Los ISE involucran tanto a instituciones de financiamiento públicas como privadas. Si bien la inversión por parte de los actores públicos y privados involucrados y la coordinación entre los mismos ofrecen cierto grado de dificultad, estas pueden resultar en importantes beneficios, tales como reducir los costos, centrar los esfuerzos en medidas de fortalecimiento mutuo y evitar inversiones perjudiciales. La conexión directa con el sector privado para financiar los ISE ofrece una nueva oportunidad de financiamiento y la creación de un mercado para los bienes medioambientales.

Un planteamiento coordinado de la planificación y la inversión en medidas agrícolas y ambientales puede resultar en ventajas de refuerzo mutuo para los agricultores y otros sectores de la sociedad. Los programas públicos de mejoramiento de la productividad agrícola pueden funcionar como incentivos para la conservación y la gestión sostenible de los recursos. Es posible que los actores privados tengan un interés particular en garantizar un suministro sostenible de productos y servicios agroecosistémicos. Los ISE permiten que el sector privado y público alcancen metas ambientales y agrícolas comunes. De esta manera ambos pueden financiar y ofrecer de manera conjunta un paquete integrado de incentivos para apoyar eficazmente a sus países en la transición a largo plazo hacia una agricultura sostenible.

Una combinación adecuada de instrumentos para políticas se caracteriza por la incorporación distintos mecanismos de incentivo a corto y largo plazo en cada etapa de la implementación. Esto también permite un cofinanciamiento por parte de usuarios privados y públicos de los servicios ecosistémicos que entrega la agricultura, con bajos costos sociales. Lo anterior puede ayudar a superar los obstáculos para la implementación a corto y largo plazo. Estos paquetes se componen de incentivos tendientes a satisfacer las necesidades de corto plazo, como capacitaciones, crédito rural, asistencia a la comprensión de los derechos de uso, y aquellas necesidades que pueden generar las condiciones para cambios a largo plazo, como los mercados con valor agregado y las inversiones en actividades alternativas de generación de ingresos.