Plataforma de Territorios y Paisajes Inclusivos y Sostenibles

"Una misma política genera resultados diferentes; en consecuencia se requiere no sólo conocer los resultados de procesos de desarrollo y de políticas, sino también las particularidades de los territorios".

En nuestra sección "Opiniones Teritoriales" conversamos con Eduardo Ramírez, experto en evaluación de proyectos en el ámbito rural, así como en análisis de la pobreza y la desigualdad, y vinculado al Programa de Dinámicas Territoriales de Rimisp desde 2008.

:01/12/2014

1. Como investigador principal de RIMISP-Centro Latinoamericano para el Desarrollo Rural, usted ha participado  en el proyecto “Pobreza e inequidad, análisis en el sector rural de América Latina”. Nos gustaría que compartiera con nosotros, en primer lugar, qué importancia tiene la evaluación y medición de este tipo de políticas, en el éxito de programas de desarrollo territorial inclusivos.

Conocer el impacto de las políticas y estrategias de desarrollo en el sector rural y en los territorios fuertemente vinculados a la actividad agropecuaria es muy relevante. Necesitamos conocer con cierta regularidad las condiciones que enfrentan los territorios y las personas que en ellos viven.

Los resultados de los procesos de desarrollo resultan fuertemente heterogéneos en la región. Hemos demostrado con investigaciones recientes en RIMISP que la heterogeneidad de resultados de desarrollo son muy diversos de territorio en territorio. Una misma política genera resultados diferentes;  en consecuencia se requiere no solo conocer los resultados de procesos de desarrollo y de políticas sino  también las particularidades de los territorios para actuar correctamente tanto desde la esfera pública como privada.

2. A la luz de los análisis que han realizado, ¿Cuáles son las metodologías más acertadas que se están aplicando en estos momentos en la región América Latina y el Caribe (ALC) para evaluar resultados e impactos de estrategias inclusivas?  

Es una interesante pregunta. Hay un debate de cuáles son los mejores métodos parta evaluar el impacto de las políticas. Hay un grupo importante que plantea aproximarse cada vez más a esquemas llamados experimentales, es decir tratar de controlar ciertos aspectos de las intervenciones para tener certeza estadística de los resultados. En el otro extremo tenemos quienes proponen esfuerzos más centrados en conocer procesos y valoraciones y percepciones desde los propios actores, es decir desde las comunidades que viven día a día los efectos de las políticas en los territorios rurales. Este debate no es sólo metodológico, sino que también muchas veces ideológico.

En todo caso al menos tenemos un consenso, hay que evaluar!

Mi enfoque en este sentido es más pragmático. Donde podemos aproximarnos a métodos más experimentales debemos intentar aplicarlos. Donde ello es más complejo debemos aproximarnos a método más cualitativos. En todo caso cualquiera sea el método no debemos olvidar que hay personas y comunidades que requieren ser escuchadas y valoradas en su plenitud y desde luego protagonistas de los esfuerzos de evaluación.

3. En un ámbito tan complejo y desafiante como es la pobreza y la inequidad, cada vez tiene mayor peso la rendición de cuentas públicas. ¿Cuáles son los principales indicadores que permiten medir el impacto y el resultado de las políticas de inclusión social?

No deberíamos tener unos indicadores únicos. Mucho de ello depende de los contextos y de lo que las mismas comunidades esperan de las intervenciones. Tenemos que saber la razón que los lleva a participar de programas de este tipo e incorporar dichas expectativas en la batería de indicadores.

4. Hay una tendencia creciente en los países de la región a promover sistemas públicos de evaluación de impacto. ¿En qué medida se están generando modelos, metodologías o sistemas de indicadores “universales” que permitan ser extrapolados a cualquier territorio? ¿Cuál es su valoración sobre el trabajo que las agencias internacionales están desarrollando al respecto?

Me parece que hay mucho que avanzar en este aspecto. La heterogeneidad institucional es variada y tenemos experiencias que avanzan pero que luego se ralentizan o retroceden.

Aquí lo políticamente correcto es decir todo debería ser evaluado. Pero me parece que no es práctico y tampoco necesario. Me parce que hay esfuerzos que indudablemente deben ser evaluados y otros que por su naturaleza tal vez no requieren este esfuerzo. Esta discusión sin embargo me parece que debe ser transparente y muy buenas razones para cualquiera sea la decisión. 

5. Para terminar, ¿Podría compartir con nosotros un caso de buena práctica en el análisis y evaluación de la pobreza y la inequidad en América Latina?

No me parece justo señalar una y no nombrar otras. Lo que sí le puedo decir es que hay buenas experiencias y cada vez una práctica más generalizada de evaluación del impacto de las intervenciones a nivel territorial.

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