FAO en Paraguay

En busca de mejores condiciones de vida familiar campesina: La “batalla” de don Marcial y su familia

Foto: ©FAO
13/07/2023

Apoyo técnico del MAG y FAO en el marco del proyecto de Emergencia por sequía en los departamentos de San Pedro y Caazapá.

Don Marcial sonríe luego de una larga y tensa jornada de trabajo y agradece a los técnicos la asistencia que le brindaron en su finca familiar para superar los efectos de la sequía, con la entrega de semillas, capacitaciones y, además, para tratar de mitigar los efectos de eventuales inundaciones en sus plantaciones para que sus cultivos rindan más. Durante la pasada sequía había pasado muy mal.

Ya empezaba a oscurecer cuando se volvió de revisar los trabajos que se habían realizado, y al llegar a su casa no rompió su diaria rutina de saludar con un beso a su esposa y su pequeña hija de unos tres años. Entra a una pieza, se descalza, se quita el sombrero pirí que lo acompañó todo el día, y vuelve junto al equipo de técnicos del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) y de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO) que ese día lo visitaron para verificar las tareas que se realizaron para las curvas de nivel que se hicieron en su terreno en el marco de la asistencia integral para mejorar su producción, como parte de la rehabilitación de medios de vida.

Lleva varios años instalado en unas cuantas hectáreas en la localidad de General Morínigo, departamento de Caazapá, “batallando” –como dice él- para sacar adelante a su familia, que tuvo una sentida pérdida hace unos años cuando una de sus hijas falleció producto de un extraño paro cardiaco, que él mismo lo relata como recuerdo vivo de que debe seguir trabajando para dar lo mejor a su familia. Otro de sus hijos, el mayor de 13 años, lo acompañó silencioso casi toda la tarde en el campo, caminando cerca de él, escuchando y mirando todo lo que se hacía, aprendiendo el oficio de agricultor. Otro infaltable en cada recorrida de todos los días, según cuenta Marcial, es un perro negro que no para de correr por el campo y se muestra curioso con la presencia de extraños.

“Koa nikatumoái ajapo che añó, ha upévare rogradecéterei peeme” (Esto no lo podía haber hecho solo, y por eso les agradezco mucho a ustedes), dice en jopará –mezcla del Castellano y el Guaraní-para demostrar su agradecimiento. Su esposa y su hijo no dicen nada, pero sus sonrisas acompañan lo que va diciendo.

Don Marcial y su familia forman parte del grupo de 1.500 familias agricultoras que a lo largo de casi un año y medio (desde el 2022) recibieron asistencia técnica en el marco del proyecto de Emergencia por sequía en los departamentos de San Pedro y Caazapá. Las acciones conjuntas del MAG y la FAO iniciaron por el drama que había generado una larga sequía, pero, con el tiempo y las necesidades detectadas, fueron ajustándose para ampliar el apoyo ya pensando en otros eventuales eventos climáticos.

El programa de asistencia consistió en la entrega de semillas de autoconsumo y de venta, preparación y mantenimiento de suelo, capacitación técnica para mejorar la producción, protección se semillas autóctonas como parte del fomento de “Guardianes de semillas”, la captación de agua de lluvias en sus propias fincas, y, finalmente, la instalación de curvas de nivel.

Entre yerbas, gallinas y tilapias

La finca de don Marcial Vázquez es bastante diversa y a la vista se nota que la cuida como un tesoro. Cuenta con un pequeño ganado no mayor de 10 vacas, y animales menores (gallinas, patos, cerdos). Su producción se divide en productos de autoconsumo como maíz, poroto, hortalizas y mandioca que, de acuerdo con la cantidad también van a la venta en las ferias locales, más la mandioca que los otros. Su apuesta económica fuerte está en la yerba mate, que cultiva en cantidad desde hace dos años, y la piscicultura para la reproducción de tilapias y dorados, para lo cual pudo armar unos estantes gracias a una naciente en su terreno que está en una pendiente. “De todo rojapo, porque ivairo la situación upéichante ikatuta rokaru” (Hacemos de todo porque si la situación es fea es la única forma que tenemos para comer), dice. Cuenta que pudieron superar la situación que vivieron con la sequía, pero advierte que no puede bajar los brazos para mantener su finca. 

Si no es la sequía, es la lluvia, cuenta. Es por ello que las curvas de nivel en su terreno era una necesidad porque en cada época de lluvias la producción se ve afectada.

Esta situación fue detectada precisamente en un proceso de análisis participativo con las familias campesinas, como las de don Marcial. Fueron las mismas familias las que con los técnicos del MAG y especialistas de la FAO realizaron un estudio sobre cuáles son los principales problemas para la producción familiar. Básicamente son dos: falta de agua o los efectos de la lluvia.

Al ser una intervención nueva que incluyó el ingreso de un pequeño tractor en su terreno, en este caso para la construcción de curvas de nivel, la tensión estuvo presente hasta el final del trabajo. Al ver el resultado y recibir las explicaciones técnicas sobre el beneficio y la manera de mantener su tierra, la tensión demostrada por don Marcial fue mutando a alivio reflejado en sonrisa, esa que se pudo ver en su rostro, en los de su esposa e hijos diciendo hasta luego cuando el equipo del MAG y FAO se retiraba con el compromiso de regresar para seguir acompañándolo en la “batalla” diaria para asegurar una mejor condición socioeconómica que le permita, especialmente, evitar la carencia de alimentos para su familia.

El proyecto

En Paraguay, alrededor de 1 millón de personas en áreas rurales están en alto riesgo de inseguridad alimentaria. En 2022, se estimó que la producción de alrededor de 210.000 agricultores se vería afectada en niveles severos y extremos. El número representa el 80% de los agricultores familiares de los aproximadamente 264.000 que existen en el país.

Los departamentos de San Pedro y Caazapá se encuentran entre las zonas con mayor cantidad de familias afectadas, en cuanto a la pérdida de la producción que afectará la inseguridad alimentaria y la disminución de ingresos de las familias en la agricultura familiar.

Ante este problema, a través del proyecto de emergencia, el MAG y la FAO llegan con asistencia a 8 municipios: San Pedro del Ycuamandyyú, Chore, Guajayvi y San Estanislao (departamento de San Pedro); Caazapá, General Morínigo, San Juan Nepomuceno y Tavaí (departamento de Caazapá).

Para el Ministerio de Agricultura este proyecto es muy importante porque además de ayudar a las familias afectadas por la sequía con la entrega de semillas para asegurar la alimentación, recibieron capacitaciones técnicas que les ayudará a enfrentar otros eventos y permite  también que estas buenas prácticas se repliquen en otras comunidades”, destacó el ingeniero Édgar Mayeregger, coordinador de la Unidad de Gestión de Riesgos del MAG.

“Apoyar para que las familias logren salir de la pobreza es uno de los objetivos que se busca con este tipo de proyectos que tienen una característica no asistencialista, sino de formación de capacidades. Deseamos seguir apoyando a las instituciones para disminuir sobre todo el hambre y mejorar las condiciones socioeconómicas de las familias”, remarcó Fabiola Alcorta, Oficial a Cargo de la Oficina de la FAO en Paraguay. “Que una familia salga de su condición de pobreza ya es un gran logro porque indica que las acciones que se realizan tienen un efecto positivo. Debemos continuar para que las familias repliquen las buenas prácticas”, añadió.

Entrega de semillas de autoconsumo y de venta

Como una de las primeras medidas en el marco del proyecto de Emergencia fue la entrega de semillas, que se realizó en dos momentos. Las familias recibieron asistencia con kits de semillas desde julio del 2022. En una primera etapa, fueron entregadas semillas de hortalizas de producción para autoconsumo y, en una segunda tanda, de granos básicos y frutas para autoconsumo y renta. La selección de los distritos para hacer efectiva la entrega de los kits se hizo a través de la Dirección de Extensión Agraria, del Departamento de Gestión Territorial, y la Unidad de Gestión de Riesgos, las dos instancias del MAG que lideraron el proyecto.

Antes de realizar las entregas, técnicos de campo de estas dependencias del MAG llevaron a cabo capacitaciones técnicas, dando un énfasis relevante a las buenas prácticas agrícolas. Estas capacitaciones fueron muy valoradas por las familias, ya que se realizaron en campo. Se entregaron 14 variedades de semillas entre las cuales están acelga, cebolla, lechuga, perejil, pimiento, remolacha, repollo, tomate, zanahoria y zapallito.

Sistema de captación de agua

En materia de fortalecimiento del sistema de agua, el proyecto desarrolló alternativas de sistemas hídricos resilientes en fincas de la agricultura familiar campesina, cada una con características únicas, pero con el aspecto común de la necesidad de incrementar la cobertura del suelo y uso de abonos verdes de tal manera a aumentar el contenido de materia orgánica, reducir la erosión y facilitar la infiltración de agua. Los planes desarrollados incluyeron alternativas de conservación, construcción y restauración de sistemas hídricos.

Guardianes de semillas

Las semillas para el consumo familiar son afectadas por el cambio climático y otros factores, y están en riesgo de desaparición. Ante esto, se consideró de suma importancia la conservación de ellas. En el marco del proyecto, se decidió impulsar la acción denominada “Guardianes de semillas”, para promover custodios de las especies, principalmente en las comunidades campesinas.

El objetivo de la capacitación fue contribuir al fortalecimiento de capacidades y habilidades de agricultores familiares y técnicos extensionistas del MAG en la producción y conservación de diferentes variedades de semillas.

La capacitación se realizó en comunidades de Caazapá y San Pedro comprendidas en el marco del proyecto. Participaron agricultores y agriculturas familiares, así como técnicos extensionistas que podrán ampliar los conocimientos en otras comunidades. El programa se desarrolló en tres jornadas en campo, para abordar temas como características de las semillas, producción, conservación y almacenamiento, importancia y tipos de bioinsumos.

Mesas técnicas agroclimáticas

El proyecto también contempló el desarrollo de capacitaciones para el fortalecimiento de capacidades técnicas e institucionales, para la implementación de mesas técnicas agroclimáticas en estos territorios priorizados. En la misma línea, los trabajos se enfocan también en que el Gobierno cuente con un sistema nacional de información para la evaluación de daños y pérdidas por desastres en producción agrícola en base a metodología desarrollada por FAO.

Uno de los productos del proyecto es el fortalecimiento de un sistema nacional de información para la evaluación de daños y pérdidas por desastres en producción agrícola, a través del desarrollo de una APP para reporte de datos de daños y pérdidas en la agricultura, así como una asistencia técnica para operativizar el sistema de monitoreo de sequía agrícola Agriculture Stress Index Sistem (ASIS) desarrollado por la FAO y aplicado en otros países de la región.