Según la Estrategia Internacional para la Reducción de Desastres, el término resiliencia se refiere a la capacidad de un sistema, comunidad o sociedad expuestos a una amenaza, para resistir, absorber, adaptarse y recuperarse de los efectos adversos de manera oportuna y eficaz.

Bajo este contexto, el 18 de junio del presente, se llevó a cabo la presentación del proyecto “Incremento de la preparación y resiliencia en comunidades indígenas vulnerables priorizadas en las cuencas del Río Beni y Mamoré", financiando por el departamento de Ayuda Humanitaria y Protección Civil de la Unión Europea (ECHO); que nace con el objetivo de contribuir al desarrollo de capacidades y adopción de estrategias resilientes de comunidades e instituciones locales, para reducir su vulnerabilidad, complementando y fortaleciendo las capacidades municipales enlazadas a niveles departamental y nacional.

El evento fue realizado en Rurrenabaque y contó con la presencia de autoridades internacionales, nacionales y departamentales; quienes mostraron su compromiso para reducir la vulnerabilidad de las comunidades en las zonas de intervención, ante los efectos de los riesgos extremos ocasionados por el cambio climático. Entre los resultados, se tiene previsto fortalecer sistemas organizativos para reducir los riesgos de inundación, utilizando información hidro-meteorológica confiable y oportuna, conectada al Sistema Nacional de Alerta Temprana de Desastres (SNATD); prever emergencias reduciendo el riesgo de desastres relacionados a la afectación de los principales medios de vida (en especial la seguridad alimentaria); mejora de los servicios de agua y saneamiento, de las prácticas nutricionales y de la higiene, y así poder  incrementar la resiliencia de las poblaciones indígenas y campesinas  que habitan las áreas influenciadas por las aguas de ambos ríos.

El proyecto prevé una duración de 18 meses, interviniendo en dos departamentos del país (La Paz y Beni) abarcando acciones en un total de 12 municipios. En La Paz incluye a los municipios de Ixiamas, San Buenaventura, Palos Blancos y Guanay; mientras que en el Beni este proyecto se extiende a los municipios de Riberalta, San Joaquín, San Ramón, Santa Ana del Yacuma, San Ignacio de Moxos, San Borja, Rurrenabaque y Reyes.

Las acciones enfatizarán los componentes de la gestión de desastres locales, promoviendo estrategias de recuperación y protección de los medios de vida, vinculación institucional, infraestructuras a pequeña escala, y la construcción de capacidades de las familias e instituciones vulnerables.

Los beneficiarios directos del proyecto llegan a 7900  familias que habitan en comunidades con  alto riesgo de inundación (solo de áreas rurales).  Sin embargo, se beneficiarían indirectamente también alrededor de  41.700 familias que no hayan migrado por motivos de la inundación y que se encuentran en los centros urbanos de los municipios; éstos serán integrados a una red de comunicación de estados de alerta ante eventuales inundaciones y crecidas de los ríos, a través de las Unidades de Gestión del Riesgo Municipales.

Son socios operativos en este proyecto la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), así como las ONGs Soluciones Prácticas y Ayuda en Acción; contando a su vez con la participación programática experta de la Organización Internacional para las Migraciones (IOM), Christian Aid y la Fundación de Salud del Río Beni.