FAO en Guatemala

Conservación de suelos, resiliencia para el ecosistema

04/12/2019

El ecosistema en la microcuenca es sensible a los más mínimos cambios, tanto de temperatura como de comportamiento por parte de los que interactúan en ella.

En ese sentido, el manejo y la conservación del suelo de las microcuencas en áreas degradadas en los ríos Agua Caliente, en San Miguel Ixtahuacán; Taxana, en San Miguel Ixtahuacán; Chixal, en Comitancillo; Lacandón, en Concepción Tutuapa; Tzalá, en Sipacapa y Xolabaj, en Tejutla, todos en el departamento de San Marcos, Guatemala, son parte de una estrategia desarrollada por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura -FAO- por medio del Programa Conjunto de Desarrollo Rural Integral en San Marcos, con el apoyo del Ministerio de Agricultura Ganadería y Alimentación -MAGA- y las Agencias Municipales de Extensión Rural -AMER-.

El propósito de la estrategia del Programa Conjunto es promover e implementar prácticas de conservación y manejo del suelo, en áreas de recarga hídrica y bosques fragmentados. Esto, con la participación de hombres y mujeres de las comunidades para recuperar las áreas desprovistas de vegetación y conservar los servicios ecosistémicos de los bosques naturales para reducir la erosión en áreas productivas.

El Programa ha realizado cuatro investigaciones de campo para el cálculo de la erosión hídrica en cuatro de las microcuencas, lo que ha permitido conocer la cantidad de erosión por acción hídrica y cómo han contribuido las buenas prácticas de manejo de suelos para la reducción de la erosión.

La implementación de estas prácticas han motivado y facilitado el acceso a los Programas de Incentivos Forestales, del Instituto Nacional de Bosques -INAB- (PINPEP y PROBOSQUES) como herramientas para la sostenibilidad de estas prácticas. Con este soporte técnico se ha logrado implementar, barreras vivas, curvas a nivel, acequias, pozos de infiltración, sistemas agroforestales, reforestaciones, protección de bosques naturales en áreas de recarga hídrica y la protección de fuentes de agua.

En el presente año se ha logrado vincular a los programas de incentivos forestales 622 hectáreas de suelo con prácticas de manejo y conservación, lo que ha representado un monto de USD 1,674,326.00 (Q. 12,926,634.00) por los incentivos a 10 años plazo, para las familias de la región.

Como resultado de estas prácticas, se ha contribuido a evitar la ocurrencia de incendios forestales con la incorporación de materia orgánica a los suelos, evitando la erosión, contribuyendo a la infiltración en zonas de recarga hídrica y a la generación de ingresos para las familias.

En general las prácticas de manejo y conservación de suelos contribuyen a la resiliencia y adaptabilidad al cambio climático y fortalecen los servicios ecosistémicos en las microcuencas en el departamento de San Marcos.