FAO en Chile

El juego como método de reducción del sobrepeso infantil

21/08/2019

Fundación Brotes presentó innovador programa de educación alimentaria. 

Con el propósito de fomentar sistemas alimentarios sostenibles, la Fundación Brotes trabajó desde 2017 en un proyecto modelo aplicado en Ñuñoa: “Las ferias libres como recurso de aprendizaje para una alimentación saludable”, programa de actividades pedagógicas, generado a partir de un fondo del programa Elige Vivir Sano. La metodología del plan piloto implementado fue presentada en el seminario “Educación Alimentaria y Nutricional: Más allá de la cocina” en FAO Chile el pasado 12 de agosto. 

La iniciativa involucró a 170 niños del jardín infantil Las Amapolas, 15 profesionales técnicos de los establecimientos, 65 feriantes de la Feria Libre Emilia Téllez y más de 500 apoderados de alumnos. Los resultados posteriores a la implementación del programa educativo del proyecto demostraron un impacto positivo en la comunidad: una reducción del 40% de la obesidad infantil en el grupo. 

Esto fue logrado a través de juego, presentaciones educativas de teatro musical, talleres didácticos de cocina y revalorización culinaria de alimentos. También, con visitas guiadas a ferias libres, capacitación de docentes, entrega de información sobre alimentación a familias, entrega de recetarios y concursos. La innovación a través del trabajo intersectorial entre educadores, familias y feriantes, permitió ver resultados en el plazo de un año (2017-2018) en la comunidad con la que se trabajó en Ñuñoa. 

Según la Oficial FAO de Nutrición para América Latina y Caribe experta en Micronutrientes, Ruth Charrondière, el modelo que se aplicó en el jardín infantil Las Amapolas, redujo la obesidad infantil en la muestra de 170 niños de 16,8 puntos porcentuales a 10,1, lo que se tradujo en una reducción del 40% de la obesidad en los menores a través de un programa educacional y de fomento de consumo de frutas y verduras, según los 400 gr. diarios propuestos por 5aldía.

“Lograron una reducción más alta que el famoso programa de reducción de obesidad infantil en Ámsterdam ‘Jump-In’, que logró una reducción del 12% en cinco años, pero con más colegios. Mientras el porcentaje de sobrepeso se mantuvo, la prevalencia de peso normal aumentó de 33,3% a 40%. Es altamente probable que los niños pasaron de estar obesos a estar con sobrepeso o con un peso normal”, destacó Charrondière.

Resultados concretos 

Un estudio muestral demostró que al finalizar la intervención en el jardín infantil Las Amapolas, un 75% de la comunidad demostró interés en el programa e integró conceptos y valores de vida sana. También, aumentó la frecuencia de preparación de alimentos en el hogar, de un 15% de las familias que cocinaban en casa, a un 55% de ellas. Finalmente, se registró un mayor porcentaje de familias del jardín que compraban en la feria: de un 20% que acudía normalmente, a un 65%.

Los resultados obtenidos cobran relevancia al ser contrastados con la realidad nacional: según cifras de JUNAEB, en Chile, uno de cada dos niños en edad pre-escolar sufre de sobrepeso u obesidad. Y de acuerdo con el último Informe de Estado de la Seguridad Alimentaria y Nutrición en el Mundo FAO 2019, un 9,3% de los menores de cinco años chilenos sufre de sobrepeso, con una de las tasas más grandes de América Latina y Caribe en este ámbito.

Chile, así mismo, tiene la segunda tasa de obesidad en adultos más alta de países OCDE (un 28,8% de la población adulta, según FAO). La consultora en nutrición y sistemas alimentarios de FAO Chile, Ornella Tiboni, enfatiza que por ello “es crítico realizar un tamizaje y control temprano de la malnutrición” y agrega: “Los jardines infantiles son el ambiente perfecto, porque justamente es la edad en la que se forjan los hábitos para la vida. Este tipo de intervenciones no sólo es una inversión a corto y largo plazo en salud y sus costos, sino que en rendimiento escolar y calidad de vida”.

El programa “Las ferias libres como recurso de aprendizaje para una alimentación saludable”, seguirá creciendo y trabajando con comunidades, intersectorialmente, bajo el nuevo nombre “Sabor de mi barrio”.