Producción y productos avícolas

En todo el mundo, las aves de corral se crían mediante una amplia gama de sistemas de producción que van desde los que tienen alojamientos nocturnos sumamente rudimentarios hasta los sistemas plenamente automatizados cuyo entorno está sometido a sistemas de control. En los países en desarrollo, el alojamiento, manejo y alimentación de las aves de corral autóctonas en las aldeas son en su mayoría básicos y elementales. Las aves se mantienen en alojamientos nocturnos sencillos, sin apenas manejo ni insumos para la prevención de enfermedades y con una alimentación suplementaria mínima, consistente de los productos residuales del hogar y pequeñas cantidades de cereales. Gracias a la selección natural y a su capacidad de buscar alimentos, las aves logran sobrevivir, crecer y poner huevos en esos entornos, contribuyendo así significativamente a la seguridad alimentaria y la ingesta de proteínas de la población . Sin embargo, la productividad generalmente baja de esos genotipos hace que habitualmente no resulte rentable criarlos en sistemas de producción intensivos.

Al margen del volumen de sus operaciones, la gran mayoría de las unidades de producción industrial utiliza genotipos comerciales en lugar de razas autóctonas. Los sistemas de producción comercial con aves de corral seleccionadas para la producción de carne o huevos requieren un entorno físico idóneo, una nutrición óptima y una protección eficaz contra los efectos de las enfermedades. Para ello, las aves deben criarse, al menos en parte, en confinamiento de modo que haya que satisfacer todas o casi todas sus necesidades nutricionales. Generalmente no se les deja buscar alimentos, salvo en los sistemas de crianza al aire libre, donde normalmente solo satisfacen una proporción reducida de dichas necesidades en las tierras donde se les permite pastar.

Las aves comerciales para la producción de huevos y carne tienen grandes necesidades de proteínas y alimentos energéticos y no toleran niveles elevados de fibras en sus dietas. Las dietas avícolas son, por lo tanto, caras, en especial cuando se importan todos los ingredientes necesarios para los alimentos concentrados. Las limitaciones a la alimentación en los países en desarrollo son la gran heterogeneidad en la calidad y la composición de los alimentos avícolas, que a menudo son de dudosa calidad. Debido a los elevados costos asociados a la preparación de un entorno físico óptimo, en particular en las regiones tropicales y cálidas, generalmente solo las unidades en gran escala usan alojamientos cuyo entorno está sometido a un control ambiental sofisticado.

En los lugares donde el aumento del consumo de aves de corral ha sido escaso o nulo, como en muchos países africanos, una parte importante de la producción sigue siendo familiar, y el manejo de las bandadas está a menudo en manos de las mujeres.
Las aves de corral se adaptan bien a la rápida intensificación de la producción pecuaria observada en las últimas décadas, debido a sus altas tasas de conversión de alimentos y su rápido índice de reproducción.

Su corto ciclo de producción permite a los productores responder con rapidez al aumento de la demanda y, además, posibilita mejoras rápidas en la genética, la salud animal y las prácticas de alimentación.

A nivel mundial, los sistemas (industriales) a gran escala representan la mayor parte de la producción de carne proveniente de la avicultura y huevos.
Producción avícola familiar

El término "avicultura familiar" hace referencia a toda la variedad de los sistemas de producción avícola a pequeña escala que se encuentran en las zonas rurales, urbanas y periurbanas de los países en desarrollo. El término, no describe el sistema de producción en sí mismo, sino que se refiere a la cría de aves de corral por los hogares para mejorar la seguridad alimentaria y generar ingresos.

Durante miles de años, las pequeñas bandadas familiares de aves de corral han formado parte integral de los medios de vida en las zonas rurales, y hoy también se encuentran en entornos periurbanos y urbanos de muchos países. La avicultura familiar desempeña funciones socioeconómicas específicas e importantes, aunque rara vez constituye la principal actividad de subsistencia de los hogares. Su producción de carne y huevos es reducida, pero se obtiene con insumos mínimos. A las aves se les deja escarbar entre los desechos y pocas veces se les alimenta con otras cosas que no sean desechos del hogar, aunque sí reciben suplementos en forma de granos. Los cobertizos, si existen, están hechos de materiales locales. Los pollos son la especie más comúnmente criada, pero a menudo también se mantienen bandadas mixtas. Las aves son principalmente autóctonas, a veces cruzadas con razas comerciales.

Cuando las bandadas avícolas familiares están compuestas por más de 50 aves, tienden a ser mantenidas principalmente para la venta y, de esta manera, ayudar a sus propietarios a generar ingresos y capital. En estos sistemas, las aves de corral están generalmente confinadas en una zona restringida con acceso a refugios o totalmente confinadas, ya sea en corrales o jaulas. Las aves de corral criadas de esta manera pertenecen a genotipos genéticamente "mejorados" para la producción de carne o huevos, o al menos son razas cruzadas de rendimiento intermedio. El desembolso de capital es mayor y las aves dependen totalmente de sus propietarios, pero la producción es mayor que en otros sistemas de producción avícola familiares.

¿Sabía que?

La avicultura familiar representa el 80 por ciento del total de las aves de corral en los países de bajos ingresos y con déficit de alimentos.

Las aves de corral son el tipo de animal más común en las zonas urbanas. 

En los países en desarrollo, hasta el 95 por ciento de los habitantes rurales sedentarios y pobres poseen pequeñas parvadas que se alimentan de desechos que van desde unas pocas hasta, más raramente, 20 ó 30 aves.

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