Mientras haya hambre en el mundo no habrá verdadero desarrollo
Con el propósito de hacer frente a la “carga múltiple” del hambre, la subalimentación y las carencias de micronutrientes, la FAO y la OMS convocaron a la Segunda Conferencia Internacional sobre Nutrición
Autora: Lisandra Fariñas Acosta
América Latina y el Caribe es la región del mundo que mayores avances ha logrado en la lucha contra el hambre en las últimas dos décadas, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Pero a las puertas del 2015, fecha límite para la concreción de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, las palabras pronunciadas por Fidel en la Cumbre de la Alimentación celebrada en el año 1996 mantienen total vigencia.
“El hambre, inseparable compañera de los pobres es hija de la desigual distribución de las riquezas y de las injusticias de este mundo. Los ricos no conocen el hambre (...) Reine la verdad y no la hipocresía y la mentira. Hagamos conciencia de que en este mundo debe cesar el hegemonismo, la arrogancia y el egoísmo. Las campanas que doblan hoy por los que mueren de hambre cada día doblarán mañana por la humanidad entera si no quiso, no supo o no pudo ser suficientemente sabia para salvarse a sí misma”.
Casi 20 años más tarde de este histórico discurso, los 37 millones de hambrientos, 164 millones de pobres y 68 millones de indigentes que aún viven en la región y que forman parte de los 805 millones de personas que todavía no tienen qué comer en el mundo, los 51 millones de personas que padecen de desnutrición aguda, y los más de 160 millones de niños menores de cinco años con retardo de su crecimiento por carencias nutricionales, siguen hablando de uno de los mayores desa-fíos que tiene la humanidad.
Precisamente con el propósito de hacer frente a la “carga múltiple” del hambre, la subalimentación y las carencias de micronutrientes, la FAO y la Organización Mundial de la Salud (OMS) convocaron a la Segunda Conferencia Internacional sobre Nutrición, que inicia este miércoles en Roma y se extiende hasta el próximo 21 de noviembre.
Granma conversó con tres miembros de la delegación cubana que asistirán a la importante cita; el doctor Disnardo Raúl Pérez González, director general del Instituto Nacional de Higiene, Epidemiología y Microbiología, y los doctores en ciencias, investigadores y profesores titulares de la propia institución, Santa Jiménez y Armando Rodríguez Suárez.
Para la conferencia —que tiene sus antecedentes en el año 1992 con el primer encuentro de este tipo y donde Cuba tuvo un papel de liderazgo; en la Cumbre Mundial de la Alimentación del año 1996 y en el seguimiento que se hizo a esta última en el año 2009 donde se abordaron las metas de desarrollo del milenio—, explicó la doctora Jiménez, se han analizado una serie de documentos con el fin de adoptar la Declaración de Roma y el marco de acción de la conferencia.
Cuba, dijo, lleva por ejemplo una posición bien clara sobre la importancia de no utilizar los alimentos como elemento coercitivo desde el punto de vista político. Los señalamientos de los diferentes países ya se han llevado a consenso para la elaboración de un marco de acción.
Los delegados a la Conferencia señalaron a este rotativo que en el último año se han establecido intercambios en el país con todos los organismos relacionados con el tema de la alimentación, como la Agricultura, Educación Superior, la Universidad de La Habana y Salud Pública, entre otros.
La especialista comentó que en el pasado mes de junio se realizó una reunión entre países miembros de la Celac, en la cual se planteó una agenda para la cooperación Sur-Sur y triangular, y a la que se pretende dar continuidad en un encuentro paralelo a la conferencia para fortalecerla mediante los mecanismos regionales.
Por su parte, el doctor Pérez González precisó que el ánimo es el de lograr concretar acciones que ayuden a cambiar el panorama actual. “Cuba cumplió gran parte de los Objetivos del Milenio de la ONU, como erradicar la pobreza extrema y el hambre, a pesar del inmenso costo económico y social del bloqueo estadounidense y que da cuenta de que es posible cuando hay voluntad política. Llevaremos a la conferencia nuestras experiencias en cuanto a las estrategias que ha trazado el país para reducir la importación de alimentos y aumentar la producción nacional y lograr la soberanía alimentaria.
La doctora Santa Jiménez agregó que la conferencia pondrá sobre la mesa de debate temáticas como la seguridad alimentaria, qué hacer para disminuir las carencias de micronutrientes como el hierro, la cual afecta a más de 2 000 millones de personas en el mundo; y cómo hacerle frente a una doble carga de enfermedad que hay junto a esas carencias, entre las que sobresalen el sobrepeso, la diabetes, la hipertensión. Asimismo intercambiarán sobre los mecanismos de educación alimentaria y nutricional, el marketing social y la protección al consumidor, y las estrategias necesarias para lograr que los alimentos que la población elija sean los más saludables. “La Conferencia traza un marco de acción, que luego los países traducirán a sus condiciones y necesidades concretas”, dijo.
Cuba, refirió el director del Instituto Nacional de Higiene, Epidemiología y Microbiología, podrá referir el conjunto de programas dirigidos a la salud y educación de las personas. “En nuestro país se fortifican desde hace años varios alimentos dirigidos fundamentalmente a los defectos de micronutrientes. Entre estos tenemos la harina de trigo con la que se produce el pan y otras pastas, la cual se fortifica con hierro, zinc y el complejo B; la leche que consumen los niños menores de un año con hierro y zinc y la compota o puré de frutas, a las que se le añade hierro y vitamina C. Además la sal se yoda para evitar defectos por la deficiencia de yodo y existe una política de suplementación de medicamentos para personas que tienen problemas con la anemia, así como medicamentos dirigidos a suplir estas carencias en embarazadas y mujeres en edad fértil”.
En relación con ello, explicó a nuestro diario el doctor Armando Rodríguez Suárez que en el marco de la cooperación Sur-Sur “llevamos la intención de comentar sobre una experiencia que tiene el Instituto en el de-sarrollo de sistemas automatizados para el procesamiento de datos sobre alimentación y nutrición. De igual modo sobre un nuevo tipo de suplementación para la anemia, mediante el uso de micronutrientes en polvo, que desarrolla el país de conjunto con el Programa Mundial de Alimentos”.
La segunda Conferencia Internacional sobre Nutrición apuesta por ir del compromiso a la práctica. Es hora de concretar políticas coherentes y medidas mejor coordinadas y que los ricos cumplan su compromiso de ayudar a los pobres; porque mientras haya hambre en el mundo, seguirá siendo una quimera el desarrollo sostenible.