FAO en Cuba

INIFAT inaugura aula inteligente y biofábrica en marco del Día de la ciencia cubana

Foto: FAO
17/01/2024

Un aula inteligente y una biofábrica quedaron inauguradas el 15 de enero, Día de la Ciencia Cubana, en instalaciones de la antigua Estación Agronómica de Santiago de las Vegas, hoy Instituto de Investigaciones Fundamentales en Agricultura Tropical Alejandro de Humboldt (Inifat).

Esas dos obras, que fortalecen las capacidades del Inifat y deben impactar positivamente en el escenario productivo, son resultado de la colaboración internacionalcon la Agencia Italiana de Cooperación para el Desarrollo (AICS) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

Aula inteligente

Once aulas destinadas a la capacitación de productores agropecuarios, técnicos y otros actores de los sistemas alimentarios locales han quedado equipadas en el INIFAT, en el Instituto de Investigaciones Liliana Dimitrova y en las provincias de Villa Clara y Sancti Spíritus, con tecnologías e insumos informáticos como pizarras inteligentes, computadoras, laptops, servidores, y otros dispositivos de redes.

La acción fortalecerá los procesos de gestión y gobernanza de los sistemas alimentarios locales, así como las capacidades en los territorios para elaborar, aplicar y evaluar estrategias, políticas y marcos reglamentarios destinados a este fin, como parte del proyecto "Seguridad alimentaria sostenible en Cuba", en su componente "Fortalecimiento de políticas para la seguridad alimentaria sostenible en Cuba" (POSAS), implementado por la Organización de las Naciones Unidas para Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Ministerio de la Agricultura (MINAG), con financiamiento de la Unión Europea.

La idea del aula inteligente surgió con la de fortalecer capacidades en todo el país y hacerlo no solamente de forma presencial, sino también virtual, explicó Grisel Tejeda González, coordinadora nacional del proyecto POSAS.

De esta manera, agregó, queremos llegar a todos los municipios del país y apoyar la implementación de la Ley de Soberanía Alimentaria y Seguridad Alimentaria y Nutricional (SAN). “A partir de la COVID, hay muchas actividades que se requiere hacerlas de forma virtual y estas aulas tienen una tecnología que va a garantizar un nivel y una interactividad entre el profesor y los estudiantes y potenciar el fortalecimiento de capacidades en todas las temáticas asociadas a la Ley”.

La Ley SAN tiene temáticas importantes que están acompañadas de procesos de formación de capacidades, entre ellas, las más nuevas, pérdidas y desperdicios de alimentos, políticas territoriales, planes municipales y gobernanza municipal de los sistemas alimentarios locales. “Todos estos temas que son emergentes y necesarios se van a potenciar a partir de estas aulas”, destacó.

Pedro Pablo Rodríguez, consultor de FAO, destacó la importancia de inaugurar el aula en el Día de la Ciencia Cubana y enfatizó que la “acción de fomentar aulas de capacitación con tecnologías y herramientas avanzadas sin dudas contribuirá al fortalecimiento de las capacidades de los actores territoriales para elaborar, aplicar, evaluar estrategias, políticas, marcos regulatorios para la gestión y la gobernanza de los sistemas agroalimentarios locales”.

La fábrica de vitroplantas

Para la biofábrica no podía haberse escogido lugar mejor: el Inifat, uno de los más importantes y representativos institutos de ciencias aplicadas a la agricultura tropical, con un fuerte vínculo con Italia, a partir del trabajo que  los científicos Carlo Calvino y Eva Mameli realizaron en la Estación Experimental a principio del siglo pasado y donde nació en el 1923 Italo Calvino, uno de los más reconocidos y relevantes escritores y poetas de la literatura italiana, dijo en la inauguración el director de la AICS, Antonio Cesta.

Según dijo, esta institución “es un actor fundamental en la implementación de los proyectos financiados por el gobierno de Italia, con el objetivo de generar conocimientos y crear capacidades para mejorar la soberanía y seguridad alimentaria y promover la adaptación de los cultivos a las afectaciones del cambio climático”.

Al respecto, destacó que el Inifat colabora con la AICS, pero también con otros actores del sistema Italia, como son las organizaciones de la sociedad civil y, recientemente, ha establecido vínculos con empresas italianas interesadas en invertir en el sector en Cuba.

Este laboratorio para el cual la AICS destinó un financiamiento de alrededor de 100 000 euros como parte de las acciones del proyecto Autoabastecimiento alimentario y desarrollo de iniciativas económicas sostenibles en La Habana (HAB.AMA), coordinado por el Instituto de Investigaciones en Fruticultura Tropical con socios colaboradores como el Ministerio de la Agricultura, el Grupo Empresarial Agrícola (GAG) y el Instituto de Investigaciones de la Industria Alimentaria.

“Desde nuestra agencia es un placer inmenso poder inaugurar la biofábrica, constatando que el equipamiento adquirido ha permitido al Inifat iniciar la fabricación de plántulas de plátano y papas, aumentando de esta forma la disponibilidad de este material genético para su explotación en función de la producción de alimentos”, destacó el director de la AICS.

En lo adelante, con un equipamiento específico, actualmente en proceso de contratación, se introducirá la embriogénesis somática, una técnica más eficiente para la propagación de plantas. Por otra parte, se gestiona la participación del ente público italiano Acqua Campus con el propósito de dotar el área de adaptación de las plántulas con un sistema de riego de precisión.

“Estos logros alimentan a la vez nuestra motivación para seguir apoyando el sistema de la agricultura de Cuba”, concluyó Cesta.

De acuerdo con Yaisely Hernández Fernández, investigadora auxiliar el Inifat, la biofábrica, primera de su tipo en La Habana, dará empleo a 15 personas y tiene capacidad para producir 500 000 vitroplantas con alto valor genético y fitosanitario. “El laboratorio surge para contribuir a dar solución a la necesidad de suplir el déficit de semillas de calidad en la capital”, explicó.

Con la aplicación de técnicas biotecnológicas se convierte en una alternativa por la cual se puede obtener material genético de propagación de muy alta calidad. “Con la biofábrica se espera atender al sector productivo, principalmente, los vinculados al proyecto internacional HAB.AMA, que alcanza cinco municipios de la capital: Boyeros, La Habana del Este, Arroyo Naranjo, Guanabacoa y Cotorro”, señaló.

(Con información de Tribuna de La Habana)