FAO en Bolivia

Las abejas nativas que polinizan la castaña, fruto esencial del bosque amazónico

Mamuris, abeja polinizadora de la castaña.
20/05/2020

Comunidades indígenas protegen y cultivan abejas nativas de los bosques, polinizadores claves para uno de los cultivos más importantes: la castaña amazónica

La nuez boliviana es un gran motor de la economía de la Amazonía. Bolivia es el mayor exportador mundial de estas deliciosas semillas comestibles, fruto de la castaña amazónica, un árbol que depende de al menos 16 especies de abejas nativas para su polinización.

Erling Humaday lo sabe: él le dedica su vida a la apicultura como alternativa sustentable para la recuperación del bosque circundante a Bella Flor, una comunidad del municipio de Riberalta en el departamento del Beni.

A pesar de su poético nombre, Bella Flor es una zona afectada por incendios forestales y actividades extractivistas de madera. Y esta es la razón por la cual esta comunidad asumió el reto de recuperar áreas degradadas con sistemas agroforestales que les permiten proteger sus medios de vida.

Erling Humaday es un indígena tacana y sabe que preservar a los polinizadores de la castaña es fundamental para la salud del bosque, trabaja en ello junto a la Asociación de Jóvenes Reforestadores de la Amazonía (AJORA).

La AJORA gestiona 44 colmenas de tres diferentes especies de abejas –peto abejas (Apis mellifera), meliponas y abejas señoritas– con las que producen hasta 1320 Kg.  de miel por año. Las abejas, además de dar miel, ayudan a que los árboles se reproduzcan: “Mis abejas polinizan las plantas que me dan frutos”, explica Erling, quien puede pagar la educación de sus hijos y alimentar a su familia con el trabajo de sus abejas.

La FAO y el Ministerio de Medio Ambiente y Agua, con financiamiento de la Agencia Italiana para la Cooperación al Desarrollo, ha dado asistencia técnica especializada para el desarrollo de este y otros emprendimientos en la Amazonía boliviana, que ya beneficia a 41 familias.

“Promovemos una acción técnica ambientalmente adecuada con la participación de familias y jóvenes de las comunidades amazónicas para la recuperación de áreas afectadas por los incendios forestales, para lograr un aporte de alimentos para su núcleo familiar y sean un modelo que aporte también a la economía de la familia”, explica Sergio Ledezma, coordinador del programa denominado Gestión Integral y Sustentable del Bosque Amazónico (GISBA).

Abejas y castañas: un ciclo virtuoso

Desde 1999 Bolivia es el mayor exportador del mundo de castaña amazónica, fruto que proviene de un árbol endémico de la Amazonia, Bertholletia excelsa, el cual puede llegar a vivir 500 años, alcanzando entre 30 y 50 metros de altura y dos metros de diámetro.

“La castaña hace mover toda la economía de la amazonia boliviana. En 2017 hubo una disminución en la producción y no se supo cuál fue el motivo, una de las tres hipótesis manejadas fue un problema con los polinizadores, pero hasta 2018 no se sabía cuáles eran sus principales polinizadores en Bolivia”, dice Jaime Rodríguez, investigador del programa ejecutado por la FAO que logró establecer la primera línea de base de polinizadores de la castaña en Bolivia.

A partir de su trabajo se sabe que las Mamuris –como los pobladores indígenas locales llaman a las abejas más grandes del bosque—son las que interactúan con este fruto.

La investigación llenó un vació de información no sólo sobre la distribución, abundancia y otras características de estos polinizadores, sino también en la identificación de sus amenazas. La principal es el temor de la gente a su picadura; muchos incluso quemaban sus nidos, pero también se ven afectadas por malas prácticas agrícolas, como el uso de insecticidas de alto impacto. Estas abejas también sufren debido a la deforestación y la destrucción del suelo, y se ven afectadas por el cambio climático.

Según Jaime Rodríguez, la miel de abejas nativas como las meliponas, es un “un lujo culinario” debido a su gran sabor, textura y olor, y por sus propiedades medicinales. Así, tanto las meliponas como los mamuris, contribuyen no solo al bienestar del bosque y sus productos, sino también a la mejora del modo de vida de las personas locales y la economía de la región y del país.

Todo el conocimiento referido a las abejas que fue generado por la FAO en la Amazonía ha quedado sistematizado en cinco guías para dar continuidad al trabajo de los actores locales. El estudio ha permitido obtener la primera colección de referencia nacional de abejas polinizadoras de la castaña amazónica boliviana, que contiene 16 especies clasificadas.