FAO en Bolivia

Proyecto ejecutado por FAO Bolivia es seleccionado entre los 27 ejemplos prácticos de Acciones Resilientes

24/03/2015

El proyecto “Ayuda humanitaria de emergencia para la recuperación de medios de vida y rehabilitación productiva de las comunidades agrícolas en San Juan del Oro”, ejecutado por la Unidad de Gestión de Riesgos y Cambio Climático de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura –FAO-, junto a socios humanitarios y bajo la coordinación estatal del Viceministerio de Defensa Civil VIDECI, ha sido destacado entre los 27 casos de estudio más sobresalientes del mundo y  considerado como un ejemplo práctico de resiliencia durante la Tercera Conferencia Mundial de las Naciones Unidas sobre la Reducción del Riesgo de Desastres realizada del 14 al 18 de marzo del presente año, en Sendai Japón.

En mayo de 2013, los desbordes de los ríos colmataron de agua depositando espesas capas de arena sobre los cultivos de pequeños agricultores, destruyendo también infraestructura productiva y casas, afectando consecuentemente los principales medios de vida, de aproximadamente 18.000 personas en Bolivia. Bajo este marco de crisis climática, nace el mencionado proyecto financiado por el Departamento de Ayuda Humanitaria y Protección Civil de la Comisión Europea –ECHO- y ejecutado por un consorcio liderado por Agro Acción Alemana, FAO, Ayuda en Acción, ONGs y Fundaciones locales con amplia experiencia de trabajo con agricultores y municipalidades; con el objetivo de proporcionar ayuda humanitaria de emergencia, recuperación, sustento y rehabilitación productiva en las comunidades agrícolas de la cuenca de San Juan del Oro que abarca siete municipios en los departamentos de Chuquisaca, Potosí y Tarija; permitiendo de esta manera que restablezcan de manera resiliente y sostenible sus medios de vida, como medida preventiva ante eventuales recurrencias del mismo tipo.

El enfoque multisectorial estuvo orientado a temas de seguridad alimentaria a corto plazo, apoyo a la subsistencia productiva, agua, saneamiento, promoción de la higiene y preparación para la reducción del riesgo de desastres. Los dos primeros resultados esperados y obtenidos por el proyecto, apuntaban a trabajar directamente con la población afectada en la rehabilitación de sus sistemas de agua y las actividades agrícolas productivas, mientras que el tercero se orientó a apoyar más la coordinación y mejora de las habilidades en técnicas de riesgo y la gestión de emergencias.

La principal contribución en términos de procesos se advierte en la generación de un espacio de resiliencia, que nace a partir de una evaluación exhaustiva de las necesidades más sentidas, llevada a cabo por diversas instituciones y organizaciones, cada una con un conjunto muy diferente de habilidades y experiencias. Esto dio lugar a una acción de respuesta humanitaria conjunta integral, aprovechando los diferentes mandatos y capacidades de cada actor. Por ejemplo, las autoridades nacionales tienen mecanismos rápidos de distribución y logística para la fase inmediata de la emergencia, los gobiernos locales tienen posibilidades en términos de presupuesto y equipo para el uso de maquinaria pesada (movimiento de escombros y arena,  extracción o transporte de materiales pesados y otros), contando también con el potencial de proporcionar apoyo técnico productivo a largo plazo; no obstante, a veces carecen de experiencia en la evaluación de los medios de vida y los procesos de rehabilitación.

La FAO y las ONG´s locales, tienen sólida experiencia humanitaria en el acceso directo a las comunidades y acercamiento a los líderes de la comunidad, así como destrezas técnicas y conocimientos para fortalecer las iniciativas de recuperación de los medios de vida. También son actores clave en la implementación de sistemas de alerta temprana y planificación de la gestión de las cuencas hidrográficas. Esta sumatoria de esfuerzos derivó en una única evaluación conjunta que se utilizó para articular una operación humanitaria integral común, que incluyó las necesidades de rehabilitación y soluciones a largo plazo para reducir el impacto de futuros eventos similares. A través de este mecanismo, el proyecto desencadenó una respuesta conjunta que iba mucho más allá de los 300.000 euros proporcionados por ECHO para las necesidades de respuesta inmediata y para cubrir la rehabilitación.

Actualmente, muchas de las iniciativas ejecutadas por el proyecto como la pronta recuperación de medios de vida están siendo replicadas por los municipios y financiadas a través de sus propios presupuestos;  proporcionando un vínculo real entre la respuesta, recuperación y desarrollo que concretamente apoya a las comunidades afectadas. Asimismo, el proyecto produjo información que será incluida en un nuevo documento de planificación de las cuencas con el fin de apoyar al desarrollo regional de la zona de Río San Juan del Oro. Esto incluye,  actividades de reducción de desastres centralizadas en cada oficina municipal para mitigar futuras inundaciones, la construcción de muros de contención, el refuerzo de sistemas de riego resistentes a las inundaciones y la adaptación de las semillas con nuevos ritmos fenológicos adaptados a los ciclos de inundación. Finalmente, cabe destacar que como resultado de esta Conferencia se obtuvo un documento final conciso, específico, preparado con visión de futuro y presentado en forma de “Compendium de Resiliencia de la Unión Europea” con el objetivo de analizar la experiencia adquirida por medio de las estrategias dentro el seno de las instituciones regionales y nacionales, así como los planes para la reducción del riesgo de desastres y sus respectivas recomendaciones. El documento se encuentra disponible en:

http://ec.europa.eu/echo/files/policies/resilience/eu_resilience_compendium_en.pdf