Fomentar la capacidad para estimular la acción por el Clima en el Chad
La FAO aprovecha el Fondo multidisciplinario con el fin de propiciar iniciativas de apoyo a las contribuciones determinadas a nivel nacional en el Chad
La agricultura bajo amenaza
El cambio climático supone una amenaza grave y apremiante para la producción agrícola y la seguridad alimentaria en el Chad, y tiene el potencial de exacerbar las crisis humanitarias en curso que afectan al país.
Las regiones áridas del norte del Chad se enfrentan a la desertificación, con sequías que se extienden al ritmo alarmante de tres kilómetros al año. En el sur, las precipitaciones son cada vez más variables, y las observaciones meteorológicas en la zona apuntan hacia una reducción preocupante de las precipitaciones en los últimos años. Entretanto, se espera que aumenten los fenómenos meteorológicos extremos tales como sequías, inundaciones y olas de calor.
Estos factores, combinados con prácticas agrícolas insostenibles, están provocando una disminución de la cobertura del suelo, deforestación y mermando el rendimiento de los cultivos de cereales, al mismo tiempo que suponen una amenaza para los medios de vida y los ecosistemas.
La iniciativa
En 2019, la FAO, junto con el Ministerio de Medio Ambiente, Agua y Pesca y el Organismo Nacional para la Gran Muralla Verde, llevó a cabo una serie de actividades de apoyo a la capacidad del Chad de adaptación al cambio climático y mitigación de sus efectos, en particular en el contexto de la puesta en práctica de la contribución determinada a nivel nacional del país.
Las contribuciones determinadas a nivel nacional encarnan los esfuerzos de cada país para reducir las emisiones nacionales y adaptarse a los efectos del cambio climático. El Acuerdo de París exige a los países que preparen, comuniquen y actualicen las contribuciones determinadas a nivel nacional que pretende alcanzar.
Con miras a fortalecer la resiliencia al cambio climático y la capacidad institucional de planificación y aplicación de las contribuciones determinadas a nivel nacional, los esfuerzos se centraron en tres ámbitos: determinar las mejores prácticas agrícolas para impulsar la producción sostenible de alimentos en el país, en especial entre las comunidades agrícolas vulnerables; sensibilizar a las principales partes interesadas sobre el cambio climático; fomentar las capacidades en el plano nacional.
La FAO en acción
Aumentar la producción y proteger los recursos
Las inquietudes comunes a las comunidades agropastorales del Chad son la degradación del suelo y la reducción de rendimientos. Ambos suponen amenazas considerables a los medios de vida y pueden avivar tensiones entre agricultores y pastores por el acceso a recursos naturales menguantes y cada vez más degradados.
Se realizó un estudio destinado a determinar las mejores prácticas para impulsar la restauración de los ecosistemas y la producción sostenible. El estudio produjo un elenco de opciones: sistemas de recuperación mecánica para tierras degradadas; regeneración natural asistida; uso de semillas resistentes y adaptadas al clima; y uso de compost y abono orgánico para mejorar la salud del suelo. También se elaboró una guía de facilitación para la aplicación de las prácticas.
Sensibilizar para impulsar la resiliencia
La sensibilización y comprensión de la amenaza que el cambio climático supone para la agricultura —y, en especial, para aquellos cuyos medios de vida dependen de ella— suponen el primer paso hacia medidas eficaces de resiliencia y adaptación al cambio climático.
La Gran Muralla Verde y la FAO organizaron dos talleres de sensibilización, que reunieron a autoridades locales, productores, el sector privado y asociados en el desarrollo. Los participantes adquirieron nociones acerca de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, el Acuerdo de París, el papel fundamental que desempeñan los países en la lucha contra el cambio climático por medio de las contribuciones determinadas a nivel nacional y sobre cómo los actores no estatales pueden y deben contribuir.
Los talleres permitieron a los participantes conocer las contribuciones potenciales de actores no estatales a las próximas rondas de contribuciones determinadas a nivel nacional; determinar una selección de buenas prácticas relacionadas con la adaptación al cambio climático y mitigación de sus efectos, y emitir recomendaciones al gobierno y otros asociados.
Fomentar la capacidad institucional
La implicación en el plano local para abordar la amenaza del cambio climático resulta esencial, pero también lo es que existan las capacidades adecuadas en el plano nacional para garantizar el progreso.
Se organizó un taller a nivel nacional en Yamena para capacitar a partes interesadas gubernamentales y no estatales con miras a determinar y priorizar las opciones de mitigación de los efectos del cambio climático; analizar las fuentes de emisión de gases de efecto invernadero, y las prácticas agrícolas propuestas concebidas para aumentar la producción de forma sostenible, mejorar la captación de carbono y fortalecer la resiliencia de las comunidades frente a choques climáticos. Estos enfoques abarcan la agroecología, la agricultura climáticamente inteligente y otros sistemas sostenibles de gestión agrosilvopastoral.
El taller, organizado por la FAO y el Ministerio de Medio Ambiente, Agua y Pesca en colaboración con el Organismo Nacional de la Gran Muralla Verde, reunió a 60 participantes, tales como funcionarios ministeriales, productores, académicos y asociaciones de jóvenes y mujeres.
Impulsar el progreso
Al igual que otras iniciativas con cargo al fondo multidisciplinario, la labor realizada en el Chad combinó el conocimiento especializado de la FAO con el de sus asociados en el país para empoderar a instituciones y comunidades.
A través de sus actividades de sensibilización, investigaciones sobre buenas prácticas y el taller a nivel nacional de fomento de la capacidad, esta iniciativa ha contribuido a mejorar la capacidad del Chad para hacer frente a los retos que plantea el cambio climático.