Programa Especial para la Seguridad Alimentaria (PESA) Centroamérica

La extensión comunitaria en Guatemala: Una herramienta útil para luchar contra el hambre

17/11/2014

El gobierno de Guatemala entiende la extensión como “ el medio y el instrumento idóneo de la política agropecuaria para concretar las prioridades institucionales del sector agrícola”.

Guatemala - Para avanzar en la lucha contra el hambre es indispensable que los países cuenten con servicios de extensión que lleguen a la población rural más vulnerable, pues los datos de inseguridad alimentaria y nutricional demuestran que una importante proporción de la población subalimentada en Centroamérica vive en las áreas rurales.

La anterior es una de lecciones aprendidas de los Programas Especiales para la Seguridad Alimentaria (PESA) de Centroamérica, que durante la última década ha profundizado e implementado herramientas y metodologías de atención a las familias en situación de vulnerabilidad alimentaria articulada con las instituciones gubernamentales.

En Guatemala, se ha logrado crear el nuevo Sistema Nacional de Extensión Rural (SNER) gracias a la incidencia del PESA, sistema que está utilizando las buenas prácticas y la metodología de capacitación horizontal que el programa ejecutó durante los últimos años junto al Ministerio de Agricultura y Ganadería y Alimentación (MAGA) en el marco del Programa de Agricultura Familiar para el Fortalecimiento de la Economía Campesina (PAFEC).

Según los datos proporcionados por el Gobierno Guatemalteco, el sistema se ejecuta en 334 agencias de extensión rural del territorio nacional y se ha visto fortalecido a través de la elaboración e implementación coordinada con el MAGA de un plan de formación a los 1.002 técnicos en la temática de extensión rural.

Está dirigido a Impulsar procesos de educación no formal y en estabilizar y mejorar los sistemas campesinos de familias en subsistencia en cuanto a sus capacidades de disponibilidad y acceso a la Seguridad Alimentaria y Nutricional (SAN); aumentar la disponibilidad de la agricultura excedentaria, orientada a la autosuficiencia alimentaria del país; y facilitar la diversificación de oportunidades de acceso a mercados para el subsector agrícola comercial.

El proceso ha permitido retomar la extensión agrícola como estrategia para la atención técnica, apropiada a las familias de los pequeños y medianos agricultores (as) de las comunidades rurales a nivel nacional, para que en el mediano y largo plazo, se tenga una mayor disponibilidad de alimentos para la seguridad alimentaria y nutricional así como excedentes que generen ingresos por venta de productos alimenticios.

Por medio de una estrategia de atención dirigida al género femenino, la extensión agrícola pretende obtener un cambio en el mejoramiento del hogar, al permitir la inclusión y participación de las mujeres en el proceso de desarrollo comunitario.

Otro grupo que participa en estos procesos son los y las adolescentes, quienes por medio de la formación y capacitación a la juventud rural, así como la construc­ción de la ciudadanía, fortaleciendo los principios y valores, desarrollando destre­zas y habilidades, para mejorar sus competencias y por tanto sus oportunidades, para contribuir al desarrollo rural integral del país.