MINAG agradece apoyo de FAO y el CERF con semillas y otros insumos agrícolas para recuperación de municipios afectados por huracán Ian
El Ministerio de la Agricultura agradeció la contribución de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Fondo Central de Respuesta a Emergencias (CERF por sus siglas en inglés) con más de 6000 kg de semillas de hortalizas de ciclo corto e insumos para la rehabilitación de cultivos semiprotegidos en las provincias afectadas por el huracán Ian.
De acuerdo con la Directora de Semillas del MINAG, Yanisbell Sánchez, unas 2,569.55 hectáreas de tierras se verán beneficiadas con la adquisición de semillas de hortalizas, lo que permitirá una mayor diversificación de la producción con unas 33 mil toneladas de alimentos nutritivos en un breve plazo.
Con este propósito, FAO está contribuyendo además con 300 rollos de cordel y mallas, para rehabilitar 10.5 hectáreas de cultivos semiprotegidos.
Se apoya además con 10 400 bandejas para la producción de plántulas en cepellón, 16 500 kits de sujeción y 304 rollos rafia plastificada, los cuales permitirán recuperar 9.09 hectáreas de cultivos protegidos y casas de posturas.
Tras el devastador impacto del huracán Ian, unos 61 587 productores y 7 432 productoras y sus familias recuperarán sus medios de producción.
Los fondos procedentes del CERF, de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas (OCHA), complementan otros recursos movilizados por la FAO en el marco del Fondo para Actividades de Emergencia y Rehabilitación - Capacidad de Respuesta de Insumos Agrícolas (SFERA-CRIA), con el objetivo de rehabilitar unas 30 naves avícolas.
Esto último aumentará la disponibilidad de huevos en las comunidades y el consumo de proteína animal, lo cual permitirá mejorar la nutrición y la salud de 1 425 000 personas vulnerables (285 000 hogares), incluidos niños menores de cinco años, mujeres embarazadas y lactantes.
El pasado 27 de septiembre, con un extenso diámetro de 600 kms, el huracán Ian azotó durante más de 7 horas las provincias occidentales de Cuba, causando graves daños en sectores como la vivienda, la agricultura, servicios eléctricos, telefónicos e hidráulicos.
A pesar de las medidas tomadas por el gobierno para cosechar temprano los cultivos existentes y evacuar el ganado, el evento meteorológico causó pérdidas muy significativas en el sector agrícola y pesquero, así como en las instalaciones de almacenamiento, comercialización y procesamiento, limitando la disponibilidad y el acceso a los alimentos.