Se conmemoró con un acto en el Congreso Argentino el Día Internacional de la Mujer Rural, en el marco de la campaña de comunicación “Diecisiete días de activismo para el empoderamiento de la mujer rural y sus comunidades” de la iniciativa global organizada por la Women's World Summit Foundation (WWSF).

Presidieron el acto como oradores junto al Representante FAO en Argentina, Valdir Welte; la Directora de la Delegación Argentina del Parlatino, Celia Arena; la Responsable del Área de Planeamiento y Gestión Estrátegica de la UCAR, Susana Márquez; el Presidente del Frente Parlamentario contra el Hambre en Argentina, Gastón Harispe.

A continuación se transcribe textual el discurso del Sr. Representante de la FAO en Argentina, Dr. Valdir Welte, en ésta ocasión:

La misión de la FAO es alcanzar un mundo libre de hambre y malnutrición, en el que la alimentación y la agricultura contribuyan a mejorar los niveles de vida de todos sus habitantes, especialmente de los más pobres, de forma sostenible, desde el punto de vista económico, social y ambiental. Para alcanzar un mundo sin hambre es imprescindible trabajar simultáneamente por la autonomía económica de las mujeres y por el cumplimiento de todos sus derechos.

Es por esto que para FAO resulta tan importante conmemorar este día internacional de “las mujeres rurales” y digo en plural porque las vidas de las mujeres en las áreas rurales de América Latina y el Caribe presentan una gran diversidad social, económica y cultural. Referirse a "la mujer rural" oculta esta diversidad, por lo que resulta más adecuado hablar de las mujeres rurales.

En la Argentina la mano de obra asalariada que se ocupa en actividades primarias es mayoritariamente masculina (aproximadamente 4 de cada 5 asalariados agrarios son hombres). La participación de las mujeres en actividades agrarias es más acentuada en Neuquén, Formosa y Mendoza con porcentajes superiores al 22%, y menos acentuada en provincias como Catamarca y La Pampa, con porcentajes inferiores al 10%.

Las mujeres asalariadas agrícolas trabajan en condiciones de informalidad y desprotección social. Sus trabajos son en la mayoría temporales, con rotaciones laborales entre cultivos y largas jornadas diarias que se suman al trabajo doméstico.

La cantidad de tiempo dedicado al trabajo doméstico aumenta en las zonas donde hay problemas de acceso a los recursos naturales porque las mujeres tardan más en la recolección de leña y agua. Las mujeres tienen una escasa valoración de su trabajo y no advierten la cantidad de horas que trabajan en el día, ni como esto limita su participación en actividades comunitarias y sociales. Las jornadas de trabajo de las mujeres rurales en la Argentina, considerando las actividades productivas, reproductivas y domésticas, suman entre 16 y 18 horas por día.

La presencia de trabajadoras asalariadas en la Argentina se destaca en las producciones de tabaco, arándanos, limón, frutas de carozo y olivo. Pero la mayor parte de las agricultoras familiares participan en la actividad de renta de la finca, elaboran productos para la venta (artesanías, quesos, dulces, pan, etc.) y cuando es posible, comercializan los excedentes de su producción de autoconsumo.  Cuando estas actividades las realizan en el hogar junto a la familia y no reciben remuneración, son consideradas como ayuda.

Su aporte a los ingresos de la familia, aunque no necesariamente como productora agropecuaria, es significativo y sus actividades de autoconsumo garantizan la seguridad alimentaria en los hogares rurales pobres. Sin embargo, las mujeres tienen una baja participación en la toma de decisiones de los recursos de la finca, siendo mayor sobre el destino de los animales que sobre el de la tierra.

Según la Coordinadora Regional del Frente Parlamentario contra el Hambre, la Sra. Guadalupe Valdez, “la institucionalidad en la lucha contra el hambre requiere de una serie de pasos que son fundamentales, ya que es necesaria la articulación entre los diversos actores, las diferentes instituciones de gobierno y el congreso, los movimientos de mujeres, las organizaciones sociales y la ciudadanía en general”.

Todo esto es lo que intentamos lograr con esta Campaña, a través de estos 17 días mostramos los rostros de las mujeres rurales argentinas, para sensibilizar sobre sus derechos y sus principales problemáticas aunando esfuerzos entre los organismos internacionales, los organismos de gobierno y el poder legislativo.

Desde FAO Argentina estamos más comprometidos que nunca con el objetivo de empoderar a la mujer rural. Es por esto que para el 2016 estamos desarrollando una cargada agenda de trabajo,  con los organismos que hoy nos acompañan en éste acto, como el Ministerio de Agricultura, el RENATEA (Registro Nacional de Trabajadores y Empleadores Agrarios), legisladores del Frente Parlamentario Contra el Hambre, las organizaciones rurales y las otras agencias de Naciones Unidas en el país.

Esperamos seguir contando con su apoyo y poder celebrar más actividades en pos de los derechos de las mujeres rurales.

Datos extraídos de las siguientes Fuentes:

• BIAGGI A., CANEVARI C., TASSO A., “Mujeres que trabajan la tierra”, Proyecto de Desarrollo de Pequeños Productores Agropecuarios (PROINDER), Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca y Alimentos de la Nación, Buenos Aires 2007.
• SOTO BAQUERO F., KLEIN E., “Empleo y condiciones de trabajo de mujeres temporeras agrícolas”, FAO, CEPAL, OIT, 2012.
• Mirando hacia Beijing 95: mujeres rurales en América Latina y el Caribe: situación, perspectivas, propuestas, FAO, 1995.
• Datos sobre mano de obra asalariada en Argentina, suministrados por el Registro Nacional de Trabajadores y Empleadores Agrarios (RENATEA), 2010.