FAO en Guatemala

No dejar a nadie atrás: poner fin a la violencia contra las mujeres y las niñas

22/11/2017

En el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer, el Sistema de las Naciones Unidas en Guatemala reafirma que la violencia contra las mujeres y las niñas es una de las violaciones de derechos humanos más extendidas, persistentes y devastadoras del mundo. Reitera que es necesario terminar con la discriminación y la desvalorización social por razones de género que afectan a todas las mujeres a lo largo de la vida. Hacen un llamado a las instituciones estatales y la sociedad en su conjunto -hombres y mujeres-, para poner fin a este flagelo por medio de sostenidos y enérgicos esfuerzos que pongan en primer plano a las mujeres más desfavorecidas y marginadas.

En Guatemala, el delito de violencia contra la mujer sigue siendo la actividad criminal más frecuente y con mayor impacto. Entre enero y octubre de 2017, el Ministerio Público registró un total de 51,742 denuncias de esta índole. También registró 10,963 denuncias de delitos sexuales a mujeres adultas, adolescentes y niñas. Asimismo, reportó 877 muertes violentas de mujeres, incluidos femicidios, con una frecuencia de 88 mujeres, adolescentes y niñas víctimas por mes. El Registro Nacional de las Personas (RENAP/según monitoreo del Observatorio de Sexual y Reproductiva, OSAR, enero al 25 de septiembre) reportó 54,114 nacimientos en madres de 10 a 19 años; de los cuales 1,826 correspondieron a niñas-madres menores de 14 años - considerados delitos de violencia sexual acorde a la legislación guatemalteca.

La igualdad entre los géneros y la eliminación de la violencia contra las mujeres y niñas es la base necesaria para conseguir un mundo pacífico, próspero y sostenible. La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible establece una meta concreta a los Estados Miembros, entre ellos Guatemala, para eliminar todas las formas de violencia contra todas las mujeres y las niñas en los ámbitos públicos y privados, incluidas la trata y la explotación sexual y otros tipos de explotación. Este es un compromiso ineludible e impostergable.

La campaña del Secretario General de las Naciones Unidas – ÚNETE, reforzando el compromiso del derecho de todas las mujeres y niñas a una vida libre de violencia, bajo el lema de los Objetivos de Desarrollo Sostenible ‘no dejar a nadie atrás’ se ha enfocado este año en alcanzar a las mujeres más desatendidas y marginadas. Es necesario resaltar que las mujeres y niñas que viven con discapacidades, con VIH, en procesos de desplazamiento o migración, privadas de libertad, en albergues por desastres y las que residen en áreas rurales, sufren además discriminación múltiple.

El Sistema de las Naciones Unidas reitera su compromiso para acompañar al Estado de Guatemala en los esfuerzos que permitan garantizar el derecho de las mujeres y niñas a una vida libre de violencia y discriminación. Hace un llamado para que todas y todos juntos, hombres y mujeres de diversos sectores, se unan al reto de prevenir y poner fin a la violencia que afecta a las mujeres y niñas en sus hogares, las calles, el transporte público, las universidades, sus trabajos, entre otros, promoviendo acciones que no dejen a nadie atrás.

En el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer, el Sistema de las Naciones Unidas en Guatemala reafirma que la violencia contra las mujeres y las niñas es una de las violaciones de derechos humanos más extendidas, persistentes y devastadoras del mundo. Reitera que es necesario terminar con la discriminación y la desvalorización social por razones de género que afectan a todas las mujeres a lo largo de la vida. Hacen un llamado a las instituciones estatales y la sociedad en su conjunto -hombres y mujeres-, para poner fin a este flagelo por medio de sostenidos y enérgicos esfuerzos que pongan en primer plano a las mujeres más desfavorecidas y marginadas.

En Guatemala, el delito de violencia contra la mujer sigue siendo la actividad criminal más frecuente y con mayor impacto. Entre enero y octubre de 2017, el Ministerio Público registró un total de 51,742 denuncias de esta índole. También registró 10,963 denuncias de delitos sexuales a mujeres adultas, adolescentes y niñas. Asimismo, reportó 877 muertes violentas de mujeres, incluidos femicidios, con una frecuencia de 88 mujeres, adolescentes y niñas víctimas por mes. El Registro Nacional de las Personas (RENAP/según monitoreo del Observatorio de Sexual y Reproductiva, OSAR, enero al 25 de septiembre) reportó 54,114 nacimientos en madres de 10 a 19 años; de los cuales 1,826 correspondieron a niñas-madres menores de 14 años - considerados delitos de violencia sexual acorde a la legislación guatemalteca.

La igualdad entre los géneros y la eliminación de la violencia contra las mujeres y niñas es la base necesaria para conseguir un mundo pacífico, próspero y sostenible. La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible establece una meta concreta a los Estados Miembros, entre ellos Guatemala, para eliminar todas las formas de violencia contra todas las mujeres y las niñas en los ámbitos públicos y privados, incluidas la trata y la explotación sexual y otros tipos de explotación. Este es un compromiso ineludible e impostergable.

La campaña del Secretario General de las Naciones Unidas – ÚNETE, reforzando el compromiso del derecho de todas las mujeres y niñas a una vida libre de violencia, bajo el lema de los Objetivos de Desarrollo Sostenible ‘no dejar a nadie atrás’ se ha enfocado este año en alcanzar a las mujeres más desatendidas y marginadas. Es necesario resaltar que las mujeres y niñas que viven con discapacidades, con VIH, en procesos de desplazamiento o migración, privadas de libertad, en albergues por desastres y las que residen en áreas rurales, sufren además discriminación múltiple.

El Sistema de las Naciones Unidas reitera su compromiso para acompañar al Estado de Guatemala en los esfuerzos que permitan garantizar el derecho de las mujeres y niñas a una vida libre de violencia y discriminación. Hace un llamado para que todas y todos juntos, hombres y mujeres de diversos sectores, se unan al reto de prevenir y poner fin a la violencia que afecta a las mujeres y niñas en sus hogares, las calles, el transporte público, las universidades, sus trabajos, entre otros, promoviendo acciones que no dejen a nadie atrás.