Repercusiones

El proyecto ayudó a restablecer los medios de vida agrícolas de los hogares afectados por la sequía. Daisy Pama de Sudán Kudarat recuerda la carestía de arroz en su ciudad: “Teníamos que ponernos en fila para comprar el arroz. A cada familia le estaba permitido comprar solo 5 kg por familia a la semana. No era suficiente. Nuestra familia de seis miembros consume normalmente más de 7 kg de arroz cada semana. No teníamos ingresos para más de ochos meses de manera que estuvimos muy contentos después de la cosecha”. Añadió: “No habríamos sido capaces de recuperarnos de la deuda si la FAO y el Gobierno no nos hubieran ayudado. Ahora tenemos arroz para la familia y podemos vender el resto de la cosecha”. La rápida inyección de insumos agrícolas tuvo como resultado un incremento de la productividad agrícola, un mejoramiento de la seguridad alimentaria y nutricional y una mayor resiliencia ante las crisis. Las actividades de capacitación en materia de gestión mejorada de la sequía, así como de datos, métodos y herramientas para el seguimiento, la alerta y el pronóstico de la sequía agrícola ayudarán a los organismos gubernamentales a mitigar los efectos de las sequías en el futuro.