El proceso de validación se realizó con la OMSA, SENASA de Argentina y SAG de Chile, como parte de la estrategia para fortalecer la gobernanza de la RAM en la producción y uso de piensos medicados

La FAO en el marco del proyecto regional “Trabajando juntos para combatir la Resistencia a los Antimicrobianos”, implementado por la Alianza Tripartita con el apoyo económico de la UE en siete países sudamericanos, adelanta una línea estratégica de acción orientada al fortalecimiento de políticas asociadas a RAM en el ámbito de la producción y uso de piensos medicados, como componente relevante de la gobernanza de la RAM que se define desde el sector de la producción animal.

Bajo este contexto, una de las herramientas para facilitar y promover el avance hacia una gestión progresiva de los riesgos de RAM en dicho ámbito, lo constituye un documento marco que identifica, compila, y estructura consideraciones relevantes de políticas para atender la RAM. Dichas recomendaciones están basadas en medidas sanitarias y directrices técnicas, expresadas en las políticas internacionales de referencia, complementadas con otros instrumentos de política que plantean objetivos con bases científicas, tales como la política sectorial vigente de Argentina y Chile.

Durante el mes de agosto, se realizó el proceso de comunicación y validación de la propuesta del documento, que plantea puntos de referencia priorizados para las etapas que comprende la elaboración del pienso medicado.  Con respecto a las normas internacionales, se revisó el documento con la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA). En el caso de políticas nacionales, se sostuvo una reunión virtual con los equipos técnicos de SENASA de Argentina y SAG de Chile y los consultores y equipo RAM de FAO.

Luego de este proceso participativo, se fortaleció el documento con los aportes de los tres referentes y se realizaron los ajustes correspondientes consolidando y armonizando la propuesta. El próximo desafío es la implementación de esta herramienta mediante procesos dinámicos que faciliten a los países la identificación de fortalezas y brechas en sus políticas sectoriales, junto con orientar a los reguladores y a la industria del sector a priorizar las acciones para contener la RAM.