El informe especial ''¿Otra tormenta perfecta?'' del Grupo Internacional de Expertos en Sistemas Alimentarios Sostenibles hace un balance de las repercusiones de la crisis ucraniana en la seguridad alimentaria mundial. Identifica las vulnerabilidades y rigideces subyacentes en cuanto a los modelos de producción de alimentos y la dependencia de las importaciones, en un contexto de disminución de la solidaridad internacional y de tensiones sistemáticas del suministro inducidas por el clima. También identifica el acaparamiento de cereales y la especulación con productos básicos como factores clave para convertir las actuales perturbaciones en una crisis de precios de los alimentos en toda regla. Varias de estas debilidades estructurales ya fueron identificadas tras la crisis de los precios de los alimentos de 2007-2008, pero básicamente no se abordaron. El Informe Especial advierte contra las respuestas oportunistas y miopes a la crisis, incluyendo el retroceso en los compromisos de reforma del sistema alimentario. En cambio, pide que se tomen medidas urgentes para apoyar a los países importadores de alimentos (entre otras cosas, mediante el alivio de la deuda); que se aborde la especulación con los productos básicos y se mejore la transparencia del mercado; que se reduzca la dependencia de los fertilizantes y la energía fósil en la producción de alimentos; que se acelere el desarrollo de reservas regionales de cereales y de sistemas de respuesta a la seguridad alimentaria, y que se diversifique la producción de alimentos y se reestructuren los flujos comerciales. Aunque el Informe Especial no analiza en detalle la crítica situación de la seguridad alimentaria en Ucrania o en las numerosas zonas de conflicto del mundo, pone de relieve los círculos viciosos del cambio climático, el conflicto, la pobreza y la inseguridad alimentaria que están dejando a millones de personas muy vulnerables a las crisis. Esto hace que sea aún más crítico actuar ahora para reconstruir la seguridad alimentaria sobre una base nueva y duradera. No hacerlo significa caminar dormido hacia las catastróficas y sistemáticas crisis alimentarias del futuro.

El grupo de expertos pide que se actúe urgentemente para

1. Proporcionar ayuda financiera y alivio de la deuda a los países vulnerables
2. Tomar medidas enérgicas contra la especulación con los productos básicos
3. Crear reservas regionales de cereales y un aparato mundial de ayuda alimentaria adecuado para las crisis prolongadas a las que se enfrentan las sociedades
4. Diversificar los sistemas de producción y comercio de alimentos
5. Reconstruir la resiliencia y reducir las dependencias perjudiciales mediante la diversidad y la agroecología.