Cuando Edy Prasetyo comenzó a criar bagre en 2001, no podía imaginar lo popular que se haría para la cultura de los alimentos de venta callejera en Indonesia. Hoy en día, los vendedores de bagre a la parrilla se alinean en las calles de Yakarta y otros centros urbanos del archipiélago, atendiendo a los habitantes de las ciudades cuyo apetito por el pecel lele (plato de bagre frito) a menudo excede las existencias.
Pero al igual que muchos agricultores en la provincia de Java occidental, el cambio de Edy a la acuicultura del bagre surgió por necesidad. El distrito de Indramayu, donde dirige sus 69 estanques de peces, es la principal zona productora de arroz de Indonesia. Paradójicamente, también es uno de los distritos más pobres de Java occidental, donde muchos trabajadores no tienen tierra y se ven obligados a emigrar a la capital, para encontrar trabajo entre las temporadas arroceras.
Con el tiempo, dado que el cambio climático ha cambiado los patrones de siembra y migración, los trabajadores sin tierra como Edy comenzaron a buscar fuentes alternativas de ingresos sin salir de su distrito, lo que provocó un aumento en la producción de estanques de peces hace aproximadamente una década.
El hecho de que el bagre no requiera estanques costeros salinos, hace que la producción sea menos vulnerable a los maremotos que otros mariscos populares, como el langostino tigre. Pero el proceso sigue siendo exigente: “Debemos ceñirnos a un horario fijo de alimentación, incluso durante la noche y cuando llueve”, explica Edy, que tiene alrededor de 45 años. “Imagina caminar alrededor de los estanques bajo una fuerte lluvia y lanzar comida para bagres. Tengo 69 estanques, necesito al menos 10 personas para hacerlo”.
Para facilitar el trabajo de Edy y el de otros piscicultores de la zona, el gobierno provincial y eFishery, una empresa emergente local, trajeron nueva tecnología digital a su pueblo de Soge. El alimentador de peces automático, en concreto, fue un éxito entre los empresarios acuícolas locales.
Inventado en el Instituto de Tecnología de Bandung, en Java occidental, los alimentadores se pueden operar desde teléfonos Android con la aplicación eFishery, donde los piscicultores pueden establecer la raza de los peces, los horarios de alimentación y la cantidad de comida que se dejará caer en los estanques.
El tiempo que Edy y su personal ahorran al utilizar los alimentadores automáticos ahora se destina a otros aspectos del negocio, como vigilar la higiene del estanque y el proceso de selección de peces. Edy comenzó con 20 alimentadores automáticos, pero planea duplicar ese número a medida que expanda su negocio.
La FAO promueve las innovaciones digitales en las comunidades rurales que permiten medios de vida económicos, bienestar individual y cohesión social. A través de su Iniciativa de las 1 000 aldeas digitales, la FAO fomenta la colaboración del gobierno, las empresas emergentes y los agricultores para llevar la nueva tecnología digital a las comunidades rurales y crear un futuro más sostenible. Actualmente, la FAO en Indonesia está colaborando con la Universidad de Agricultura de Bogor (IPB) para evaluar el panorama de la digitalización rural y proporcionar planes de acción y recomendaciones para las partes interesadas.
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