Social inclusion in SFM
Los pueblos indígenas y el conocimiento tradicional
El derecho escrito a menudo hace caso omiso de los derechos consuetudinarios de una población indígena mundial que ronda los 370 millones de habitantes, provocando conflictos sobre la tenencia de la tierra entre esas comunidades, los colonos, el Estado y las empresas privadas. En muchos casos no existen mecanismos efectivos para resolver estas disputas e involucrar a la población local en el manejo de los bosques. La GFS puede beneficiar a los pueblos indígenas al incorporar sus conocimientos, involucrarlos en la toma de decisiones, brindarles acceso a financiación y mercados, desarrollar capacidades y defender los principios relativos a los derechos humanos (por ejemplo, el consentimiento libre, previo e informado).
A menudo, la GFS se basa en el conocimiento indígena, combinándolo con tecnologías modernas para adaptarlo a los cambios socioeconómicos y culturales de las comunidades locales. Los sistemas alimentarios tradicionales basados en los bosques son partes vitales del patrimonio cultural de muchos países, y el uso del conocimiento tradicional en la GFS empodera a las comunidades. Sin embargo, muchas comunidades forestales enfrentan presiones y desafíos estructurales sociales, corriendo el riesgo de perder sus conocimientos tradicionales.
La FAO está trabajando para abordar estos desafíos singulares que enfrentan los pueblos indígenas que viven en los bosques y sus alrededores, como se describe en la publicación La labor de la FAO con los pueblos indígenas en el ámbito de la actividad forestal.
Temas y programas relacionados
Cuestiones de género
En el contexto de la actividad forestal, las mujeres han enfrentado históricamente barreras socioeconómicas, políticas y culturales que marginan su participación en los procesos de toma de decisiones. Si bien ha habido mejoras en las políticas que abordan la desigualdad de género, las mujeres todavía sufren inseguridad en sus derechos de propiedad, limitaciones en el acceso a los recursos forestales, discriminación en los servicios y exclusión en la toma de decisiones en diversos niveles.
Para lograr la seguridad alimentaria y la nutrición es fundamental promover la igualdad de género y empoderar a las mujeres y las niñas garantizando sus derechos, el acceso a la tierra y los recursos forestales, el apoyo agrícola y forestal, el desarrollo de capacidades y la participación activa en la toma de decisiones. La participación de las mujeres en la gestión forestal ha contribuido a controlar las actividades ilegales y a reducir los conflictos. La transversalización del enfoque de género tiene por objetivo incorporar los diversos conocimientos, habilidades y actividades tanto de hombres como de mujeres –particularmente en las comunidades indígenas y los grupos marginados cuyos medios de vida dependen de los bosques– en los procesos de toma de decisiones sobre los bosques.
Para empoderar a las mujeres en el sector forestal, es esencial:
- i) abogar por sistemas de gobernanza que les garantice una tenencia segura de la tierra y los recursos;
- ii) recopilar y compartir datos desglosados por sexo para monitorear la función de las mujeres en el sector forestal;
- iii) implementar consideraciones relativas al género en las actividades de creación de capacidades;
- iv) generar conocimientos para comprender las funciones y dinámicas específicas de género, y
- v) integrar componentes de género en proyectos y programas.
Los niños y niñas y la juventud
Los niños y niñas y la juventud son partes interesadas cruciales en la GFS porque representan a las futuras instancias decisorias, propietarios(as) y administradores(as) de los bosques. Fomentar su conexión con la naturaleza ayuda a crear generaciones sensibles a las cuestiones ambientales que comprenden los beneficios de los árboles y los bosques y la importancia de la gestión sostenible. Algunos niños y niñas dependen directamente de los bosques para obtener alimento, madera y refugio, mientras que otros(as) pueden aprender sobre los bosques a través de programas de educación en las aulas escolares, escuelas forestales, visitas guiadas a los bosques, parques urbanos y jardines. Invertir en la educación forestal en todos los niveles es vital para garantizar una fuerza laboral futura (por ejemplo, científicos, responsables de las políticas, silvicultores y comunidades locales) dedicada a combatir la deforestación y restaurar los paisajes degradados. Para apoyar y promover la educación forestal, la FAO publicó la Guía juvenil a los bosques en 2014, seguida del lanzamiento en 2019 de Descubriendo los bosques: Guía de aprendizaje (10–13 años).
La FAO ha completado una iniciativa mundial de educación forestal, el Proyecto mundial de educación forestal, destinado a sensibilizar a niños y niñas y jóvenes sobre el uso sostenible y la conservación de los bosques. En Tanzanía, se está implementando un proyecto trienal para introducir la formación forestal sobre las relaciones vitales entre los bosques y la biodiversidad, la salud, el bienestar y el clima para los niños y niñas de las escuelas de educación primaria.