Tras un recorrido intenso pero satisfactorio, 32 productores de la Asociación Nacional de Usuarios Campesinos (ANUC), de Pacho en Cundinamarca vieron cristalizado su sueño de convertirse en ganaderos de ovinos y de esta manera dar vida a una nueva línea de comercialización en la región que busca fomentar el consumo de carne de cordero; hecho que se logró luego de la implementación del Proyecto Integral de Desarrollo Agropecuario y Rural, PIDAR 508 realizado por la alianza de la Agencia de Desarrollo Rural (ADR) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). 

En la finca Agataes se llevó a cabo el evento de cierre comunitario donde los productores escucharon los resultados de la intervención presentada por Yadi Liliana Bautista, coordinadora del proyecto de la Unidad Técnica Territorial (UTT) ADR y Alejandra Muñoz, coordinadora del proyecto por FAO. También intervino el representante legal de ANUC, Benjamín González. Además, se entregaron 33 ovinos, 32 hembras y un macho a los productores vinculados. 

Para Magda Liliana Ariza, participante en el PIDAR 508, uno de los resultados más importantes del proyecto fue la asesoría para llevar los registros de los documentos “nos enseñaron a llevar reportes, a registrar las cosas y eso es muy útil porque hoy por ejemplo ya sé cuando es tiempo para programar a las hembras”. Magda también destaca el seguimiento en el proyecto “antiguamente entregaban los insumos y nadie nos explicaba cómo usarlos y eso era despilfarrar la plata porque se perdían. Aquí siempre tuvimos acompañamiento”. 

Por su parte, Duber Adolfo Lara, otro asociado, destacó el apoyo técnico para el manejo de pastos: “Nos sirvió mucho la concientización sobre el forraje y la elaboración de alimentos en la finca porque nosotros teníamos una pérdida de crías bastante alta. Además, eso nos sirvió para la economía del hogar porque ahora producimos el alimento para los animales en la misma finca”. 

Efectivamente, la alianza entregó a cada productor 8 ovinos hembra y un macho, un aprisco de 6 m. x 2 m., con capacidad para 10 ovinos, semillas para siembra de pasto y el acompañamiento técnico de un veterinario y un zootecnista con quienes aprendieron sobre el manejo integral de la unidad productiva que implica saber sembrar el pasto que nutra a los animales, saber cuántos animales pueden estar de acuerdo con el tamaño de la finca; y el cuidado de los animales de acuerdo con las indicaciones del veterinario -por ejemplo, cómo desparasitarlas-. Los productores también recibieron malla para la división de potreros, y concentrado y silo para la suplementación alimenticia. 

Al final, dice Magda, “todos aumentamos el número de ganado que teníamos, aprendimos sobre la cría de ovinos -algunos no sabíamos- y hoy nos apoyamos unos con otros para salir adelante” y el sueño para Magda es que la asociación tenga un centro de acopio para sacrificar los animales mientras que para Duber es lograr un modelo de comercialización que no incluya intermediarios.
 

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