Durante estas fiestas, ¡ponga de su parte para reducir el desperdicio de alimentos y lograr un mundo sin hambre! © Marie C Fields/shutterstock.com
En todo el mundo, las festividades significan el regreso a la mesa de algunas especialidades típicas: ensalada Olivier (o ensaladilla rusa, como se conoce en otros lugares) para el Año Nuevo en Rusia, potaje de frijoles rojos para el solsticio en Corea, haleem para Ramadán en la India y Oriente Medio, pasteles de picadillo de fruta para Navidad en Inglaterra, pan pogača para la Pascua Ortodoxa o tartas de banano para el Año Nuevo lunar en Viet Nam. No importa el tipo de festividad, ni en qué lugar del mundo se celebre, por lo general hay un tipo de comida especial que la acompaña.
Las festividades son un buen momento para celebrar la comida y apreciarla. Sin embargo, en algunas zonas del mundo, estas fiestas se han convertido en sinónimo de comer en exceso y en desperdicio de comida. Y los alimentos no son lo único que se desperdicia cuando no se consumen: también se despilfarran todos los recursos (como las semillas, la energía, la tierra, el agua, los piensos, etc.), el dinero y la mano de obra que se emplean en producirlos, recolectarlos, elaborarlos, transportarlos y cocinarlos. Por no hablar de la contaminación y los gases de efecto invernadero que se generan en balde, a lo largo de toda la cadena de suministro de alimentos, cuando estos acaban en los vertederos. El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) calcula que entre el 8 % y el 10 % de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero están asociadas a alimentos que nunca se consumieron.
Tenemos que detener la pérdida y el desperdicio de alimentos en todas las etapas del sistema de suministro alimentario. En 2019, la FAO calculó que el 14 % de toda la producción alimentaria mundial se pierde, desde el momento de la cosecha hasta la venta al por menor, pero sin incluir este último sector. El PNUMA calculó además que en 2019 el 17 % de la producción alimentaria mundial fue desechada o desperdiciada por los hogares, los minoristas y el sector de servicios alimentarios. Esto equivale a aproximadamente 931 millones de toneladas de alimentos.
Mientras rendimos homenaje a las personas y los principios que valoramos, es justo que pensemos también en evitar el desperdicio de alimentos.
Aquí encontrará nueve consejos para evitar o reducir el desperdicio de alimentos en estas fiestas:
1- Sea realista: planifique con antelación con listas de la compra y no prepare comida para 50 personas si solo vienen a cenar cinco. Tenga en cuenta también lo que los invitados pueden y no pueden comer, para no encontrarse con comida que sobra.
2- Almacene los alimentos adecuadamente: cuando termine de hacer la compra, asegúrese de que todo está almacenado adecuadamente. Por ejemplo, los alimentos perecederos —como los productos lácteos, las frutas y hortalizas— deben guardarse en los compartimentos adecuados del frigorífico. La carne y el pescado pueden meterse en el congelador si no tiene intención de utilizarlos inmediatamente. Los alimentos secos deben guardarse en recipientes cerrados y, junto con otros alimentos enlatados, almacenarse adecuadamente en un aparador.
Izquierda: Haleem es un guiso hecho de trigo, carne, lentejas y especias. Se prepara por lo general durante el Ramadán en la India y partes de Oriente Medio. @vm2002/shutterstock.com Derecha: La fiesta de fin de año es una gran celebración en Rusia y la ensaladilla rusa, (o ensalada Olivier), una mezcla de papas, guisantes, zanahorias y otros ingredientes, es el plato más tradicional. ©Yulia Furman/Shutterstock.com
3- Entienda la diferencia en las fechas del etiquetado: la fecha de “consumo preferente” se refiere a la calidad del alimento; todavía puede ser seguro comerlo después de esta fecha, mientras que la “fecha de caducidad” le indica cuándo ya no es seguro consumir ese alimento. Utilice primero los alimentos cuya fecha de caducidad esté más próxima.
4- Deje que los invitados se sirvan solos: aunque le resulte agradable servir a los comensales, un anfitrión puede no medir con precisión cuánto quiere comer una persona y generalmente se equivoca por exceso. Permitir que los invitados se sirvan solos significa que pueden elegir la cantidad que les apetece comer. (Un consejo para los invitados: cuando se trate de una comida en la que se sirva solo, ¡no se sirva más de lo que pueda comer!).
5- Congele la comida que ha sobrado o compártala con los invitados: si cocina demasiada comida, anime a los invitados a llevarse un poco a casa. Lo que quede, póngalo de inmediato en el congelador para otra ocasión. En general, la comida no debe dejarse a temperatura ambiente durante más de dos horas.
6- Convierta la comida sobrante en el almuerzo o la cena del día siguiente: hay muchas recetas creativas en internet para usar las sobras de comida. De hecho, varios platos como guisos, el gulash, el fattoush y la panzanella se crearon por el deseo de no desperdiciar frutas, hortalizas o pan. Asegúrese de guardar las sobras en el refrigerador o el congelador y usarlas lo antes posible.
7- Termine las sobras antes de cocinar algo nuevo: el impulso de preparar algo diferente para cada comida es bastante común, pero antes de cocinar un plato nuevo, vea si ya tiene algo hecho (¡que resulte todavía seguro para comer!) y que pueda terminar.
Los alimentos no son lo único que se desperdicia al no comerlos. También se pierden todos los recursos, dinero y mano de obra que se emplearon en su producción. © Nito/shutterstock.com
8- Done lo que no use: si compra latas, productos secos u otros alimentos de más que puedan ser donados, hay muchas entidades benéficas locales que los aceptan con gusto para distribuirlos entre las personas necesitadas. Consulte en internet los lugares cercanos que aceptan donaciones.
9- Composte los restos de comida: los restos de comida o los alimentos que no se pueden donar o reutilizar se pueden compostar como alternativa a tirarlos a la basura. Esto permite reciclar los nutrientes en la tierra y ayuda a reducir la carga de los vertederos.
Estas fiestas, recuerde que tener alimentos es un privilegio. ¡Disfrútelos, no los desperdicie!
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Este artículo fue actualizado el 28 de diciembre de 2021.