La pandemia del COVID-19 puede generar efectos importantes en el buen vivir de la población indígena y en sus medios de vida. Tomar medidas específicas para enfrentar esta situación, con un enfoque intercultural que garantice el respeto a sus derechos, es esencial.

Muchos pueblos indígenas viven en regiones remotas de difícil acceso y a menudo hasta inaccesibles. Incluso antes de esta pandemia ya experimentaban tasas más altas de riesgo para su salud y mayores necesidades. Y hoy, en plena lucha contra el COVID-19, su realidad presenta una particularidad cultural, así como una vulnerabilidad mayor que no hay que pasar por alto a la hora de implementar medidas preventivas, de tratamientos sanitarios y de seguridad alimentaria.

Ante esta notable situación de vulnerabilidad, se destacan iniciativas del Estado paraguayo para afrontar esta crisis y mitigar el impacto de la pandemia en la población indígena, como la entrega de kits de alimentos no perecederos a comunidades, tanto de la región Oriental como Occidental, procesos liderados por el Instituto Paraguayo del Indígena (INDI) y la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN).

Asimismo, el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), a través de la Dirección de Extensión Agraria (DEAg), intensifica su plan de instalación de 50 mil huertas familiares para familias indígenas y no indígenas de todo el país, con la entrega de kits de semillas que incluyen diversas hortalizas. Estas semillas son entregadas desde los Centros de Desarrollo Agropecuarios (CDA), ubicados en las cabeceras departamentales y a través de las Agencias Locales de Asistencia Técnica (ALAT), ubicadas en los diferentes distritos.

En cooperación con el MAG, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) también apoyará la implementación de planes de desarrollo e inversión post COVID-19 en 15 comunidades indígenas de cinco departamentos del país: Boquerón, Presidente Hayes, Itapúa, Caaguazú y San Pedro, como medidas para mitigar los efectos de la pandemia.

Por otro lado, y con el propósito de reducir los peligros de contagio de las comunidades indígenas, el Instituto Paraguayo del Indígena, en su carácter de institución rectora de políticas públicas para los pueblos indígenas en Paraguay, está trabajando en un Protocolo de ingreso a las comunidades indígenas en tiempo de pandemia, en el que se hace mención a las medidas de control, cuidado, y tiempo de permanencia en las comunidades. Además de un protocolo sanitario de prevención y tratamiento del COVD-19, en coordinación con el Ministerio de Salud y con la asistencia técnica de la FAO.

Es importante tener en cuenta que todos los pueblos indígenas necesitan información oportuna y precisa sobre los aspectos de la pandemia, en sus lenguas y en formatos culturalmente sensibles. En ese contexto y como medida de contingencia, la Comisión Nacional de Conmemoración del Año Internacional de las Lenguas Indígenas, con la colaboración de la Secretaría Técnica de Planificación del Desarrollo Económico y Social (STP), se abocó a la elaboración de audios con información detallada de las medidas generales para la prevención del COVID-19 en diferentes lenguas nativas: Ishir Ybytoso, Enxet, Qom, Nivaclé, Guaraní Occidental, Pai Tavytera y Aché.

Si bien la propagación del COVID-19 ha exacerbado una situación ya crítica para muchos sectores vulnerables, todavía hay tiempo para mitigar esta crisis sanitaria y sus efectos. La acción urgente ha demostrado que las medidas apropiadas adoptadas por el Gobierno desde el principio de la crisis, pueden reducir y controlar la transmisión de la enfermedad. En este sentido, es urgente que el Estado incluya un enfoque intercultural en las acciones de respuesta a la pandemia e incluya a la población indígena entre los participantes de los programas de salud pública, en igualdad de condiciones que el resto de la población.

Ante cualquier iniciativa también es elemental pensar en la sostenibilidad, y considerar el establecimiento de fondos para la reconstrucción posterior al COVID-19, y recursos públicos destinados específicamente a las necesidades de los pueblos indígenas con el fin de apoyar y restablecer sus medios de vida y economía tradicionales, y así sostener sus comunidades. En este marco, la FAO promoverá que el Equipo Impulsor del Plan Nacional de Pueblos Indígenas (PNPI), revise dicho plan a fin de incluir aspectos relativos a la recuperación de la pandemia. Además, la FAO se ha comprometido a coordinar el grupo técnico interagencial de la Organización de las Naciones Unidas en Paraguay sobre pueblos indígenas, de modo a intercambiar información y elaborar un plan de acción conjunto frente a la situación. Este plan de acción incluirá audios instructivos, en castellano y guaraní, sobre alimentación saludable, dirigido a todas las comunidades.

En este momento, es sumamente necesario que todos los sectores acompañen a las comunidades indígenas, a sus miembros, a sus luchas y a su diversidad cultural, con el compromiso de proporcionarles una atención sanitaria culturalmente aceptable y garantizar su seguridad alimentaria y nutricional.