La FAO destaca la importancia de la tecnología en el Día Internacional de la Sanidad Vegetal

Cómo contribuye la innovación a salvaguardar la salud de las plantas mientras nuestro planeta asume un papel central

FAO/Lekhe Edirisinghe

El trabajo de la FAO involucra enfoques científicos, innovación y las últimas tecnologías.

©FAO/Lekhe Edirisinghe

10/05/2024

Roma - La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) celebra este año el Día Internacional de la Sanidad Vegetal poniendo de relieve la importancia de aprovechar la innovación para proteger las plantas, que son indispensables para sostener la vida en la Tierra.

La celebración de este año, el 12 de mayo, se centra en las numerosas innovaciones que conciernen a diversos ámbitos en los que la sanidad vegetal es crucial —como el seguimiento de las plagas de las plantas para proteger la producción agrícola— y los sistemas digitales para garantizar la seguridad del comercio internacional de plantas.

“No nos queda más opción que aprovechar la innovación, los avances tecnológicos y los instrumentos para proteger las plantas”, afirmó la Sra. Beth Bechdol, Directora General Adjunta de la FAO. “Los desafíos mundiales sin precedentes a los que nos enfrentamos —como la implacable crisis climática—, exigen enfoques innovadores y tecnologías digitales para apoyar a los países con sistemas más sólidos de vigilancia y alerta temprana de plagas”, añadió.

El Día Internacional de la Sanidad Vegetal, designado por las Naciones Unidas, es un legado clave del Año Internacional de la Sanidad Vegetal 2020. Desde entonces ha venido sensibilizando a la opinión pública mundial sobre cómo la protección fitosanitaria puede contribuir a acabar con el hambre, reducir la pobreza, proteger la biodiversidad y el medio ambiente e impulsar el desarrollo económico. Las celebraciones de este año en la FAO incluyen un acto de alto nivel el 13 de mayo.

Hay que dar prioridad a la sanidad vegetal, ya que cada año se pierde hasta el 40 % de los cultivos alimentarios a causa de plagas y enfermedades de las plantas. Esto afecta tanto a la seguridad alimentaria como a la agricultura, que es la principal fuente de ingresos para muchas comunidades rurales vulnerables. El cambio climático y los fenómenos meteorológicos extremos también están afectando a la salud de las plantas y alterando los ecosistemas, al tiempo que crean nuevos nichos donde las plagas pueden prosperar.

Los viajes y el comercio internacionales, cuyo volumen se ha triplicado en el último decenio, han dado lugar a una mayor interconexión entre países y regiones. Por ello se subraya la importancia de garantizar que las personas, las mercancías y los productos alimenticios que cruzan las fronteras no sean portadores de plagas y enfermedades que afectan a las plantas, los animales y los seres humanos.

Tecnologías para proteger las plantas

La labor de la FAO en materia de producción y protección vegetal implica enfoques científicos, innovación y las últimas tecnologías.

Incluye el apoyo a los gobiernos para que conserven los recursos fitogenéticos y desarrollen semillas viables y variedades de cultivos resistentes al estrés para aumentar la productividad agrícola. También implica trabajar en pro de una gestión sostenible de plagas y enfermedades, colaborando estrechamente con cada país y comunidades como es el caso de la Convención Internacional de Protección Fitosanitaria (CIPF).

A través de la CIPF, la FAO está implementando el Programa fitosanitario para África para crear capacidad y ayudar a los países a utilizar las últimas evidencias científicas y la tecnología digital en la detección de plagas de las plantas.

La clave para detectar las plagas de las plantas, como la langosta del desierto, es la capacidad de transmitir datos en tiempo real a los centros nacionales de langosta usando sistemas de información geográfica para recopilar y ordenar datos sobre las plagas, así como un conjunto de aplicaciones para teléfonos inteligentes. La detección temprana de estas plagas permite a la FAO brindar apoyo oportuno a los agricultores, lo que se traduce en menores pérdidas en los cultivos.

En Ecuador, la FAO también ha promovido el uso de la biotecnología en la producción agrícola y la protección de los cultivos, mediante la exitosa aplicación de un sistema de control de plagas de la mosca de la fruta que utiliza la técnica del insecto estéril. Esta implica la cría y esterilización de un gran número de insectos macho para que se apareen con hembras silvestres, sin producir descendencia y reduciendo así la población de insectos.

Mientras tanto, la adopción de la solución ePhyto de la CIPF, que proporciona certificados fitosanitarios electrónicos, está haciendo que el comercio internacional de productos agrícolas sea más rápido, seguro y eficaz. Más de 120 países han adoptado la solución y se han intercambiado más de tres millones de certificados ePhyto.

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