Apoyo a la inversión responsable en la agricultura y los sistemas alimentarios

Una hoja de ruta para promover inversiones agroempresariales entre los jóvenes en Túnez

12/06/2020

El desempleo juvenil es uno de los principales retos a los que se enfrenta actualmente Túnez. Sin embargo, al mismo tiempo, son precisamente los y las jóvenes los que tienen un papel crucial que desempeñar para asegurar el futuro de las cadenas de valor agrícolas, haciéndolas más productivas y sostenibles. Para colmar esa laguna, la FAO, el Instituto Nacional de Investigación Agrícola de Túnez (INRAT) y la Agencia de Promoción de Inversiones Agrícolas (APIA) elaboraron conjuntamente con los jóvenes una hoja de ruta para promover las inversiones de los jóvenes agroempresarios.

La agricultura y la agroindustria (que representan el 10,4% del PIB) siguen siendo esenciales para el desarrollo económico y social general de Túnez. No obstante, en los últimos años ha disminuido el volumen y el número de proyectos de inversión agrícola en el sector agrícola. En el contexto del envejecimiento de los administradores de explotaciones agrícolas, esta situación podría acelerar aún más el desempleo y la disminución de las inversiones en el sector agrícola. Además, el sector agroindustrial solo representa una parte muy pequeña del empleo total, a pesar de las importantes oportunidades de negocio en el procesamiento y otras actividades de valor añadido.

A otro nivel, los y las jóvenes se enfrentan a serios desafíos para conseguir empleo o poner en marcha empresas económicamente viables, a pesar de los considerables esfuerzos realizados por los distintos organismos gubernamentales tunecinos a este respecto. De hecho, las tasas de desempleo de los jóvenes de 15 a 35 años siguen siendo muy elevadas, llegando hasta el 35%, en particular entre los graduados universitarios que viven en las regiones del "interior" del país. El desempleo es un motor fundamental de la migración rural-urbana e internacional. Las repercusiones socioeconómicas de la crisis sanitaria de COVID-19 también podrían agravar aún más la falta de oportunidades para la juventud.

Sin embargo, para garantizar la seguridad alimentaria de las generaciones futuras, Túnez debe alentar las inversiones sostenibles y económicamente viables de los jóvenes en los sectores de la agricultura y la agroindustria. Esas inversiones tendrían que ayudar a cerrar la brecha generacional, facilitar las innovaciones que aumenten la resiliencia del sector al cambio climático y aumentar la rentabilidad de las cadenas de valor agrícolas.

A fin de hacer frente a todos estos retos, es esencial identificar las principales oportunidades de inversión para la juventud de Túnez, así como los principales factores que limitan su capacidad de inversión y ponen en peligro la viabilidad económica de sus proyectos.

Por estas razones, la FAO apoyó un proceso de planificación estratégica con la juventud tunecina a fin de elaborar una hoja de ruta para promover sus inversiones en la agricultura y los sistemas alimentarios, y garantizar la viabilidad económica de sus proyectos. Este proceso de planificación estratégica se centró tanto en el contexto nacional general y el entorno propicio, como en cadenas de valor específicas (leche de oveja y aceite de oliva) y regiones (norte-este) que tienen sustanciales oportunidades de inversión.

Esta iniciativa respondía a una solicitud presentada por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Recursos Hidráulicos. Fue llevada a cabo conjuntamente por el Laboratorio de Economía Rural del INRAT, la APIA y la FAO, con el apoyo técnico de la Universidad de Ciencias Aplicadas de Berna y la financiación de Suiza.

El análisis llevado a cabo por el INRAT, así como en un  taller entre múltiples partes interesadas organizado en octubre de 2019, desembocó en la identificación de los siguientes retos principales para los jóvenes: limitado acceso a los servicios financieros y a la información sobre las oportunidades de financiación existentes; escasos incentivos a la inversión centrados específicamente en la juventud; inadecuada coordinación entre los diferentes agentes y organizaciones para asegurar la coherencia entre las diferentes intervenciones; restringido acceso a los mercados; y limitada viabilidad económica de los proyectos de inversión debido, en parte, a la falta de planes de etiquetado y trazabilidad que podrían dar valor añadido a los productos.  

Tras esta evaluación, se propuso un conjunto de soluciones que posteriormente se perfeccionaron y validaron en el contexto de un segundo taller de múltiples partes interesadas organizado en febrero de 2020. Estas soluciones tienen por objeto:

  • Aumentar el acceso a la financiación mediante la creación de un fondo de garantía, la creación de incentivos específicos para los jóvenes en el código de inversiones, el establecimiento de una plataforma de financiación colectiva y el fortalecimiento de la regulación de los créditos comerciales.
  • Mejorar los servicios de extensión, formación y coaching para contribuir a la viabilidad económica y financiera de los proyectos de inversión de la juventud.
  • Mejorar la comunicación y fortalecer el acceso a la información, incluyendo la creación de ventanillas únicas físicas y en línea.
  • Mejorar la coordinación entre los diferentes agentes, tanto dentro de los distintos grupos de partes interesadas como entre ellos (gobierno, donantes, jóvenes, institutos de investigación, organizaciones de agricultores e instituciones financieras).
  • Fortalecer la competitividad y el atractivo de las cadenas de valor agrícolas, entre otras cosas mediante planes de trazabilidad y etiquetado (como los indicadores geográficos), una mayor visibilidad de los productos, acuerdos de contratación agrícolas responsables y la creación de cestas territoriales de bienes (una oferta de un conjunto coherente de productos y servicios específicos).

Por último, y en línea con las recomendaciones de los participantes en el taller de validación, es necesario continuar la reflexión y el diálogo entre múltiples partes interesadas sobre las inversiones agroempresariales de los jóvenes mediante la creación de un grupo de reflexión. El establecimiento de ese grupo de estudio, auspiciado por el INRAT, en asociación con la APIA y la FAO, se está desarrollando actualmente. El grupo de estudio debería tener por objeto proponer recomendaciones de políticas claras y viables que posteriormente la APIA podría poner a prueba con un grupo de jóvenes seleccionados.

Foto: Zied Ben Youssef, Borj Lella.