FAO en Cuba

Agricultura de conservación es un aporte concreto al cumplimiento de los ODS

FAO/Cuba
22/04/2016

En saludo al Día de la Madre Tierra, el Representante de la FAO en Cuba, Dr. Theodor Friedrich impartió la conferencia “La Seguridad Alimentaria  en la Agenda Global de Desarrollo Sostenible 2030”,  durante una de las sesiones de la Jornada científica estudiantil de la Facultad de Geografía de la Universidad de La Habana.

El líder de la FAO en la Isla explicó que podemos hablar de seguridad alimentaria cuando las personas tienen, en todo momento, acceso físico, social y económico a alimentos suficientes, inocuos y nutritivos que satisfacen sus necesidades energéticas diarias y preferencias alimentarias para llevar una vida activa y sana. Eso se traduce, dijo, en lograr disponibilidad, acceso económico, adecuada utilización y estabilidad en el suministro.

Estas cuestiones, abundó el diplomático, están estrechamente vinculadas a una gran parte de los nuevos Objetivos de Desarrollo Sostenible que han propuesto las Naciones Unidas para el año 2030. Por ejemplo, la capacidad de poner fin a la pobreza (ODS1), pasa en buena parte por atender el espacio rural, pues el  80 por ciento de las personas pobres viven de la agricultura y, a la par,  el crecimiento agrícola en las economías de bajos ingresos es al menos dos veces más eficaz que el crecimiento en otros sectores para la reducción del hambre y la pobreza

El logro del Hambre cero, en su vínculo directo con la agricultura sostenible, está recogido de manera explícita en el ODS2,  que se imbrica con  la atención al acceso al agua limpia y al saneamiento (ODS6),  lo cual implica lograr aumentar la producción de alimentos utilizando menos ese recurso, en tanto los cultivos y el ganado utilizan el 70 por ciento del total de las extracciones de agua, y hasta el 95 por ciento en algunos países en desarrollo. Para  el 2025, se prevé que 1 800 millones de personas vivan en países o regiones con escasez absoluta de agua.

Según el Dr. Friedrich que otros ODS estrechamente vinculados a los objetivos estratégicos de la FAO son el 7 (Energía Sostenible y no contaminante) y el 12 (Consumo y producción sostenibles). “Si los sistemas alimentarios, que actualmente consumen el 30 por ciento de la energía del mundo, se desvincularan de la dependencia de combustibles fósiles, se podría avanzar rápidamente en la sostenibilidad y aportar a la adaptación al cambio climático (ODS13)”, apuntó.

El Representante de FAO en Cuba reveló que una propuesta concreta de la organización al  cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible es lo que se ha dado en llamar Intensificación Sostenible de la Producción Agrícola,  que llevaría a producir la máxima cantidad posible con las tecnologías disponibles sin huella permanente en el medio ambiente, donde el impacto ambiental tiene que estar por debajo de la capacidad de recuperación natural de los ecosistemas (ODS14 y 15).

“Un ejemplo de metodología concreta en esa dirección es la Agricultura de Conservación, que pone en el centro de atención al recurso más vulnerable de la agricultura, el suelo”. La AC implica perturbación mínima del suelo en forma continua, cobertura permanente de la superficie de este con materiales orgánicos y la diversificación de especies cultivadas en secuencia y/o asociaciones.

La Agricultura de Conservación AC, concluyó,  aumenta la producción de alimentos diversificados y la hace más rentable y segura para poblaciones vulnerables; mejora los recursos hídricos, reduce uso energía, adapta y mitiga en función del cambio climático y reduce el impacto ambiental. También reduce la contaminación, facilita el  reciclaje en las cadenas locales y aumenta resiliencia de poblaciones rurales y agrícolas.

Durante el encuentro se produjo un diálogo con los estudiantes que se interesaron por la postura de la FAO con respecto a los organismos modificados genéticamente y por la aplicación en Cuba de la Agricultura de Conservación.

Al respecto el Representante comentó que la ingeniería genética no es negativa en sí misma, que tiene un potencial para crear variedades fortificadas o que protejan de enfermedades, pero que tiene riesgos asociados a su alto costo y  a su uso con fines comerciales, lo cual atenta contra la resiliencia en materia de seguridad alimentaria, en un contexto en el que, además no ha demostrado que puede superar  los rendimientos de un buen manejo agronómico.

En cuanto a la AC en Cuba, dijo que existen algunas experiencias exitosas puntuales, y que se ha llevado a los polígonos de suelos que tiene el Ministerio de la Agricultura, pero que todavía está lejos del aporte que pudiera significar para la Isla, cuyas tierras están afectadas en un 70 por ciento por fenómenos de degradación, erosión y poco drenaje entre otros. (Iramis Alonso/FAO Cuba