REDD+ Reducción de las emisiones derivadas de la deforestación y la degradación de los bosques

Un modelo de silvicultura comunitaria que funciona

09/06/2022

En el municipio colombiano de Segovia, localizado en el departamento de Antioquia, sobre el margen oriental de la Cordillera de los Andes, se encuentra una de las grandes reservas de oro del país, que en su mayoría, se encuentran bajo bosques naturales con una gran riqueza ecosistémica.

Su gente se identifica como campesinos porque nacieron “en la montaña, donde brilla el sol, donde anida el águila, donde canta el ruiseñor, donde la luna alumbra los caminos y donde cuidan la tierra con el surco de sus manos”, dice Madonna Zapata Bolívar, Profesional Misional Social, de FAO Colombia (FAOCO).

En particular, la comunidad de El Tamar se ha dedicado durante muchos años a actividades forestales informales, que les proporcionan su sustento. No obstante, impulsados por la necesidad de formalizar su actividad y acceder a empleos e ingresos justos, desde el año 2018 comenzaron a trabajar articuladamente con la FAO a través del Programa ONU-REDD, y el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de Colombia (MinAmbiente), en la implementación del Modelo de Forestería Comunitaria. En este proceso, un hito importante fue el fortalecimiento de la gobernanza comunitaria para avanzar hacia la formalización de su empresa forestal comunitaria, ahora llamada Ecoserranía.

Algunos delegados comunitarios de Ecoserranía, participaron en intercambios regionales Sur-Sur, facilitados por la FAO a través de la alianza de los equipos de REDD+ y Forest Farm Facility (FFF). Estos intercambios les permitieron crear redes de apoyo con sus pares en países como México, Guatemala, Perú y Panamá. Desde 2020, este proceso fue continuado por WWF Colombia, quienes apalancaron la formalización de la Asociación Ecoserranía y la realización del censo forestal. El censo fue necesario para acceder al permiso de aprovechamiento forestal, el cual finalmente fue otorgado por la Autoridad Ambiental regional (Corantioquia) en septiembre de 2021.

Siete meses después, la Asociación Ecoserranía logró su primera venta legal de madera a través de un arduo trabajo comunitario. Esto incluyó negociar con el comprador final, recibir un anticipo para cubrir los costos operativos de aprovechamiento y transporte de la madera a su destino, la Tasa de Aprovechamiento Forestal de Madera (TAFM), de conformidad con la legislación nacional, y obtener así el Salvoconducto Único Nacional en Línea (SUNL) para la movilización de la madera aprovechada.

En total se vendieron 14,5 m3, de acuerdo a lo permitido por la Autoridad Ambiental, y provenientes de la cosecha de dos árboles de una especie autorizada.

El aprovechamiento de volúmenes bajos de madera indica que en efecto realizamos un manejo forestal sostenible, que será complementado con la siembra de nuevos individuos de las especies aprovechadas de acuerdo con nuestro plan de aprovechamiento”, indicó Marlon Galeano, Representante Legal de la Asociación Ecoserranía. “Además, y al contrario de lo que estábamos acostumbrados, este bajo volumen de aprovechamiento fue compensado con un mejor precio, que fue el resultado de la gestión directa con los potenciales compradores de madera legal”.\

En todo este proceso, además del apoyo institucional, ha sido clave el compromiso y apertura de la comunidad a los procesos de fortalecimiento de la gobernanza. Para Galeano, esta primera venta legal de madera representa un paso muy importante hacia su sueño de consolidar una empresa forestal comunitaria que sea reconocida en toda Colombia por ser ambientalmente sostenible y que contribuya a la lucha del país contra el cambio climático.

Algunas de las lecciones aprendidas de este proceso son:

  • El acompañamiento institucional de las organizaciones comunitarias de productores forestales debe generar capacidades de autogestión en estas comunidades. Ecoserranía es un ejemplo de ello, ya que lograron la primera venta legal de madera sin la intervención de otros actores en las negociaciones.
  • En Colombia, el proceso de manejo forestal comunitario incorpora tradiciones culturales locales y formas de subsistencia comunitaria, fusionándolas con el conocimiento científico para proteger y fortalecer el capital social.
  • El fortalecimiento de las capacidades sociales y empresariales ha sido crucial para Ecoserranía, reforzando el valor del bosque como fuente de ingresos, empleo y bienestar.

Esta publicación apareció originalmente en el blog del UN-REDD Programme: https://www.un-redd.org/post/community-forestry-model-works

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