FAO en Bolivia

“Yaku Tatay”: Comunidades del altiplano sur cuentan con 34 sistemas de cosecha de agua de lluvia

Sistema de cosecha de agua de lluvia en Rodeo, Salinas de Garci Mendoza
04/05/2016

Quien conoce el altiplano sur de Bolivia sabe que allí el agua es mucho más que un bien, es un privilegio. A casi 4.000 metros de altura sobre el nivel del mar y a distancias de una hora o más entre comunidad y comunidad, el agua es más que un privilegio, es una bendición. ¡Yaku Tatay! (¡Agua Señor!), como exclama la gente en sus plegarias y rituales pidiendo a la Pachamama que mande lluvias para la región. Es en este contexto donde se ha construido 34 sistemas de cosecha y almacenamiento de agua de lluvia, en el marco del proyecto “Sistema Agroalimentario Integrado Quinua/Camélidos: Promoción de la Agricultura Familiar Comunitaria en el Altiplano Boliviano”, haciendo posible la territorialización del derecho al agua.

Mediante el proyecto, coordinado entre el Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras (MDRyT), la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Cooperación Italiana, se construyeron los sistemas de cosecha de agua en comunidades de los municipios de Colcha K (Potosí) y Salinas de Garci Mendoza (Oruro), con el involucramiento de más de 1.500 familias productoras de quinua y camélidos.

De las 34 construcciones, cuatro son familiares, 22 comunales, seis se encuentran en unidades educativas y dos en un cuartel. Recientemente se realizó una visita de inspección en la que se pudo evidenciar la función social que cumplen proveyendo agua, principalmente para riego, en una región particularmente seca. La mayoría se vincula a carpas solares o invernaderos construidos y/o refaccionados con el objetivo de diversificar la alimentación, además de mejorar los ingresos de productores y productoras a partir del consumo y comercialización de verduras y hortalizas.

En las comunidades de Salinas de Garci Mendoza y Colcha K se produce la Quinua Real orgánica, entre otras variedades altamente cotizadas en los mercados nacionales y mundiales. La producción se hace pese a que el recurso agua es limitado, especialmente en épocas de estiaje o sequía que se prolongan por varios meses al año, razón por la que los productores priorizan el riego de sus parcelas y el consumo humano.

Los sistemas de cosecha y almacenamiento de agua de lluvia ofrecen a estas poblaciones la posibilidad de contar con una reserva adicional en tiempos secos, pero también les proporciona riego para cultivos de verduras y otros que puedan contribuir a una alimentación variada. La población principalmente favorecida es la de los niños que actualmente consumen lechuga, tomate y hasta melones producidos en los invernaderos regados con agua de lluvia.

Con una capacidad para cosechar 16 mil litros de agua, las estructuras se conectan a los techos de viviendas, escuelas y otros a través de canaletas y bajantes. De ese modo, los sistemas capturan el agua de lluvia y la conducen al tanque construido con 63 placas prefabricadas de cemento, piedras, alambre tensado y revoque. El tiempo de construcción y el costo es bajo, y el agua que se almacena es limpia y segura, constituyéndose en una contribución a la soberanía alimentaria y nutricional de las familias agricultoras.

El Proyecto “Sistema Agroalimentario Integrado Quinua/Camélidos: Promoción de la Agricultura Familiar Comunitaria en el Altiplano Boliviano”, que trabaja en 40 comunidades de los dos municipios mencionados, avanza en la entrega de bienes y servicios que el Estado se ha comprometido por ley a brindar a la agricultura familiar. Los sistemas de cosecha y almacenamiento de agua de lluvia son, en ese sentido, una manera de territorializar las políticas públicas de seguridad alimentaria con soberanía para el Vivir Bien.