FAO en El Salvador

Rosa Amparo Díaz: defender la naturaleza es defender el mañana

10/01/2023

Rosa Amparo Díaz Cruz, de 42 años, vive en el cantón El Escarbadero (Estanzuelas, Usulután). Lidera la Asociación de Mujeres para el Desarrollo de Estanzuelas (AMUDES), conformado por cinco comunidades que se organizaron para enfrentar el deterioro ambiental de la zona, que ha causado una reducción en el caudal del río Siguanaba, poniendo en riesgo a 600 familias El Escarbadero, El Carreto, Condadillo, Potrerito, San Juan y Tecomatal. La escasez de agua amenaza también la producción de hortalizas, actividad a la cual se dedica Rosa y la mayoría de las “Mujeres Emprendedoras” organizadas en AMUDES.

“Nosotras, como mujeres, somos escuchadas, pero estando unidas. Nuestro trabajo debe ser valorado, es una muestra que somos capaces de seguir adelante. En nuestro quehacer no tenemos límites”, afirmó Rosa., y explicó que el grupo de mujeres tomó la decisión de establecer un vivero forestal comunitario “porque defender la naturaleza es defender el mañana y a las nuevas generaciones a quienes como como mujeres también les damos vida”.

Primero recibieron una dotación de árboles frutales de la Comisión Ejecutiva Hidroeléctrica del Río Lempa (CEL), luego se integraron al proyecto “Aumento de las medidas de resiliencia climática en los agroecosistemas del corredor seco de El Salvador” (Reclima), ejecutado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Fondo de Inversión Ambiental de El Salvador (FIAES) y el Gobierno de El Salvador, a través del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) y el apoyo financiero del Green Climate Fund (GCF), o Fondo Verde del Clima.

Reclima aportó insumos, como tierra, bolsas y semillas, y formó a las mujeres en temas organizacionales, así como en buenas prácticas para el manejo de las semillas y las plantas.

“El trabajo que realizamos en el vivero es importante porque sabemos que a través de esta iniciativa podemos contribuir a la restauración y protección de las cuencas del río y así cuidar el medio ambiente y nuestros medios de vida”, dijo Rosa.

La iniciativa les ha permitido, de acuerdo a Rosa, tener nuevos aprendizajes y experiencias, como el manejo de tierra y arena, la siembra y reproducción de semillas de especies forestales.

Liderar el vivero ha sido una experiencia importante, ya que, en palabras de Rosa han logrado que “todo el trabajo se distribuya de manera equitativa entre mujeres, y se ha ido involucrando a más personas de otros cantones”, incluidos algunos hombres que en un inicio se mostraron escépticos de que las mujeres pudieran mantener el vivero.

El vivero que lidera Rosa Amparo es uno de 33 que han sido fortalecidos o establecidos por el proyecto Reclima en coordinación con comunidades, pueblos indígenas, pueblos afrodescendientes, municipalidades y grupos de jóvenes, para la producción de plantas que servirán para la restauración de unas 17,000 hectáreas de tierras degradadas, una de las grandes metas del proyecto.