La senda sostenible hacia el logro del Hambre Cero

El plazo límite de la Agenda 2030 se va acercando y debemos actuar rápidamente para cumplir con el compromiso de la comunidad mundial de lograr el Hambre Cero.

Se estima que la producción mundial de alimentos debe aumentar por lo menos en un 50% durante este decenio a fin de garantizar que la población en aumento del planeta esté adecuadamente alimentada. Sin embargo, debemos hacerlo de manera sostenible, superando las mediciones centradas en el rendimiento o la producción y adoptando un enfoque holístico a largo plazo de la producción de alimentos, que también tenga en cuenta las dimensiones sociales, económicas y ambientales de la sostenibilidad.

Los impulsores de la insostenibilidad

La insostenibilidad de la agricultura y los sistemas alimentarios se debe a diversos factores. Entre ellos figuran la creciente demanda de alimentos, la necesidad de generar un ingreso y medios de vida, la dependencia de enfoques o tecnologías anticuados, todo lo cual puede conducir a una utilización excesiva de recursos naturales, dando lugar a fenómenos como la deforestación, la pérdida de biodiversidad y el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero. Con el tiempo, esas prácticas pueden dar lugar a una disminución de los rendimientos, una reducción de los ingresos, una menor resiliencia antes las perturbaciones y un aumento de la inseguridad alimentaria, en particular entre las comunidades más vulnerables.

El cambio climático y la agricultura: una relación compleja

El cambio climático complica aún más la situación, tanto por la amenaza sin precedentes que supone para la vida en el planeta como por su intrincada relación con la agricultura.

De hecho, aunque los sectores agrícolas se encuentran entre los más afectados por los efectos del cambio climático y la variabilidad del clima, también son un factor fundamental del propio cambio climático. Las prácticas insostenibles de producción de alimentos generalizadas durante décadas han contribuido en gran medida a la crisis climática actual.

Al erradicar los sistemas alimentarios y agrícolas insostenibles, podemos iniciar un círculo virtuoso que beneficie al medio ambiente, frene los efectos del cambio climático y ayude a aumentar de manera sostenible la producción para alimentar al mundo.

Los desafíos para los países

La adaptación a los desafíos que plantea el cambio climático, una población en constante crecimiento y una base de recursos naturales degradados requieren transiciones profundas en los sistemas de producción de alimentos.

La naturaleza transformadora de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que tratan de hacer frente a esos desafíos, exige un cambio profundo que se aleje de los actuales planteamientos insostenibles, en que participen tanto las comunidades locales como los gobiernos nacionales. Los agricultores, pescadores, pastores y otros productores de alimentos deben estar informados y beneficiarse de las metodologías e instrumentos más recientes que puedan ayudarles a aumentar la producción de manera sostenible y a salvaguardar los recursos naturales.

Si bien se han reunido diversos datos y se han concebido metodologías e instrumentos para impulsar esas transiciones, a los gobiernos y las partes interesadas locales les puede resultar difícil utilizarlos para la toma de decisiones y la formulación de políticas, así como para evaluar qué opciones son las más adecuadas para su contexto específico. Considerando que la agricultura desempeña un papel fundamental en el logro de un amplio conjunto de ODS, es un desafío crear sistemas integrados que logren óptimos beneficios colaterales y reduzcan las compensaciones recíprocas.

Además, la capacidad de los países, y la base de conocimientos tradicionales en que se basaban en el pasado, son cada vez más inadecuadas frente a la perturbación causada por el cambio climático. Por lo tanto, es imperativo tomar medidas de defensa frente al cambio climático y aumentar la resiliencia a las perturbaciones actuales y futuras.

Proyecto de crecimiento sostenible de la productividad en la agricultura

Con el fin de dar respuestas claras, factibles y basadas en hechos comprobados a cuestiones como estas, la FAO está poniendo en marcha el Proyecto de Crecimiento Sostenible de la Productividad en la Agricultura.

Aprovechando la experiencia y los conocimientos técnicos de la Organización, el proyecto elaborará las orientaciones y los instrumentos necesarios para promover transiciones eficaces hacia una agricultura más productiva y sostenible a nivel de las políticas nacionales y la producción local, estimulando el progreso de los países hacia el logro de los ODS. - 26 millones de personas resultan desplazadas cada año por desastres naturales y relacionados con el clima - El 75 % de la población en situación de pobreza extrema viven en zonas rurales y dependen de actividades sensibles al clima, como la agricultura, y son particularmente vulnerables a los desastres. - Otros 100 millones de personas podrían sufrir pobreza extrema a causa del cambio climático de aquí a 2030

El proyecto, que se basa en el indicador 2.4.1 de los ODS “Proporción de la superficie agrícola en que se practica una agricultura productiva y sostenible”, tiene el objetivo de medir los progresos realizados hacia sistemas de producción de alimentos más productivos y sostenibles y supervisar la adopción de prácticas agrícolas resilientes. Además, proporcionará medidas de apoyo en materia de políticas y análisis de datos que permitan la transición hacia enfoques como la agroecología y la agricultura climáticamente inteligente, concebidos para aumentar la producción de manera sostenible, y adaptados a las circunstancias sociales, económicas y ambientales específicas del país o la comunidad.

Dirigido por el Programa estratégico de la FAO sobre agricultura sostenible, el proyecto ayudará a los agricultores proporcionándoles orientación en la selección de los mejores enfoques para hacer frente a sus problemas específicos. En el plano nacional, los instrumentos facilitarán la selección de las transiciones óptimas hacia una agricultura más productiva y sostenible y la implantación de las políticas necesarias y un entorno propicio para las partes interesadas locales.

Por otro lado, el proyecto desarrollará una base empírica más sólida al considerar las compensaciones recíprocas y sinergias en el contexto de la agricultura sostenible y garantizará que los instrumentos pertinentes estén accesibles para los responsables de la formulación de políticas y la toma de decisiones y para las comunidades, a fin de fundamentar las medidas de apoyo a las transiciones hacia la sostenibilidad.

Estos instrumentos comprenden materiales de orientación para los gobiernos, como un manual en el que se detallan las medidas prácticas para diseñar o actualizar las políticas que pueden facilitar la transición hacia una alimentación y una agricultura sostenibles. En el marco del proyecto también se está desarrollando una aplicación móvil, que cuenta con una interfaz intuitiva y fácil de utilizar. Aprovechará los datos mundiales, regionales y nacionales disponibles y los integrará con información específica del contexto, a nivel de explotación agrícola, lo cual facilitará la evaluación, la planificación y la toma de decisiones.

Los datos son un elemento fundamental del proyecto: la recopilación, el análisis y el intercambio de datos e información pertinentes para la producción y la sostenibilidad en la agricultura son esenciales para poder formular planes estratégicos eficaces en los países.

Mediante el proyecto, los encargados de la toma de decisiones y las partes interesadas, entre ellas los gobiernos y los agricultores por igual, mejorarán su capacidad de evaluar la sostenibilidad y la productividad de sus sistemas actuales y de identificar soluciones adecuadas y sostenibles para los desafíos a los que se enfrentan, estimulando el progreso hacia los ODS.