Oficina Regional de la FAO para América Latina y el Caribe

¿Cómo avanzar hacia una ganadería camélida sostenible en Chile?


Descubre la guía de buenas prácticas para el territorio altoandino, publicada por la FAO y el Ministerio de Agricultura de Chile.

Llama en la comunidad de Tomarapi, al pie del Sajama, en Oruro, Bolivia ©FAO/Rosse Noda

La ganadería camélida, una práctica ancestral en el territorio Altoandino, tiene sus raíces en tiempos prehispánicos, con más de 3 mil años de antigüedad. Esta actividad no solo preserva las tradiciones de pastoreo, sino que también mantiene viva la cultura de la tama (o “rebaño” en la lengua Aymara).

La gestión sostenible de la ganadería camélida, que incluye a las llamas y alpacas, es clave para proteger los recursos naturales y garantizar la subsistencia de la comunidad andina, para así fortalecer su seguridad y soberanía alimentaria. La guía Buenas prácticas para un manejo sostenible de la ganadería camélida en el territorio altoandino ofrece consejos prácticos para el manejo de humedales y la crianza de llamas y alpacas en el altiplano chileno.

  

Llamas en los bofedales. ©FAO

Este manual combina los saberes tradicionales con los avances científicos para proteger los humedales altoandinos, preservar la diversidad genética y abordar las enfermedades más frecuentes de los camélidos andinos domesticados, además de entregar recomendaciones para un mejor manejo reproductivo.

En este último aspecto, para la reproducción de las razas de llama K’ara y Thampulli, es esencial considerar principalmente el tamaño, la coloración, el pelaje suave al tacto, las orejas largas y curvadas y la longitud de su cola.

En el caso de las alpacas, tanto las razas Huacaya como Suri (esta última de menor tamaño) producen fibra, y se caracterizan por su suavidad, además de tener un pelaje largo, denso y rizado. A diferencia de otros camélidos, las alpacas tienen la cara cubierta de pelo y presentan un color uniforme en todo el cuerpo, sin manchas.

Alpacas en las alturas de Puno, Perú. ©FAO

Llama en la comunidad de Viacha, en Potosí, Bolivia. ©Bernarda Claure

En el Año Internacional de los Camélidos, declarado por las Naciones Unidas, es importante el aporte de herramientas técnicas y prácticas para la conservación y manejo sostenible de su ganado y vida silvestre en el altiplano andino. En esta región se han identificado tanto especies silvestres, como la vicuña y el guanaco, y domesticadas, como la llama y la alpaca.

Los camélidos andinos, al igual que en otras partes del mundo, tienen un rol fundamental en la seguridad alimentaria, la nutrición y el crecimiento económico, además de tener una gran relevancia cultural para muchas comunidades. 

Esta guía, elaborada en colaboración con la Corporación Norte Grande (CNG), el equipo del territorio Altoandino y Precordillera Norte de SIPAN, el Ministerio de Agricultura de Chile (Minagri) y la FAO, recibió un especial apoyo de las comunidades ganaderas, especialmente del pueblo Aymara, en las regiones de Arica y Parinacota y Tarapacá. 

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