la utilización, los precios deberían mantenerse muy por encima de los valores correspondientes al año pasado. De hecho, a principios de mayo de 2008, los contratos CBOT de soja se comercializaron en alrededor de 180 USD más que a principios de mayo de 2007 (o sea, en más del 60 por ciento).

Un descenso prolongado y más contundente en los precios es improbable, porque cabe suponer que ante un primer retroceso de los precios se reavive la demanda de aceites vegetales como materia prima para biocombustibles (siempre y cuando los precios de los aceites minerales se mantuvieran en los niveles máximos actuales). Por otro lado, si algunos de los principales países consumidores decidieran ajustar a la baja sus objetivos nacionales de consumo obligatorio de biocombustible, los precios de los aceites vegetales podrían experimentar un debilitamiento considerable.

Considerando que probablemente los mercados de semillas oleaginosas sigan relativamente poco activos, la volatilidad de los precios debería seguir siendo alta en los meses venideros. Cualquier sorpresa, como la posibilidad de condiciones atmosféricas adversas en los países del hemisferio norte (y, correlativamente, las variaciones en las decisiones de siembra y en el desarrollo de los cultivos) afectaría fuertemente a los precios del mercado mundial. La incertidumbre acerca de las políticas gubernamentales futuras en materia de biocombustibles y comercio contribuirá también a la inestabilidad del mercado.

 

SEMILLAS OLEAGINOSAS

Para 2007/08 se confirma una disminución sin precedentes de la producción mundial de semillas oleaginosas

Se pronostica que la producción mundial de semillas oleaginosas descenderá un 3 por ciento, debido principalmente a una producción menor de soja. En comparación con 2006/07, la producción de soja debería disminuir en un 6 por ciento, mientras la de girasol descendería un 5 por ciento. La expansión prevista en la producción mundial de colza, maní, almendra de palma y copra no será suficiente para compensar las mermas previstas para la soja y el girasol. El descenso de la producción total de semillas oleaginosas se debe principalmente a una competencia mayor de los cereales, principalmente en los Estados Unidos pero también en China y en los países de la CEI, y a las condiciones atmosféricas desfavorables imperantes en las principales regiones productoras.

Con respecto a la soja, las plantaciones de los Estados Unidos han descendido un 16 por ciento, debido a que los agricultores reemplazaron la soja por maíz. Por consiguiente, la producción descendió a 70 millones de toneladas, alrededor de un 18 por ciento por debajo de la media de las tres últimas campañas. Análogamente, en China, la producción ha disminuido en un 12 por ciento anual, debido a una contracción en la superficie y los rendimientos. Como respuesta a estas reducciones, los productores de soja de América del Sur, donde se está recogiendo actualmente la cosecha de 2007/08, han aumentado considerablemente las plantaciones. Ello no obstante, se estima que la producción total de la región aumentará sólo un 3 por ciento debido a que, como consecuencia de condiciones atmosféricas desfavorables, los rendimientos han registrado mejoras sólo limitadas, o no han mejorado en absoluto. En cuanto al girasol, se confirma el descenso de la producción mundial en la presente campaña, debido principalmente a las malas cosechas obtenidas en la Unión Europea, la Federación de Rusia y Ucrania, y a pesar de una cosecha sin precedentes recogida últimamente en la Argentina. Se ratifica que la producción mundial de colza experimentará un aumento marginal. Una demanda sólida y los precios altos estimularon el aumento de la superficie en algunos países (salvo China y la India), pero el mal tiempo redujo los rendimientos en la mayor parte de las regiones productoras. También se estima que la producción mundial de maní ha aumentado, debido principalmente a los resultados mejores obtenidos por la India.

Cuadro 5. Producción mundial de las principales semillas oleaginosas

ACEITES Y GRASAS3/

Los suministros mundiales de aceites y grasas aumentarían sólo moderadamente en 2007/08

Las estimaciones de la campaña de 2007/08 se traducen en un aumento de la producción mundial de aceites y grasas de menos del 2 por ciento, semejante al de la última campaña pero muy por debajo de los aumentos experimentados en las tres campañas anteriores. Los aceites de palma, almendra de palma, copra y maní deberían registrar aumentos considerables, pero el marcado descenso de la producción de los aceites de soja y girasol y el estancamiento de la producción de aceite de colza está deprimiendo el crecimiento global. Según los pronósticos, por sí sólo la producción del aceite de soja descenderá cerca de un 6 por ciento a 36 millones de toneladas. En cambio, son positivas las perspectivas para los aceites tropicales: el aceite de palma debería reanudar su expansión, con una producción situada en un nivel máximo de 42 millones de toneladas, ya que se pronostica que las producciones en Malasia e Indonesia aumentarán un 9 y 11 por ciento, respectivamente. En Malasia, el crecimiento se ve sostenido principalmente por las mejoras en los rendimientos, mientras en Indonesia la expansión se ve impulsada por un ulterior aumento de la superficie cultivada. En cuanto a los suministros mundiales de aceites y grasas (es decir, las existencias iniciales más la producción de 2007/08), se estima que aumentarán sólo en un 2 por ciento, frente a un crecimiento medio anual de 5 por ciento registrado en los últimos años.

Desaceleración del consumo de aceites y grasas por influencia de los precios altos

Por influencia de los precios excepcionalmente elevados, la expansión anual del consumo mundial de aceites y grasas debería reducirse a un 3 por ciento en 2007/08, frente a un 5 por ciento aproximadamente registrado en los últimos años. Los factores subyacentes a esta desaceleración parecieran ser la demanda menos dinámica en los países desarrollados y una menor utilización no alimentaria. En la Unión Europea, el crecimiento anual se estima en un 2 por ciento, en comparación con una media de 7 por ciento en las tres últimas campañas, mientras en los Estados Unidos el consumo no aumentará. En cambio, debería continuar aumentando marcadamente el consumo en China, impulsado por un crecimiento fuerte y constante de los ingresos y de la población. También en la India y otros países de Asia debería continuar aumentando el consumo, aunque a un ritmo menor que en los últimos años, ya que los consumidores han de vérselas con el aumento de los precios internos. El aceite de palma debería representar alrededor de dos tercios del aumento del consumo mundial de la presente campaña, y su porcentaje en la utilización total de aceite debería aumentar a 26 por ciento.

Aunque se prevé que el consumo mundial de biocombustibles aumente ulteriormente en 2007/08, el mercado del biodiesel basado en el aceite vegetal debería crecer a un ritmo menor por el hecho de que el aumento rápido de los precios de las materias primas está reduciendo sus márgenes de utilidad. En la Unión Europea, la disminución de los incentivos para el consumo de biocombustible en algunos países (en particular Alemania) y la creciente importación de biodiesel de ultramar están reduciendo la demanda de aceite vegetal por parte de las empresas de transformación locales. La expansión de la industria de biodiesel de la Unión Europea se ha interrumpido temporalmente, y se informa que las fábricas están funcionando muy por debajo de su capacidad. Según se prevé, la utilización del aceite de colza por parte de las fábricas de biodiesel de la Unión Europea se mantendrá invariada o descenderá ligeramente durante 2007/08. En los Estados Unidos, donde la utilización del aceite de soja para la producción de biodiesel casi se duplicó en 2006/07, se estima que la demanda aumentará sólo un 5-6 por ciento durante la presente campaña. Aunque el aumento de los precios de los aceites vegetales también está afectando a las industrias de biodiesel en los países en desarrollo (por ejemplo Argentina y Malasia), las perspectivas de crecimiento parecen mejores, porque los márgenes de beneficio son mayores y el biodiesel se produce tanto para los mercados internos como para los mercados de exportación. A escala mundial, un crecimiento ulterior de la utilización de aceites vegetales como materia prima para biocombustible debería ir aparejado con una expansión del comercio mundial de biodiesel.

Fuerte contracción de las existencias mundiales de aceites y grasas

Las estimaciones más recientes para 2007/08 confirman que la producción mundial de aceites y grasas será inferior al consumo mundial, previéndose que el déficit determine una reducción del 10 por ciento de las reservas mundiales. El descenso se debe principalmente a la situación en los Estados Unidos, donde el recurso a las reservas totales de aceite de soja (es decir, las existencias de aceite más el aceite contenido en las semillas almacenadas), necesario para compensar la contracción de la cosecha de la presente campaña, se estima en 2,1 millones de toneladas, o sea la mitad de las existencias iniciales de la presente campaña. También se prevén reducciones considerables en las existencias de Argentina (soja y aceite de soja), Canadá, China y la India (colza y aceite de colza), y de la Unión Europea y la Federación de Rusia (girasol y aceite de girasol). En cambio, se prevé que las existencias asiáticas de aceite de palma se acercarán a los 5 millones de toneladas, un 16 por ciento más que en la campaña anterior. En general, estas estimaciones suponen un descenso de casi dos puntos porcentuales en la relación mundial entre las existencias y la utilización, lo que explica el reciente fortalecimiento de los precios internacionales del aceite vegetal.

Se estima que el comercio mundial de aceites y grasas aumentará ulteriormente

En 2007/08, se prevé que el volumen total de envíos de aceites y grasas excederá de los 80 millones de toneladas (en términos de aceites y grasas, más el aceite contenido en las semillas oleaginosas comercializadas), lo que supone un incremento medio anual de alrededor de 5-6 por ciento. El aceite de palma representará la mayor parte de la expansión prevista, mientras el aceite de soja jugará un papel menos importante del habitual. Se prevé un descenso apreciable de los envíos mundiales de aceite de girasol, debido a la escasez de suministros en la Federación de Rusia y Ucrania. Mientras el comercio de aceites vegetales destinados a la producción de biocombustible no debería cambiar mucho, los envíos del producto final de biodiesel basado en aceite vegetal van cobrando importancia. Supuestamente, en 2008 la Unión Europea por sí sola podría importar 1,5 millones de toneladas de biodiesel.

Como ya se anticipó, los países en desarrollo de Asia, principalmente China, representarán la mayor parte del aumento previsto en las importaciones mundiales. En China, los déficit de producción interna han acentuado el déficit de suministros del país, y aumentado las necesidades de importación en un 18 por ciento, o sea 2,6 millones de toneladas. Se prevé que las compras del resto de Asia aumentarán en torno a un 3 por ciento. En algunos países en desarrollo que dependen de las importaciones, principalmente la India, las importaciones se han visto afectadas por las medidas de política gubernamentales destinadas a reducir la exposición de los consumidores a los precios altos. En la Unión Europea, se prevé que las importaciones se mantendrán semejantes a las del año pasado, lo que supone que el aumento del consumo tendrá que satisfacerse principalmente recurriendo a las reservas y a las exportaciones.

 

En cuanto a las exportaciones mundiales, se estima que se intensificará la dependencia con respecto a los suministros sudamericanos. Se prevén envíos sin precedentes de soja del Brasil. También deberían aumentar los envíos de la Argentina, aunque últimamente las corrientes comerciales se han visto perturbadas por las huelgas contra las retenciones. En los Estados Unidos, los exportadores deberían estar en condiciones de mantener los niveles de envíos de la última campaña gracias a una liberación considerable de reservas de soja. Entre tanto, las importaciones nacionales de aceite vegetal deberían aumentar ulteriormente, con objeto de satisfacer la creciente demanda de las fábricas de biodiesel. Los envíos mundiales de aceite de girasol deberían descender de forma pronunciada ya que algunos gobiernos, principalmente en Ucrania, impusieron restricciones a la exportación para impedir la escasez en el mercado interno. Con respecto al aceite de palma, se estima que el aumento de las exportaciones mundiales se acelerará, ya que los envíos de Indonesia y Malasia excederán de 14 millones de toneladas y 15 millones de toneladas, respectivamente. Se estima que en 2007/08 el comercio mundial de palma y soja (aceites y grasas, más el aceite contenido en las semillas oleaginosas comercializadas) alcanzará conjuntamente el 72 por ciento.

HARINAS Y TORTAS4/

El marcado descenso en la producción de harina hace bajar el suministro total de harinas y tortas

Las actuales perspectivas negativas para las cosechas de semillas oleaginosas de 2007/08, y en particular la pronunciada disminución de la producción de soja en los Estados Unidos, deberían traducirse en una disminución sin precedentes del 4 por ciento, equivalente a 9 millones de toneladas, en la producción mundial de harinas y tortas. A los Estados Unidos se atribuye el descenso de la producción mundial de harina de soja, previsto en 10 millones de toneladas (6 por ciento). También podría descender considerablemente la producción de harina de girasol, mientras se prevén aumentos moderados para la mayoría de las otras harinas y tortas. El descenso en la producción total de harinas se concentrará en China y los Estados Unidos, compensado en parte por una mayor producción en el Brasil, la India y el Paraguay. Se confirma que descenderán los suministros mundiales de harinas y tortas (es decir, la producción de 2007/08 más las existencias finales de 2006/07), lo que marcará un cambio radical respecto a las tendencias pasadas.

Cuadro 6. Panorama del mercado mundial de semillas y productos oleaginosos

El consumo de harinas y tortas se expande ulteriormente, a pesar de los precios excepcionalmente elevados

En 2007/08, el consumo mundial de harinas (expresada en equivalente de proteínas) se estima que aumentará más de un 5 por ciento, o sea 5,3 millones de toneladas. La harina de soja debería representar la mayor parte del aumento previsto en el consumo mundial. Se prevé que la utilización total seguirá subiendo a pesar de los precios excepcionalmente altos, a causa principalmente de que en Asia, y especialmente China, continúa expandiéndose el consumo de productos animales. El aumento en la demanda mundial de harinas deriva también de la excepcional escasez, y consiguiente aumento de precios, de los cereales forrajeros a escala mundial, que está alentando a la compleja industria de piensos a reemplazarlos con otros productos, principalmente harinas oleaginosas. Esta situación se aplica en particular a la Unión Europea, donde se estima que el consumo de harinas crecerá alrededor de un 5 por ciento.

Inevitable un brusco descenso en las existencias mundiales de harinas y tortas

Debido a la marcada restricción de los suministros de harinas durante la presente campaña, con objeto de satisfacer la demanda se hará necesaria una reducción importante de las existencias (referidas tanto a las harinas como a la harina contenida en las semillas oleaginosas almacenadas). Se estima que las reservas mundiales descenderán casi un 28 por ciento. Esta disminución excepcional refleja primordialmente la situación de la soja y de la harina de soja. La situación se refiere principalmente a los Estados Unidos, donde se estima que las existencias totales disminuirán cerca de un 75 por ciento tras la liberación de más de 11 millones de toneladas de soja. Como consecuencia, se estima que la relación mundial entre las existencias y la utilización descenderá de forma pronunciada (de 18 a menos de 13 por ciento), lo que cancelaría los aumentos registrados durante las tres últimas campañas y explicaría la persistente firmeza de los precios internacionales de las harinas.

Se prevé una aceleración en el comercio mundial de las harinas

Según los pronósticos, el comercio mundial de harinas y tortas (incluido el equivalente de harina de las semillas oleaginosas comercializadas) alcanzará un nivel sin precedentes de 147 millones de toneladas en 2007/08, lo que supone un incremento anual del 9 por ciento. Como en años anteriores, se presume que el aumento se deba principalmente a la soja y a la harina de soja. En cuanto a las otras harinas, se prevé un descenso de los envíos de harina de girasol. Se supone que la mayor parte del aumento previsto en las importaciones mundiales se producirá en Asia. Nada más que en China, donde se estima que las compras totales aumentaron respecto al año pasado en alrededor de 5,7 millones de toneladas (más del 20 por ciento), unas malas cosechas redujeron marcadamente la producción de harina de los cultivos nacionales, lo cual, combinado con el aumento constante de la demanda de piensos, empujará las importaciones totales del país a un volumen máximo de 30 millones de toneladas. Este volumen de importaciones implica que alrededor del 60 por ciento de las necesidades de harina del país se abastecerá desde el exterior, lo que representa un altísimo grado de dependencia de las importaciones. Entre los otros compradores asiáticos que deberían aumentar sus compras figuran Indonesia, la República de Corea y Filipinas. Con un volumen de 44 millones de toneladas, se prevé que la Unión Europea siga siendo el mayor comprador mundial de harinas en el mercado internacional. El 4 por ciento de aumento anual estimado se atribuye principalmente al rápido aumento de los precios de los cereales forrajeros, que alentará a las fábricas de piensos de la Unión Europea a utilizar más harinas oleaginosas.

 

Con respecto a las exportaciones, la liberación de una cuantía grande de reservas de soja ayudará a los Estados Unidos a contener el descenso de sus envíos de harina a menos del 4 por ciento. Entre tanto, el mercado mundial debería aumentar su dependencia de los suministros sudamericanos. En base a las estimaciones actuales de la producción, los envíos de la región aumentarán en más de 12 millones de toneladas (16 por ciento), con dos abastecedores principales, Argentina y Brasil, que representan alrededor de 6 millones de toneladas y 4 millones de toneladas, respectivamente. Las estimaciones de las exportaciones de Argentina acaban de revisarse a la baja, a raíz de las perturbaciones de las operaciones de exportación durante las huelgas registradas últimamente en el país. Paraguay, con envíos totales cercanos a los 6 millones de toneladas (comparados con alrededor de 3 millones de toneladas de hace dos años), está emergiendo como otro proveedor importante en la región. En 2007/08, casi el 60 por ciento de los suministros exportables mundiales debería proceder de estos tres países. Tras unas cosechas abundantes, se prevé que los envíos de harina de la India excedan de los 6 millones de toneladas (con un aumento anual de 17 por ciento), impulsados por el interés de los compradores de Asia de importar de fuentes cercanas, debido al aumento considerable de los fletes internacionales.

PERSPECTIVAS PARA 2008/09

Mercados más equilibrados, especialmente en los sectores de los aceites y grasas

Supuestamente, los agricultores responderán a los precios persistentemente altos de las semillas oleaginosas y a las perspectivas de continuo crecimiento de la demanda aumentando considerablemente la superficie sembrada con cultivos oleaginosos destinados al mercadeo en 2008/09. El aumento de la superficie debería registrarse principalmente en el caso de la soja, que recuperaría una buena parte del terreno dedicado a los cereales durante la campaña actual. Como consecuencia, tras el descenso excepcional experimentado en la presente campaña, la producción total de cultivos oleaginosos podría subir a nuevos niveles máximos, suponiendo condiciones atmosféricas normales y rendimientos medios. En base a los primeros pronósticos provisionales, la producción mundial de soja podría exceder de 240 millones de toneladas, un 9-10 por ciento más que en la campaña actual y un 3 por ciento más que el récord anterior alcanzado en 2006/07. Los otros cultivos oleaginosos, en particular la colza, podrían también alcanzar altas excepcionales, a la vez que también se prevén aumentos ulteriores en las superficies cultivadas con palma de aceite.

Las siembras de primavera de los cultivos oleaginosos de 2008/09 comenzarán de lleno dentro de poco en el hemisferio norte, mientras en el hemisferio sur las siembras de la nueva campaña recién comenzarán hacia fin de año. Según estimaciones provisionales, las siembras de soja aumentarán en un 18 por ciento en los Estados Unidos, a expensas principalmente del maíz y el algodón pero gracias también a las nuevas tierras productivas y a una probable expansión del doble cultivo. Como consecuencia, y suponiendo condiciones de crecimiento normales, la producción del país podría aumentar en alrededor de 14 millones de toneladas (o sea 20 por ciento) comparada con la de la campaña actual, pero disminuir en un 2-3 por ciento con respecto a 2006/07. En China, se pronostica que la producción de soja aumentará alrededor de un 14 por ciento, pero también en este caso la producción podría situarse por debajo de las marcas máximas nacionales. Según pronósticos provisionales, la producción de soja sudamericana, que se recogerá a principios de 2009, aumentará otro 3-4 por ciento, o sea cerca de 5 millones de toneladas, suponiendo condiciones atmosféricas normales. Sin embargo, estos pronósticos están sujetos todavía a una gran incertidumbre, sobre todo respecto al impacto de los precios futuros del aceite mineral en los costos de producción y del transporte, al nivel que tendrán los impuestos a la exportación en la Argentina, y a la aparición de nuevas iniciativas, por ejemplo en Brasil, destinadas a ampliar las plantaciones de soja por razones ambientales.

Análogamente, se prevé una recuperación de la producción de girasol de 2008/09 en la Unión Europea, la Federación de Rusia y Ucrania, aunque no tanta como para igualar los niveles anteriores. La producción mundial de algodón podría descender, si se considera que en los Estados Unidos es probable que una parte de la expansión de la superficie de soja se produzca a expensas del algodón. En cambio, podrían obtenerse cosechas de colza sin precedentes o cercanas a niveles máximos en Canadá, la Unión Europea y Europa Oriental. En China, sin embargo, no es probable que la producción de colza se recupere del nivel bajo de la presente campaña.

En general, los pronósticos anteriores indican que la poca actividad actual de los mercados mundiales de semillas oleaginosas y productos derivados podría cambiar positivamente con el comienzo de la nueva campaña comercial. En 2008/09, la producción de aceites y harinas debería ser suficiente para atender las necesidades de consumo. Sin embargo, es probable que los niveles bajos de las existencias actuales pesen en el mercado durante 2008/09. En el curso de la próxima campaña, se podría lograr una plena recuperación de las existencias mundiales de aceites y grasas, pero probablemente no se pueda decir lo mismo de las harinas. Tomando como factor de cálculo la demanda prevista, se prevé que mejoren las relaciones entre las existencias y la utilización, aunque quedando por debajo de los niveles anteriores a la disminución de la presente campaña, especialmente en el caso de las harinas oleaginosas, que, dada la probabilidad de que continúe la atonía en los mercados mundiales del maíz, podría ser objeto de una demanda fuerte.

En base a las proyecciones actuales sobre el mercado en 2008/09, para el resto de la campaña actual y principios de 2008/09 se prevé que los precios internacionales de las semillas oleaginosas, los aceites y harinas se estabilicen en torno a los niveles actuales, o algo más abajo en el caso de los aceites.

1.  Casi todo el volumen de los cultivos oleaginosos recogido en todo el mundo se moltura con objeto de obtener aceites y grasas para la nutrición humana o para fines industriales, y las tortas y harinas se utilizan como ingredientes en los piensos. Por lo tanto, en vez de referirse a las semillas oleaginosas, el análisis de la situación del mercado se realiza principalmente en términos de aceites/grasas y de tortas/harinas. En consecuencia, los datos sobre la producción de aceites (tortas) derivados de semillas oleaginosas se refieren al equivalente en aceite (torta) de la producción actual de las semillas oleaginosas pertinentes, y no reflejan los resultados de la molturación efectiva de semillas oleaginosas ni tienen en cuenta las variaciones en las existencias de semillas oleaginosas. Además, los datos sobre el comercio y las existencias de aceites y tortas se refieren al comercio y las existencias de aceites y tortas más el equivalente en aceite (tortas) del comercio y las existencias de semillas oleaginosas.

2.  Para una información detallada sobre los precios y los índices correspondientes, véase el Cuadro A-24 del Apéndice.

3.  La presente sección se refiere a los aceites de todos los orígenes que, además de los productos derivados de los cultivos oleaginosos examinados en la sección sobre semillas oleaginosas, comprende el aceite de palma y los aceites de origen marino, así como las grasas de origen animal.

4.  La presente sección se refiere a las harinas de todos los orígenes que, además de los productos derivados de los cultivos oleaginosos examinados en la sección sobre semillas oleaginosas, comprende la harina de pescado así como las harinas de origen animal.