FAO en Bolivia

Misión internacional de la FAO coordina acciones con Bolivia ante la emergencia de la influenza aviar

Foto: ABI
22/02/2023

Una misión internacional de la Organización de las Naciones Unidas para la   Alimentación y la Agricultura (FAO) llegó al Estado Plurinacional de Bolivia para brindar asistencia técnica ante la presencia de la influenza aviar. Con esta visita, la Organización prioriza acciones inmediatas de apoyo técnico y logístico para hacer frente a esta emergencia.

A fines de enero, Bolivia activó el sistema de emergencia zoosanitaria ante la detección de cuatro brotes de la enfermedad en el departamento de Cochabamba, específicamente en los municipios de Sacaba, Quillacollo, Cliza y Tiquipaya.

El país es uno de los 14 que a la fecha han sido afectados por la influenza aviar de alta patogenicidad (IAAP), junto con Chile, Costa Rica, Colombia, Cuba, Ecuador, México, Panamá, Perú, Honduras, Venezuela, Argentina, Guatemala y Uruguay. En consecuencia, más de 70 millones de aves de corral han sido sacrificadas en la región de América Latina y el Caribe para controlar la enfermedad.

“La FAO está trabajando activamente en la generación de capacidades de respuesta a emergencias zoosanitarias de los países afectados y en la coordinación de programas y políticas que permita una acción sinérgica y preventiva que minimice el impacto sobre los sistemas alimentarios”, explicó Andrés González, Oficial de Ganadería Sostenible, Sanidad Animal y Biodiversidad de la FAO para América Latina y el Caribe.

La misión la conformó Andrés González; Mayra Mota, especialista en diagnóstico de Laboratorio de la FAO para América Latina y el Caribe ; y Caryl Lockhart, epidemióloga veterinaria de la FAO (Roma). Su trabajo se realizó en estrecha coordinación con el comité directivo regional del Marco Global para el Control Progresivo de las Enfermedades Transfronterizas de los Animales (GF-TADs por sus siglas en inglés), con la tarea de apoyar los planes de prevención, detección precoz y respuesta ante la emergencia IAAP.

La Representación de la FAO en Bolivia y la misión internacional trabajó en coordinación con el Estado, para fortalecer los programas nacionales de control y erradicación de la IAAP.

En diciembre de 2022, la Organización determinó la asignación de fondos de emergencia para un Programa de Cooperación Técnica (PCT) que apoyará la gestión de los brotes de influenza aviar en América Latina, así como su impacto en la seguridad alimentaria y en los medios de vida de los más vulnerables.

América Latina y el Caribe producen el 20,4% de la carne de ave y el 10% de los huevos que se consumen en el mundo, siendo un sector de gran relevancia para los medios de vida de millones de pequeños y medianos productores agropecuarios.

¿Qué es la influenza aviar?

La influenza aviar es una enfermedad viral que afecta principalmente a aves domésticas, tales como pollos, pavos, patos y codornices, pero también a aves silvestres y migratorias, causando alta morbilidad y mortalidad, y que no tiene tratamiento específico.

Esta enfermedad se clasifica en baja y alta patogenicidad, pudiendo causar un enorme impacto y repercusión en la producción de las aves, el comercio internacional, así como en los medios de vida y subsistencia de la población.

El período de septiembre a febrero se considera de alto riesgo para los países de América Latina, ubicados a lo largo de las rutas migratorias.

A fines de 2021 se reportaron los primeros casos de IAAP en Norteamérica, siendo la primera propagación que ha cruzado el océano Atlántico desde Europa mediante aves migratorias. Posterior a esto, y debido principalmente a la época natural de migración de aves del norte hacia el sur del continente, se reportaron por primera vez casos de mortalidad en aves silvestres. Esto último, representa a su vez una amenaza a la biodiversidad y la fauna silvestre de los países del continente.

¿Cómo identificar los signos de la enfermedad?

Los principales síntomas que se pueden visualizar son: signos neurológicos (como temblores, convulsiones, tortícolis y parálisis en aves); signos respiratorios (secreción nasal, tos y estornudos); disminución de la producción de huevos o huevos anormales; inflamación y/o color rojizo o morado de la cabeza, la cresta, las barbas y los corvejones, inflamación de los parpados, disminución de consumo de agua y de alimentos y por último un aumento masivo de la mortalidad en aves.

La FAO recomienda extremar las medidas de prevención y los estándares mínimos de bioseguridad en las granjas avícolas, incluyendo aquellas de traspatio que pudieran ser más propensas al contacto con aves silvestres portadoras del virus. De igual manera, se recomienda aumentar la vigilancia epidemiológica tanto en aves silvestres como en aves domésticas. Ante la detección de cualquier anormalidad en aves domésticas o silvestres, reportar de manera inmediata a la autoridad local, evitando el contacto físico con las aves afectadas.