Sistema de Información sobre la Diversidad de los Animales Domésticos (DAD-IS)

La cabra Arbi de Túnez – Un tesoro de diversidad

02/06/2023

La población caprina local tunecina está constituida por un mosaico de fenotipos y genotipos pero sigue, fundamentalmente, estando representada por la raza caprina autóctona “Arbi”. La raza Arbi se concentra mayoritariamente en zonas marginales, donde se cría exclusivamente bajo sistemas ganaderos extensivos. La cabra Arbi se cría principalmente para la producción de carne pero su leche también se ordeña para consumo doméstico. En Túnez, la población local de cabras domésticas muestra notables características de adaptación, así como habilidad para aprovechar los escasos recursos naturales, los cuales, de otro modo, quedarían inutilizados. De acuerdo con los hallazgos arqueológicos, se cree que la cabra doméstica local de Túnez deriva de la especie de cabra salvaje Capra aegagrus. El tipo salvaje se extendió a las islas del Mediterráneo, incluida la isla de La Galita de Túnez, y sobrevivió con muy pocos recursos alimenticios gracias a su gran capacidad de adaptación. La cabra fue re-domesticada con éxito en Túnez a partir de los rebaños de cabras salvajes de la isla y, posteriormente, se expandió, alcanzando una amplia distribución territorial.

La raza caprina autóctona Arbi de Túnez es también llamada cabra “Beduina” o “Mora” y es reconocible por su pequeño tamaño y por su pelaje de color marrón oscuro a negro con el pelo largo. Las características morfológicas son similares a las de la cabra bereber de los países vecinos, en concreto un tamaño corporal pequeño con una altura a la cruz entre 70 y 76 cm para los machos y en torno a 60 cm para las hembras y un peso medio de 38 kg para los machos y de 24 kg para las hembras. Tras su introducción en Túnez, la población de cabras Arbi se asentó fundamentalmente en las regiones secas del Sur del país. Posteriormente, la raza experimentó una amplia evolución que la llevó a tener una importante diversidad biológica, como así queda reflejado por la gama de diferentes fenotipos y de tipos de pigmentación que se pueden encontrar dentro de un mismo rebaño o incluso en el seno de un mismo individuo. De hecho, la historia evolutiva que ha experimentado la cabra Arbi ha estado marcada por la introducción casual y la hibridación ocasional con seis razas alóctonas (a saber, las razas Nubia, Boer, Maltesa, Murciana, Alpina y Damascena), las cuales han sido capaces de evolucionar bajo las condiciones tunecinas dando lugar a numerosos cruces.

La evolución seguida por la cabra Arbi en las regiones secas ha reafirmado su valor genético en términos de adaptación, puesto que este proceso ha conferido a la raza rasgos anatómicos y de comportamiento específicos superiores a los de otras razas y la ha convertido en un recurso genético único e imprescindible. De hecho, en respuesta a las severas limitaciones de las áreas secas, esta raza caprina autóctona ha desarrollado atributos fisiológicos y de comportamiento eficaces. Así, por ejemplo, la raza posee la capacidad particular de cubrir sus necesidades energéticas y de mantener un nivel constante de ingesta mediante una serie de ajustes. Estas cabras presentan afinidad por las plantas leñosas, más que por las herbáceas, y seleccionan especies únicas que son menos accesibles (por ser espinosas) pero que son ricas en materias nitrogenadas y bajas en celulosa bruta, con lo cual presentan buena digestibilidad y mayor contenido energético. Esta capacidad de las cabras tunecinas de ser altamente selectivas en su consumo de alimento está vinculada al hecho de que la raza posee una fisiología digestiva perfeccionada que permite un mejor reciclaje de la urea y la digestión de forrajes de mala calidad. La selección natural ha permitido a la población caprina autóctona adquirir diversos rasgos de rusticidad, lo que ha propiciado una continua evolución hacia la adaptación. Consecuentemente, las cabras Arbi pueden sustentar los medios de subsistencia de los ganaderos en ambientes donde otras especies o razas apenas podrían producir o donde la agricultura presenta un escaso potencial de producción.

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Yosra Ressaissi

Fotografía: Lassad Khlijini y Sarra Chelbi