FAO en Bolivia

Integrando aprendizajes para prevenir el riesgo

10/03/2015

Los desastres abióticos generados por el Cambio Climático atentan contra el crecimiento económico y dificultan el camino hacia la eliminación de la pobreza; originan daños al medio ambiente y se constituyen en causas de sufrimiento humano. Invertir en la prevención de desastres, tarea en la cual la FAO se ha comprometido en Bolivia durante los últimos años, optimiza las acciones humanitarias, sienta las bases del desarrollo resiliente.

Uno de los mayores alcances del proyecto “Fortalecimiento de la Seguridad Humana en comunidades indígenas a través del apoyo integral a su capacidad de recuperación, capacidad de respuesta y situación de seguridad alimentaria” financiado por The United Nations Trust Fund for Human Security (UNTFHS) e implementado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), junto con el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA), en respuesta a las inundaciones de 2008, es la implementación de Unidades de Gestión de Riesgo Municipales  (UGR-M), las cuales basan su funcionamiento en los Sistemas de Alerta Temprana (SAT).

Este proyecto, que tuvo como objetivo fortalecer la seguridad humana en comunidades indígenas a través del apoyo integral a su capacidad de recuperación, capacidad de respuesta y situación de seguridad alimentaria, permitió la instalación de cuatro UGRs en cuatro municipios del departamento del Beni: San Javier, San Ignacio, San Andrés y Loreto.

El principal objetivo de  las UGRs es el de implementar el enfoque de gestión del riesgo en la planificación del desarrollo sostenible de los municipios beneficiarios a través del trabajo organizado y la implementación de medidas de mitigación, de manera que se priorice la reducción de riesgos ante las amenazas naturales, socio naturales y antrópicas en forma organizada y coordinada con organizaciones civiles, públicas, organismos no gubernamentales y organismos internacionales, promoviendo así el desarrollo sostenible del municipio en el marco de la gestión del riesgo para que se minimicen los niveles de inseguridad alimentaria de las poblaciones afectadas por los eventos abióticos.

Los Sistemas de Alerta Temprana

Antes del proyecto  el municipio no contaba con una UGR ni con el SAT y era el último en enterarse de las inundaciones. Se lanzaba la alarma cuando el agua estaba a la altura del pecho del comunario; ahora con la implementación del sistema ya no se espera a que las comunidades avisen que están inundadas o que se sienten en situación de riesgo, sino que a  través de sus UGR y de su sistema de alerta temprana ya se puede activar el plan de contingencia para prevenir cuando se avecina un desastre”, afirma Jesús Gonshiro, funcionario de la Secretaría Municipal de Administración y Finanzas del municipio de Loreto en el Departamento del Beni.

Así también, sostiene que se nota claramente la importancia de contar con una UGR para que coordine acciones con el Ministerio de Medio Ambiente y Agua y con el SENAHMI para que ellos envíen información sobre los niveles de los ríos y lograr así que  la comunidad esté atenta  y dispongan de un plan para poder intervenir.

Actualmente, los planes de contingencia de los municipios están siendo elaborados de acuerdo a la exigencia de la norma, la cual hace mención a que el 5%  del presupuesto proveniente del Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH) debe ser asignado para planes de prevención, factor muy positivo para que las comunidades estén cada vez más preparadas para enfrentar cualquier condición adversa.

A través de la constante coordinación entre la FAO y los municipios se han desarrollado Planes comunales de Gestión del Riesgo Agropecuario”, lo cual ha coadyuvado a que comunidades del rio Isiboro en el Beni elaboren un calendario agropecuario de riesgo que permite a los agricultores de esas riveras poder identificar el momento más adecuado para realizar la siembra y tener mayor certeza sobre las épocas de posibles inundaciones; de tal forma que puedan cosechar con anticipación y no perder su producción a causa de las inundaciones.

El proyecto no estuvo orientado únicamente a la implementación de las UGRs, sino que llegó a los beneficiarios directos (los comunarios) a través de múltiples procesos de orientación y capacitación sobre cómo enfrentar y actuar ante un desastre natural. Con este fin, se realizaron no solo sesiones completas de capacitación en temas integrales, sino que también se llevaron adelante y se distribuyó material informativo de utilidad.