FAO en Paraguay

PROEZA Paraguay fomenta reforestar con árboles nativos fincas de comunidad indígena

07/09/2023

Historia. Madre indígena reconstruye su arraigo a través de la reforestación, buscando un futuro mejor para su familia.

Rebeca Gauto (32) regresó después de 12 años a la comunidad indígena Santa Carolina Avariju, donde nació. Había migrado para buscar trabajo. La comunidad está integrada por más de 100 familias pertenecientes al pueblo indígena Ava Guaraní.

El lugar se sitúa en del distrito de General Isidoro Resquín, departamento de San Pedro, a más de 300 kilómetros al noreste de Asunción. La comunidad fue fundada por su familia hace más de 60 años.

Al formar su propia familia y ante a las necesidades económicas que vivía en su comunidad, decidió migrar a Ciudad del Este, departamento de Alto Paraná, para realizar trabajo doméstico. Sin embargo, cuando en el 2020 llegó la pandemia, su situación laboral quedó en la incertidumbre.

Su regreso a la comunidad también significó la posibilidad de brindar a su hija e hijos una educación vinculada a su cultura, aprendiendo en la escuela local y con los integrantes de la comunidad.

La agricultura de subsistencia como forma de arraigo

Las familias de Santa Carolina Avariju se dedican principalmente a cultivos de autoconsumo y, en menor grado, de renta.

Complementan su economía con la cría de gallinas y cerdos; la elaboración de yerba mate para consumo y uso medicinal; la obtención de hierbas medicinales y leña del remanente de monte; la caza; la pesca y la venta de artesanías tradicionales elaboradas con madera, tacuaras, lianas y semillas.

Rebeca volvió para dedicarse a apoyar el cultivo de la chacra familiar donde producen maíz, porotos, mandioca, maní, calabazas, batatas, sandía, melón y otros frutales.

“La mayoría de nosotras compartimos con los hombres las mismas tareas que demandan los cultivos en la chacra”, cuenta.

Desde el 2022, Rebeca participa en el proyecto PROEZA Paraguay por medio del cual accedió a la posibilidad de reforestar su finca con árboles nativos como el yvyra pytã, guajayvi, urunde'ymi y el yvyra pytã, innovando las prácticas de la agricultura de subsistencia con técnicas de agroforestería implementadas como parte de la iniciativa.  

En la comunidad de Rebeca las familias optaron por modelos agroforestales que combinan el cultivo de especies de rápido crecimiento con árboles nativos; el de yerba mate con árboles nativos; cítricos con árboles nativos; y yerba mate bajo monte.

Sistemas agroforestales, oportunidades económicas y cambio climático

Rebeca explica que el proyecto PROEZA avanza en la comunidad Santa Carolina Avariju con resultados según las condiciones climáticas durante el año 2022.

“Los árboles nativos que se plantaron crecieron bien, están muy lindos ahora. Están grandes”, menciona. Sin embargo, el prendimiento de la yerba mate se vio afectado por los impactos climáticos.

El proyecto brinda asistencia técnica para los cuidados culturales de los sistemas agroforestales que son complementados con los conocimientos tradicionales de las familias indígenas. Además, las familias participantes fortalecen sus capacidades para la elaboración de plan de finca y plan de negocios con el objetivo de generar ingresos a partir de la producción agroforestal.   

Las comunidades indígenas mantienen una conexión profunda con los bosques, los cuales ocupan un lugar central en la recreación de su cultura tradicional. Los árboles y el monte son fuente de alimentos, medicina, ornamentos religiosos y leña, con la que cocinan y contrarrestan el frío.

“Este proyecto es muy provechoso para mí, porque abre la posibilidad de que nuestros hijos tengan de nuevo árboles a disposición para ellos”, expresa Rebeca, al mencionar el valor económico y cultural de los bosques.

Contribución de PROEZA a las comunidades indígenas

PROEZA, Pobreza, Reforestación, Energía y Cambio Climático, es uno de los esfuerzos oficiales más innovadores que realiza Paraguay para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, mitigar y mejorar la capacidad de adaptación a los impactos del cambio climático en comunidades rurales, dando cumplimiento a los acuerdos de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.


La ejecución a cargo del Gobierno se realiza a través de una gobernanza de 9 instituciones, y cuenta con la asistencia técnica de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el financiamiento del Fondo Verde del Clima (FVC).

La iniciativa combina objetivos de generación de ingresos económicos, reforestación, generación de energías renovables y mitigación de los efectos del cambio climático en familias rurales que viven en situación de vulnerabilidad social y ambiental.

Así como con Rebeca y su comunidad, PROEZA trabaja con más de 700 familias campesinas e indígenas, de los distritos de Capiibary, General Resquín, San Vicente Pancholo, Tacuatí y Santa Rosa del Aguaray, del departamento de San Pedro, que ya cuentan con la implementación de los sistemas agroforestales en sus fincas.

El proyecto seguirá contribuyendo a la conservación y restauración de los bosques, con el objetivo de lograr impactos ambientales positivos como la captura de carbono y beneficios en la biodiversidad. 

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El proyecto PROEZA