Hambre y pobreza en Ecuador, dos caras de la misma medalla
Por Ney Barrionuevo, director de Rimisp Ecuador.
Ecuador, al igual que otros países experimenta lo que los especialistas denominan doble carga de malnutrición, por un lado, un 24% de desnutrición infantil crónica y a la vez un 60% de su población adulta entre el sobrepeso y la obesidad mórbida. Como telón de fondo una pobreza que ha vuelto a crecer al 24% a nivel nacional y que en el medio rural supera el 43%, 2.7 veces superior a la urbana.
La malnutrición y la pobreza son fenómenos que van de la mano, no solo que se interrelacionan y son interdependientes, sino que se refuerzan mutuamente, ergo sum, solo se podrán resolver de manera sostenible de manera conjunta. Desde esa comprensión se realizó la Cumbre Hambre Cero de Cuenca (26-28 de abril/2018), en cuyo Documento Técnico y Declaración Final, con asesoría del Centro Latinoamericano para el Desarrollo Rural (RIMISP) se recogen puntos estratégicos desde una mirada de los gobiernos territoriales sin cuyo concurso, como la evidencia empírica lo demuestra, es imposible alcanzar la seguridad y soberanía alimentarias.
Se destaca la necesidad de abordar el problema de la malnutrición de la mano del combate a la pobreza, sobretodo de la pobreza rural y en ese sentido el rol clave de la agricultura familiar y de la participación de los jóvenes y las mujeres para asegurar los alimentos para la humanidad, respetando los límites de la naturaleza.
La Cumbre abordó la problemática de la alimentación desde una perspectiva propositiva de sistemas alimentarios sostenibles, desde una producción amigable con el ambiente, pasando por esquemas de comercialización inclusivos y una logística de distribución eficiente, hasta el consumo responsable, con énfasis en una alimentación equilibrada y de proximidad, y la gestión ambiental de los residuos.
En el ámbito institucional, la Cumbre puso énfasis en la necesidad de una coordinación entre los gobiernos centrales y subnacionales, tanto para el diseño como en la implementación de políticas y programas en torno a los sistemas alimentarios sostenibles, así como en las alianzas y sinergias entre el sector público y el privado, para un desarrollo sostenible con enfoque territorial.
La Cumbre, en la que participaron además de los representantes de los gobiernos territoriales a escala global, el Jefe de Estado de Ecuador y ex – Presidentes de Latinoamérica y España con un exhorto a Naciones Unidas para una mayor participación de las regiones en las iniciativas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, para que el Hambre Cero y la lucha contra la Pobreza no se queden en consignas y buenas intenciones.
El artículo original puede leerse aquí, en la web de la Plataforma Diversidad Biocultural y Territorios.
Fotografía de Carlos Rodríguez/Andes (CC BY-SA 2.0)