Zaura Muñíz

República Dominicana

 “Nos sentimos como superhéroes en primera línea de batalla. Sabemos que mucha gente confía en nosotros”.

 

En 2010, Zaura Muñiz decidió abandonar su profesión como administradora de sistemas de información y dedicarse a lo que le encantaba desde que era pequeña: el campo.

Sus experiencias de trabajo en la agricultura orgánica fuera de su país, la República Dominicana, marcaron el camino de su nueva pasión y, en cuanto volvió a su país, comenzó a participar en el cultivo y la comercialización de productos orgánicos.

Actualmente, Zaura es la propietaria de Terra Verde, una pequeña empresa proveedora de frutas y hortalizas orgánicas ubicada en la ciudad de Santo Domingo que recibe a diario cultivos cosechados por pequeños agricultores en el fértil pueblo de Arroyo Frío, Constanza.

Zaura también apoya a los agricultores familiares del proyecto de articulación productiva que lleva a cabo la FAO en diversas provincias del país, en el marco del cual los agricultores familiares producen hortalizas en umbráculos.

Los desafíos a los que se enfrenta esta joven empresaria en la producción de frutas y hortalizas están estrechamente relacionados con el trabajo de los pequeños productores en la explotación agrícola y comprenden desde la falta de recursos hasta la influencia de factores meteorológicos, la pérdida de cultivos a causa de las plagas y el retraso de cultivos que se unen a la siguiente cosecha, provocando un excedente de producción.

Zaura cuenta que, debido al carácter perecedero de las frutas y las hortalizas, siempre intentan, tanto en las explotaciones como en las instalaciones, mantener una higiene adecuada y manipular los productos con cuidado para minimizar cualquier riesgo para el consumidor.

Confiesa que incluso en medio de la pandemia nunca dejaron de trabajar. “Nos sentimos como superhéroes en primera línea de batalla. Sabemos que mucha gente confía en nosotros. Por un lado, nuestros productores, que necesitan vender sus cultivos, y por otro, nuestros clientes, que quieren satisfacer sus necesidades alimentarias”.

Actualmente, esta empresaria se siente esperanzada a pesar de la pandemia de la enfermedad por coronavirus (COVID-19). “Tras superar este gran desafío, nos hemos dado cuenta de que hay pocas cosas más importantes en la vida que gozar de buena salud”, reflexiona.

En lo que respecta a su trabajo en el futuro, a Zaura le gustaría contar con políticas públicas que apoyasen a los pequeños productores orgánicos y a las empresas relacionadas con ellos, especialmente aquellos que trabajan con una producción sostenible.

Por esta razón, está convencida de que el consumo de productos orgánicos y locales seguirá aumentando en su país y en el resto del mundo, pues cada vez hay más gente que entiende la importancia de dichos productos para mantener la salud y cuidar el medio ambiente.