Laciné Diarrassouba Côte d'Ivoire

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"Si le das un pescado a alguien, nunca te olvidará."

La familia Diarrassouba, oriunda de Côte d'Ivoire , se gana la vida con la cría y venta de tilapias. La tilapia del Nilo es una especie tropical nativa de África, cuyo cultivo se remonta al antiguo Egipto. También es la principal especie de pez que se cría en Côte d'Ivoire.

La tilapia representa una importante fuente de alimento nutritivo y asequible para muchos habitantes de este país de África occidental. Al mismo tiempo, constituye un medio de vida y proporciona ingresos a unos 1 800 pequeños productores, como la familia Diarrasouba. “Primero fui conductor”, dice el Sr. Laciné Diarrassouba. “Pero dejé de conducir y empecé a trabajar la tierra. Allí vi a gente que se dedicaba a la acuicultura; así que me acerqué a ellos y me enseñaron”.

“Trabajamos todos juntos; tanto nuestros hijos como mi marido”, dice la Sra. Awa Diarrassouba, esposa de Laciné. Dos de sus cuatro hijos todavía van a la escuela, explica, pero echan una mano en su tiempo libre.

En Côte d'Ivoire, la demanda nacional de pescado supera con creces su nivel de producción, lo que hace que el país dependa en gran medida de las importaciones. FISH4ACP es una iniciativa mundial de apoyo a las cadenas de valor de la pesca y la acuicultura que respalda los esfuerzos de Côte d'Ivoire por intensificar la producción de tilapia y mejorar su autosuficiencia. FISH4ACP está dirigido por la Organización de Estados de África, el Caribe y el Pacífico (OACPS) y ejecutado por la FAO y sus socios con financiación de la Unión Europea (UE) y el Ministerio Federal de Cooperación Económica y Desarrollo (BMZ) de Alemania.

Según una evaluación del sector de la tilapia, que respalda el ambicioso programa de FISH4ACP en Côte d'Ivoire, los alevines de calidad y los piensos asequibles son los dos principales impedimentos a la hora de aumentar la producción.

Laciné Diarrassouba está de acuerdo. “Se puede producir un gran volumen si se dispone de los medios necesarios para alimentar a los peces”, afirma. Pero aún hay más. “Lo primero es la práctica y contar con alguien que te enseñe cómo hacerlo”, dice.

Mientras Laciné se ocupa de los diez estanques de tilapia de su familia, Awa Diarrassouba vende sus productos. “Si tengo tilapias de dos o tres kilos, llamo a clientes grandes que vienen a buscarlas”, dice. “Si no, me siento en el mercado donde la gente viene a comprar”. 

Al final del día, la familia se reúne en el patio de su casa. “El pescado es algo que se puede comer y que se puede dar”, dice Laciné Diarrassouba. “Si le das un pescado a alguien, nunca te olvidará”.