El Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 12 de la Agenda 2030 consiste en “garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles”. La meta 3 de este objetivo consiste en lograr “de aquí a 2030, reducir a la mitad el desperdicio de alimentos per cápita mundial en la venta al por menor y a nivel de los consumidores y reducir las pérdidas de alimentos en las cadenas de producción y suministro, incluidas las pérdidas posteriores a la cosecha”. Actualmente, la FAO y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) tratan de medir los progresos hacia el logro de la meta 12.3 de los ODS mediante dos índices distintos: el Índice de pérdidas de alimentos (IPA), elaborado por la FAO, y el Índice de desperdicio de alimentos (IDA), elaborado por el PNUMA.
En mayo de 2015, bajo la presidencia de Turquía, los ministros de Agricultura del Grupo de los Veinte (G-20) resaltaron la magnitud de la pérdida y el desperdicio de alimentos (PDA) como un problema mundial de enorme importancia económica, medioambiental y social y alentaron a todos los miembros del G-20 a intensificar sus esfuerzos colectivos para prevenirlos y reducirlos. En el contexto de la coherencia de las políticas, se alentó al Grupo de Trabajo sobre el Desarrollo a perseverar en sus esfuerzos por elaborar medidas concretas como parte de su Plan de ejecución del Marco para la Seguridad Alimentaria y la Nutrición.