FAO en México

FAO lanza publicación que compila buenas prácticas en mercados tradicionales en América Latina y el Caribe

10/05/2024

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), lanzó la publicación “Experiencias de buenas prácticas en América Latina y el Caribe”, que tiene por objetivo compartir las experiencias de modernización de los mercados tradicionales de alimentos generadas, con el apoyo técnico de la FAO, en Argentina, Chile, Colombia, Costa Rica, México, Perú y Uruguay. 

Con ello se busca aportar a la generación de evidencia, a los procesos de integración regional que promueven el diálogo y la cooperación Sur-Sur, y al fortalecimiento de capacidades técnicas de los operadores de los mercados, desarrollado junto con la Federación Latinoamérica de Mercados de Abastecimiento (FLAMA), la gestión con los gobiernos municipales en el abastecimiento agroalimentario y el desarrollo de políticas que acercan a los productores con los consumidores promovidos por los Sistemas Públicos de Abastecimiento y Comercialización de Alimentos (SPAA), el sector privado y las familias de agricultores y campesinas, en donde la FAO destaca el papel crucial de los mercados tradicionales de alimentos en la región. 

Los mercados tradicionales de alimentos son actores del sistema agroalimentario que aportan a garantizar el acceso de los agricultores familiares y pequeños productores a una comercialización efectiva de sus productos y que a la vez desempeñan una importante labor para garantizar una oferta variada de alimentos a precios accesibles para las familias aportando de esta forma a la seguridad alimentaria, la creación de entornos alimentarios saludables y una adecuada nutrición de la población.

Por otro lado, desempeñan un papel fundamental al generar oportunidades para productores, comerciantes, organizaciones y cooperativas en la cadena de suministro y comercialización. Además, se resalta su importancia como respuesta a desafíos económicos, sociales y ambientales, como el aumento de los precios de los alimentos, la inflación, los desastres relacionados con el cambio climático y los conflictos geoeconómicos. En conjunto, los mercados tradicionales de alimentos contribuyen a mitigar y reducir los impactos de estas situaciones en los sistemas agroalimentarios. 

Estos generan un contexto óptimo para que los consumidores tomen decisiones sobre el consumo y la preparación de alimentos. Por lo que su gestión debe ser concebida en el desarrollo de estrategias integrales de recuperación y reactivación económica y social, así como en el diseño de políticas para la planificación de los territorios, promoviendo bienes y servicios públicos para la comunidad en donde están insertos.