Esta hoja informativa presenta un agroecosistema familiar, situado en la comunidad de Enjeitado en el Sertão do Pajeù en Brasil - la región semiárida más poblada del mundo.

La iniciativa del Centro de Desarrollo Agroecológico Sabià es un agroecosistema familiar centrado en la recuperación de la fertilidad del suelo en la zona de Caatinga. El agroecosistema ha sido desarrollado por doña Raimunda y su marido Antônia Queiroz. Posteriormente, muchas familias han adoptado las prácticas como resultado del intercambio de conocimientos de agricultor a agricultor y de la replicación basada en la experiencia de la familia Queiroz.

La iniciativa se centra en la recuperación de la fertilidad del suelo en la zona, que se encontraba extremadamente degradada. Comenzó en 1999, empezando por la protección de la zona de caatinga y el cultivo de árboles autóctonos y frutales.

Desde 2004, el Centro de Sabià promueve los sistemas agroforestales como forma de lograr una producción con mayor sostenibilidad. La superficie total del agroecosistema es de 33 hectáreas, con 2 ha de agroforestería, 3 ha de cultivos de maíz y frijol y 28 ha de Caatinga. Doña Raimunda y Antonio Queiroz se encargan de la gestión directa del agroecosistema. Además de la producción de plantas (principalmente maíz y frijoles), la familia cría animales y mantiene un reservorio para la cría y producción de peces. Producen el 90% de los alimentos que consumen. La familia utiliza un sistema de riego para mejorar la producción de alimentos. El suelo se abona con materia orgánica producida en la granja, además de abono de pollos y ganado. Como forraje para el ganado se cultivan palmas resistentes a la sequía. El agroecosistema permitió a la familia sobrevivir en la tierra durante un periodo de sequía extrema y permitió que la productividad se recuperara más rápidamente con menos pérdidas.

Esta hoja informativa se ha elaborado en el marco del proyecto Avaclim, cuyo objetivo es crear las condiciones necesarias para el despliegue de la agroecología en las zonas de secano. La asociación de solidaridad internacional CARI coordina el proyecto Avaclim, mientras que Caatinga se encarga de su implementación en Brasil.