FAO en Bolivia

Mejoramiento de la producción de café e innovaciones para la resiliencia al cambio climático

09/05/2024

La Central Local de Cooperativas Agropecuarias Caranavi – CELCCAR, desde su fundación en 1967, ha aportado para que el Municipio de Caranavi sea la Capital Cafetalera de Bolivia. Esta organización, con casi 60 años de vida, que ha sido impulsora de la producción, mejoramiento de la calidad y exportación de café, se encuentra en un proceso de fortalecimiento para mejorar la producción de su producto principal, miel y otros, a través de la consolidación de capacidades comerciales y productivas con un enfoque de resiliencia y adaptación al cambio climático.

La Central está incrementando sus capacidades en la producción de especies forestales como la mara, el toco colorado y otras para reforestar esta zona que cada vez más está sufriendo los efectos negativos del cambio climático como ser incremento de las temperaturas y reducción de las lluvias.

“Estamos recibiendo el apoyo para el mejoramiento de nuestras parcelas de café, vamos a producir especies forestales para la protección de nuestras fuentes de agua, la sequía está afectando nuestros ojos de agua por el cambio climático”, dijo Felicidad Catacora, presidenta de CELCCAR.

La organización está en proceso de ampliar su acceso a los mercados y a la financiación a través de cadenas de valor con equidad de género, gracias a una nueva capacidad de incubación de empresas en el seno de la central.

En esta línea está implementando una planta de bioinsumos, con un doble propósito. El primero, apoyar a sus afiliados a mejorar la productividad de sus cultivos de café; y el segundo, generar ingresos para la organización a través de la venta de insumos orgánicos.

La diversificación productiva es otra de las metas de CELCCAR, a través de la producción apícola, la producción de jugos y otros emprendimientos que serán apoyados a través de una unidad de negocios que evaluará propuestas de planes de negocios de sus afiliados.

Estas acciones climáticas desarrolladas por las cooperativas cafetaleras, desde inicios de 2024, son apoyadas por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), a través de su Mecanismo para Bosques y Fincas (FFF, por su sigla en inglés), en coordinación con el Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras.